17

256 23 0
                                    

-Amo las vacaciones- dijo Luciano, reposado sobre la arena.

-Yo igual- dijo Thanatos, sentado en la arena, debajo de una sombrilla-. El colegio es muy estresante.

-¿Podemos ir de caza?- preguntó Luciano, emocionado.

-Claro- dijo America, con una pequeña sonrisa.

-He escuchado que se han soltado varios grupos de venados dentro del bosque, por lo que la caza de estos está prohibida- dijo Hunter-. Aún así, no creo que pase algo malo si Lucio come un venado cada tanto.

-¿Qué estamos esperando, entonces?- dije, emocionada-. ¡Vamos!

-Nunca creí verte tan emocionada por algo- dijo Thanatos, riendo suavemente.

-Me gusta nadar por el agua dulce. Es diferente que el mar y se siente más agradable- dije, sonriendo.

-Bueno, vamos a prepararnos y al bosque- dijo America, levantándose de la arena, con cuidado de no golpearse con la sombrilla.

_-_-_

Mis queridos hermanos empezaron con sus cazas. America y Hunter se quedaron en la zona de siempre, comiendo y charlando tranquilamente. Mientras, yo seguía nadando en las profundidades.

De a poco, sentí el olor y el sabor de sangre, por lo que miré, esforzando mi vista.

Esperaba ver a Thanatos o a Luciano, pero vi una mancha negra.

Me acerqué de a poco, ocultándome lo más posible.

Según lo que vi en el colegio, eso era una pantera negra. El animal me vio y tras salir a respirar, empezó a perseguirme.

Empecé a nadar con rapidez, para alejarme sin salir herida. El animal estuvo por agarrarme con sus garras de mi aleta, pero le pegué, atontándole un poco.

Nadé con todas mis fuerzas corriente abajo, para poder escapar. Estaba por llegar hasta mi familia, pero algo saltó sobre mi, hundiéndome.

Solté el aire que tenía retenido por la velocidad y empecé a golpear hacia los lados.

-¿Mar?- dijo Thanatos, para luego salir a la superficie.

Fui con él hacia la superficie y le seguí.

-¡Hija mía!- gritó America espantada, desde la orilla-. Thanos, tráela aquí; ¡su aleta está sangrando! 

Thanatos me sacó del agua, acostándome en la arena, apoyada contra un árbol y sentí arder el final de mi aleta.

-¡¿Qué pasó?!- dijo Luciano, ya vestido.

-Una pantera me persiguió y venía hacia aquí- dije-. No noté la herida.

America se acercó a mi aleta con un botiquín de emergencias en mano. Empezó a desinfectar la zona sangrante.

El vampiro rápidamente me tapó con una toalla, desde la punta de la aleta hasta el cuello. America al instante se separó.

-Hola- dijo una voz conocida para mi y todos miramos.

-Hola Steven- dije.

-¿Cómo están?- preguntó.

-Dicen que por aquí hay panteras, será mejor que te vayas- dijo Thanatos, con seriedad.

-Les recomendaría lo mismo- dijo, cruzando sus brazos, apoyándose contra un árbol.

-Ahora nos estábamos por ir- dijo Thanatos.

-¿Qué haces tú por el bosque?- pregunté, de forma amable-. ¿Has venido solo?

La Sirena Terrestre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora