Sin tener una espada clavada en el pecho, Seren cayó hacia delante ante la mirada silenciosa y asombrada de las tres mujeres. Aterrizó sobre la hierba, cercana a allí en dónde yacía el cadáver del Hijo del Sol. Durante unos angustiosos segundos, Muma se imaginó que no se levantaría, que después de tantos años atrapada por la maldición, ella había muerto de forma definitiva.
Pero Seren levantó la cabeza, de rebeldes cabellos negros que se revolvían en una enloquecida maraña. Agitó la cabeza y luego el cuerpo entero, mismamente parecía un perro recién salido del agua.
—Seren... ¿Es posible...? —murmuró Adriana, acercándose hacia ella y con los ojos embargados por las lágrimas.
—¡Ser posible, claro que ser posible! —exclamó la bruja —. Muy vieja quedar tú... ¿Cuanto tiempo pasar en Sono?
—Demasiado, pero ahora eso ya no importa, Seren. Contigo entre nosotras... —dijo Alberta, pero se contuvo las palabras y Muma pensó que era debido a su presencia, de todas formas poco o nada le importaba los tejemanejes de las brujas.
—¡Yo te he liberado, Seren! Así que ahora devuelve a Nunanejo a su forma natural, ¿vale? —exigió Muma, con miedo a que la oportunidad se le escapase entre los dedos.
—¿Qué querer qué? —preguntó Seren, que se rascaba la asombrosa, melena.
Muma no tardó ni un segundo en coger a la coneja del suelo y ponérsela bien delante de la cara a Seren.
—¡Ella era una humana, pero por culpa de un dholoriano acabó siendo coneja! Me dijeron que tú serías capaz de devolverla a su estado natural... ¡Coño, si incluso te visite en Sono y tú me dijiste que nos podías ayudar!
La sombra del reconocimiento recorrió el rostro asalvajado de la bruja.
—¡Oh, ya recordar! Ya parecer a mí que tu cara ser conocida... ¿Devolver cuerpo de coneja a mujer? Eso ser fácil para mí porque tener bien de poder, ¿Muma querer ahora? —preguntó mientras se rascaba un sobaco peludo que mucho tenía en común con la pelambrera de su cabeza.
—Pues claro que lo quiero ahora... ¿Por favor? —preguntó Muma, comiéndose las ganas de gritarle, pero no quería correr el riesgo de ofenderla y que, al final de todo, se negara a hacer el chanchullo.
—Dejar a Nunanejo a Seren —dijo la bruja, llevando ambas manos en dirección a Muma y esta dudó un poco, quizás lo único que quería hacer era encerrarla en una cazuela y merendársela, pero no podía permitirse el lujo de no estrangular aquella oportunidad.
—Por supuesto...
Seren cogió a Nunanejo, esta se quedó mirando con curiosidad el rostro de la bruja, suavizado en esos momentos por una gran sonrisa.
—¡Eh, maga rara la de los dholorianos esos! Interesante... pero Nunanejo tener suerte porque sin la Corona de Margaritas ella convertir en Nunamonstruo... Para mí ser fácil, solo desenredar lo enredado y solucionado —dijo Seren y una energía morada salió de sus dedos rodeando a la coneja.
ESTÁS LEYENDO
Muma I (Finished)
HumorUn camión atropella a Muma y, como es normal, muere. Aunque sucede algo extraño: un dios llamado Zaltor le ofrece la posibilidad de recuperar su vida, pero con la condición de que asesine a la villana conocida como la Señora del Terror. ¿Logrará Mum...