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A la par que canto, los hermanos tocan sus instrumentos, teniendo de público a los otros tres integrantes de la familia.

-Canto para ti... Y para nuestro bebé...- canté en mi idioma natal, deteniéndome de golpe.

Los muchachos finalizaron y me miraron. Tenían sus ojos llorosos, pero con muecas de felicidad.

-Eso fue muy lindo- dijo Napomuceno, limpiándose un par de lágrimas.

Agarré la mano de Thanatos con algo de miedo.

-¿Estás bien?- me preguntó.

-Cuando una sirena canta expresa todo... Incluso lo que le sucede en su cuerpo- dije.

-¿Te sientes enferma? Tus uñas están de un amarillo verdoso- dijo, tomando mi mano para abrazarme.

-¿Podemos hablar en privado?- pregunté.

-Claro- dijo-. Permiso.

-Adelante- dijo Kodran.

Salimos de allí y fuimos a su habitación.

En todo el camino me quedé pensando en medio de el tenso silencio que se siente en el ambiente.

-¿Quieres nadar en el jacuzzi?- me preguntó y asentí-. Te ves muy tensa, ni en los exámenes finales te ponías así.

-Es que es algo más serio- dije.

Una vez dentro de la habitación, con la puerta cerrada, nos quitamos la ropa a medida que vamos hacia el baño.

Al llegar, encendió el agua y nos metimos.

Me transformé y me coloqué entre sus piernas, dejando que me abrace como ahora mismo lo necesito.

-Ven- dijo y tomó mi mano para morder suavemente mi dedo, probando mi sangre, quedándose pasmado-. ¿Esto es una broma?

Su tono se ve enfadado. Papá, te estoy necesitando y mucho. Cerré los ojos con fuerza y sentí la energía completa de mi cuerpo abandonarme.

_-_-_

En cuanto volví a abrir los ojos, estaba en la isla Mako, con Thanatos sentado a mi lado, acariciando mi cabello con cariño.

-Amor mío... ¿Cómo te sientes?- me preguntó, como si le estuviera hablando a un niño pequeño, con cariño y tranquilidad.

Me levanté y giré sobre mi misma, viendo a Didac sentado en la orilla, remojando sus piernas.

-Pequeña, se que esta es una noticia impactante- me dijo mi médico-. Pero está confirmado; serás madre.

Sentí como me debilito de nuevo, pero los brazos de Thanato rodeando mi ser me tranquilizaron, estabilizándome.

-¿Cómo es posible?- pregunté.

-Ya sabes como es el ritual de apareamiento... Por esa misma razón, dentro de poco serás madre- dijo-. Iré a ver al rey para que te brinden una mejor ayuda, ¿está bien? Regresaré cuanto antes, pero no te preocupes. Sigue con tu vida normal y si sucede algo, háblame por la caracola.

Asentí con la cabeza y vi como se levanta.

-Te acompaño hasta la salida- dijo Thanatos, dejando de acariciar mi cabello.

-No es necesario- dijo Didac, apoyando su mano sobre el hombro de mi vampiro-. Lo importante es que estés con ella ahora, te va a necesitar más que nunca.

Volví a asentir con la cabeza.

-Hasta pronto- dijo-. Por cierto, linda casa.

Dicho eso, se retiró.

La Sirena Terrestre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora