La Sirena Terrestre.

25

-¡Al fin vacaciones!- dijo Susana, sonriendo.

Hoy, al ser el último día de clases, hicimos un pic-nic con todos los cursos del colegio en el enorme patio.

Thanatos se la pasó solo, como siempre. A pesar de que me habría gustado ir con él para hacerle compañía, tuvo que repetirme todo el tiempo el acuerdo que habíamos hecho para mantener su perfil de chico malo.

Pasé gran parte del tiempo con Susana y Steven.

-¡Maaariii!- gritó una voz infantil y vi a Luciano correr hacia mi, por lo que me levanté de donde estaba sentada para abrir los brazos, cayendo abrazados cuando el pequeño saltó sobre mi-. Te extrañé.

-Hola pequeño- dijo Steven.

-¡Pequeño tu...!- se interrumpió solo Luciano, para tan solo quedarse mirándole con enfado-. Lo siento, no quiero que Mar me regañe por decir malas palabras.

Susana rió.

-Eres adorable- dijo, revolviéndole el pelo a mi hermano.

-¿Pasó algo?- le pregunté, una vez que nos sentamos los cuatro.

-Nop. Solo quería estar contigo- dijo, sentándose en mi regazo.

-¿Fernando te ha dicho algo?- le pregunté, algo molesta.

-No, por suerte- dijo él y sonreí.

-Que bueno- dije.

A lo lejos uno de los profesores de deportes anunció que iban a hacer un partido de fútbol, por lo que Steven fue corriendo, luego de despedirse de nosotras.

-Si me disculpan, iré a molestar a mi hermana- dijo Susana, en un tono divertido-. Hasta pronto.

-¿Vamos con Thanatos?- preguntó Lucio y asentí con la cabeza.

Ingresamos al colegio, para ir a la parte de arriba de las escaleras que conectan el primer con el segundo piso del colegio, en donde estaba Thanatos sentado.

-¿Qué hacen aquí?- preguntó él-. ¿Sucedió algo?

-Vinimos a hacerte compañía- dije, para abrazarlo-. Somos hermanos, no debería de molestarte.

-Es verdad- dijo Luciano-. No deberías estar solo todo el rato.

-Miren quién están aquí...- dijo una voz desconocida para mi.

Miré hacia la parte de abajo de las escaleras, en donde estaba un niño un poco más alto que Luciano, de cabello rubio.

-Disuclpa, ¿quién eres?- pregunté.

-¿Acaso no sabes quién soy?- preguntó, con aires de arrogancia, subiendo los escalones lentamente.

-¿Un alumno más de este colegio?- dije, sin entender.

-Soy Fernando Phantom- dijo, estando frente a mi.

-Y yo soy Marina Briseida, un gusto- dije, con una pequeña sonrisa, estirando mi mano hacia él.

Él me miró raro.

-En definitiva, son un trío de raritos- dijo y bajé la mano, ante su rechazo.

-Y tu eres un niño muy irrespetuoso- dije, algo enfadada.

-Iris in niñi miy irrispitiosi- dijo él, para luego reír.

-¿Podrías hablar bien, por favor?- le pedí.

-Mar... Déjalo. Es un caso perdido hablar con alguien así- dijo Thanatos, levantándose para empezar a caminar hacia el próximo piso.

Me levanté, para seguirle.