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Y al final, pasaron cinco días y no pude ser capaz de emitir palabra alguna. Didac aún no regresa y me preocupa, ya debería tener alguna respuesta de su parte; y ni siquiera me contesta la caracola, por lo que aumenta mis nervios.

-Ya, tranquila- me dijo Thanatos, mientras nado en círculos al rededor suyo.

Él está sentado sobre una roca y doy vueltas a su alrededor. Es de noche por lo que no nos preocupa que nos vean.

-Es que no se- dije, deteniéndome-. Esto es algo extraño, demasiado.

Empecé a girar para el otro lado.

-Ya, ven aquí- me dijo y apoyé mis brazos sobre la roca, para verle, moviendo mi aleta de arriba a abajo, chapoteando-. Vas a hacer revuelto de bebé en tu interior.

Reí por su comentario y me giré para ver mi vientre. Se ve exactamente igual que siempre.

-¿Cuánto tiempo tendremos que esperar?- pregunté-. Ya quiero verle.

-El embarazo de nuestras especies son diferentes, pero esperaremos lo que tengamos que esperar- dijo y asentí con la cabeza, estando de acuerdo con su pensamiento-. Ya luego haremos eso de comprar cosas y elegir nombres. Ahora, tan solo baja un decibelio.

Sonreí y agarré su pierna, dispuesta a llegarlo conmigo, pero giró su cabeza, mirando hacia el horizonte, con una mirada seria.

-¿Qué pasa?- pregunté.

-Sube a la roca- ordenó-. La presencia se acerca, no le identifico.

Obedecí haciendo un pequeño salto para subir. Él me dio su mano para ayudarme. Una vez arriba, me transformé y él me abrazó, para protegerme de una posible amenaza.

Vi una cabeza emerger del mar, mirándome. Su cabello blanco era como el de Didac, a la igual que los grises ojos, pero se que no es él. La chica me miró con tranquilidad.

-Hola Marina Kira Briseida- me dijo en mi idioma natal, con una tranquilizante voz-. Soy Laustin, tu nuevo médico; soy una bruja del mar. Vengo en remplazo de Didac, quien fue dado de muerto durante el viaje.

-Oh- dije, sintiéndome algo mal-. ¿Qué le sucedió?

-Una pelea con otro bando le arrebató la vida- dijo, con una media sonrisa triste-. Lamento la pérdida. 

-Ya estaba por llegar su momento, de todas maneras- dije y me abracé a Thanatos, quien me mira confundido-. ¿Hablas español?- le pregunté a Laustin.

-Claro- dijo, su voz ya no es tan tranquilizante-. Supongo que ese vampiro que está abrazándote es tu pareja.

-Thanatos, te presento a Laustin- dije y él miró con desconfianza-. Viene como remplazo de Didac, que ha fallecido.

-Oh...- exclamó él y me abrazó-. Lo lamento.

-Bueno, ¿podrían acompañarme al antiguo hogar de Didac, por favor?- dijo-. El rey me ordenó alojarme allí y cuidarte durante todo tu embarazo y el resto de tu vida.

Asentí y me levanté, besando la frente de mi vampiro, antes de lanzarme al agua, transformándome en el aire.

-Ven- le dije a Thanatos, extendiendo mi mano hacia él.

Él se sumergió y se aferró a mi espalda, para ir nadando con tranquilidad hasta la orilla, en donde nos transformamos en una forma humana.

-¿Sabes caminar?- le pregunté a mi nuevo médico.

-Claro- dijo y se levantó sin dificultad alguna-. Soy uno de los pocos seres que por interés propio vino a la superficie.

-Vamos a casa para que me cambie y las acompaño- dijo Thanatos.

-No se moleste, deje que Marina sola me acompañe, necesito hablar con ella a solas- dijo Laustin y Thanatos me miró preocupado.

-Estaré bien- dije, con una pequeña sonrisa.

Él me besó y se fue a casa, mientras que yo dirijo a mi doctora hasta su nueva residencia.

-Se que en el mundo humano y otros esto es algo de información de gran importancia, así que... ¿Hace cuánto se conocen?- preguntó.

-Desde que llegué- dije y relaté como es que se convirtió en mi único lazo.

-Oh, ya entiendo- dijo-. ¿Qué edad me has dicho que tenías?

-39 años- dije y vi una mueca de sorpresa en su rostro-. Lo se, soy muy pequeña aún.

-Eso no es lo único que me sorprende- dijo-. Acabo de notar que tienes demasiadas marcas de mordidas.

-Thanatos suele curar la mayoría, pero a mi no me molestan- admití-. Él se alimenta únicamente de mi; su médico y Didac lo aprobaban.

-Luego me gustaría hablar con él- dijo y asentí.

-Volviendo al tema... ¿Sabes algo sobre embarazos híbridos?- pregunté.

-¿Él es puro?- preguntó y asentí-. Eso lo va a hacer más simple, si son ambos puros; eso significa que será más fácil el parto y todas esas complicaciones. Quizás debas tomar sangre por demás o ingerir directamente la de Thanatos para poder alimentar a tu bebé.

-¿Ya has visto un híbrido de vampiro y sirena antes?- pregunté, con emoción y sorpresa.

-Para nada- dijo y mi emoción se esfumó-. Pero conociendo a ambas partes, hago mis suposiciones. Aunque si, en la mayoría de los híbridos de nacimiento, es más fácil si ambos son puros, hay menos riesgos y más posibilidades de sobrevivir para ambas partes, hijos y madre.

-Tengo miedo- dije y nos detuvimos para que me abrace-. Thanatos dice que debo estar tranquila, pero es complicado.

-Pase lo que pase, haré mi mejor esfuerzo para evitar problemas- dijo-. Además, recuerda que estás en tu propio grupo marino; tienes a tus padres adoptivos humanos, un hermano, una pareja, amigos humanos y a mi. No estás sola.

-Gracias- dije y sonreí-. Thanatos, ven.

Escuché una risa y segundos después ya no estaba en el suelo, sino que entre los brazos de Thanatos, quien me abraza con cariño.

Retomamos la caminata, a pesar de faltar poco.

-Es aquí- dije-. ¿Quieres que te de una visita guiada rápida?

-No gracias- dijo, sonriendo-. Ve a descansar, se ubicarme.

Me despedí con la mano y nos fuimos de allí, para ir a casa.

-¿Ella te cae bien?- me preguntó, por lo que asentí con la cabeza.

-¿Y a ti?- pregunté.

-Con que no te haga daño, no le haré daño- dijo, sonriendo de forma extraña-. Aunque parece saber del tema, por lo que dejaré que te haga controles y eso... ¿A las sirenas y los tritones que gestan, se les hace controles?

-Para nada- dije, recordando las series humanas donde había embarazos y a la humana le hacen recostar en una camilla para pasarle una máquina sobre su barriga-. Los controles se basan en ver las uñas, escamas y piel; los bebés dependen completamente del gestante, si es que este está bien, los hijos también.

-Pase lo que pase, estoy contigo- dijo, antes de besarme.

La Sirena Terrestre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora