114

108 14 2
                                    

-¡Siii!- dijo Kaito, con gran emoción, mientras caminamos por el bosque hasta donde está la manada.

-Ikaris me comentó que Jack estaba ansioso de ver a Kaito- dijo Thanatos, sonriendo.

-¿Es ahí?- preguntó, señalando las casas en el fondo.

-Así es- dije.

Una pantera a la distancia nos vio y gruñó, empezando a correr hacia aquí con rapidez.

Kaito tomó mi mano con fuerza y lo alcé en brazos.

La pantera saltó y antes de aterrizar sobre nosotros, Ikaris la agarró en el aire.

-Disculpen por la extraña bienvenida, Jack no podía esperar- dijo el mayor, sonriendo.

-Tanto tiempo- dije, devolviéndole la sonrisa.

-Mami... ¿Quién es?- preguntó Kaito.

-El mayor es Ikaris, un amigo de tu padre- dije-. Y la pantera es su pareja, Jack.

La pantera saltó al suelo y se transformó, colocándose la ropa que lleva atada en su muslo.

-¿Él es Kaito?- preguntó, acercándose lentamente a mi pequeño-. Lo recuerdo más pequeñito, como así- dijo, señalando como estaba mi hijito hace un par de meses.

-Crece rápido- dijo Thanatos.

-Vengan, el alfa quiere hablar con ustedes- dijo Ikaris y empezamos a caminar.

A medida que íbamos pasando entre las casas, uno que otro conocido nos saluda. Kaito está bien abrazado a mi, mirando todo con curiosidad por encima de mi hombro.

-¿Siempre es así de tímido?- preguntó Jack, girando un poco su cabeza para vernos, aún caminando por delante nuestro, agarrado de la mano de su pareja.

-Hay mucha gente desconocida, es una actitud normal- dijo Thanatos y en cuanto llegamos a la casa del alfa, nos detuvimos-. Iré a hablar con el alfa, vayan a jugar si quieren.

-Está bien- dije y me dio un beso para luego besar la frente de nuestro hijo.

Él entró tras tocar la puerta y nosotros fuimos junto a la pareja al parque.

-¿Hay muchos niños pequeños?- pregunté.

-No muchos, los dos más pequeños nacieron un par de meses después de que fuera tu última visita- dijo Jack-. Ya hasta caminan.

-Entonces Kaito serás el más pequeño- dije, sonriendo, besando la frente de mi pequeño que se aferra cada vez más fuerte a mi, cada vez que un par de ojos se posa sobre él.

-¿Qué edad tiene?- preguntó Ikaris.

-1 añito- dije, sonriendo.

-Parece de 6 años- dijo Jack, sorprendido-. Supongo que se debe a que es mitad vampiro.

-Eso creemos- dije.

Fuimos al claro, en donde hay varios niños y no tan niños jugando.

-¿Quieres ir a jugar?- le pregunté, agachándome para que alcance el suelo y camine por si mismo.

Sorprendentemente, al contrario de lo que pasa siempre en los parques, se quedó aferrado a mi.

-¿No quieres ir a jugar?- le pregunté, corriendo algunos mechones de su cabello de su cara.

-No quiero dejarte sola- dijo y sonreí.

-Estaré con Ikaris- dije-. Ve a jugar con Jack, ¿no quieres?

-No quiero que estés sola- repitió.

-Papá ya está por llegar, no estoy sola- dije-. ¿Quieres que te acompañe?

La Sirena Terrestre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora