Aquel día fue uno solitario para Muma, que contó únicamente con la compañía de Nunanejo. El cuartel general, que era simplemente un piso caduco, permaneció dormido desde la mañana hasta la tarde. Muma vagaba por los corredores como alma en pena, inmersa la mente en sí escapar o quedarse, siendo perseguida por la coneja Nuna, dando pequeños saltitos y sin participar en la preocupación de la humana.
Al cansarse de tanto caminar sin rumbo, se tiró en el sofá del salón y encendió la tele. Los programas se sucedieron uno detrás de otro: dibujos animados, anuncios, una película, el telediario... pero Muma no prestaba ni la más mínima atención, su mente se encontraba enfrascada a la idea de escapar o no: ¿Y si estaba en peligro de verdad? ¿Y si terminaba en una cárcel para el resto de su vida? ¿Y si la ejecutaban?
Todavía podía sentir el beso rasposo de la soga al cuello y el miedo a la muerte rodeándola. No quería estar de nuevo ante una situación semejante, quería ser libre, surcar los mares en Tunante, junto a Nuna... pero ella era una coneja... antes de nada, tenía que conseguir que volviera a ser una persona.
—Desde luego mira que me saliste complicada... —suspiró Muma, que tenía a la Nunanejo en el regazo meneando la naricilla frenéticamente que, esto es, comportándose como una coneja normal y corriente.
A la hora de comer, tuvo que cocinar ella misma. A pesar de que no era algo que le gustase hacer especialmente: pasta en la olla de agua hirviendo, queso rallado y unas especias por encima de color verde que tenían un olor fuere. Se quedó mirando el agua burbujeando con los macarrones en el interior, los cuales tenía forma estrellada.
¿Por qué tenía que quedarse encerrada en aquel lugar miserable? Eso la indignaba, ¿y qué si estaba en peligro? Se mordió el labio inferior y una idea comenzaba a surgir en su mente: Era bien cierto que necesitaba a la bruja Serren para hacer que Nunanejo volviera a ser humana, ¿pero acaso no habría más brujas en el archipiélago? ¡Seguramente un montón!
—¿Por qué carajo tengo que estar encerrada aquí...? ¡A la mierda! ¡Yo me voy! ¿No, Nunanejo? Mira, vamos a buscar a otra bruja por ahí... que con mil islas que hay tiene que haber una fijo. ¿Qué te parece? —le preguntó a la Nuna coneja y esta se la quedó mirando y abrió la boca. Durante unos momentos, la boca hipopótamo pensó que iba a hablar, pero solo lanzó un gran bostezo conejil —. En fin, nos vamos, ¡pero nos vamos por la noche! Seguramente sea menos peligroso que hacerlo justo ahora. Así que ... Hay que tener paciencia, Nunanejo. ¡Paciencia!
Bastante más contenta, Muma se comió la pasta, pensando que sería pan comido llegar hasta Tunante y poner rumbo al ancho mar, hacia aquel gran número de islas.
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Muma I (Finished)
HumorUn camión atropella a Muma y, como es normal, muere. Aunque sucede algo extraño: un dios llamado Zaltor le ofrece la posibilidad de recuperar su vida, pero con la condición de que asesine a la villana conocida como la Señora del Terror. ¿Logrará Mum...