Los milagros existen... Para Muma eso era como agarrarse a una tabla en medio de un mar embravecido. La puerta de la casa pirámide se abrió y de ella salió una anciana encogida de tantos años que llevaba sobre sus espaldas y, al igual que las demás brujas y brujos de la isla, vestía con una túnica y un sombrero de pico cubriéndolo los cabellos ya blancos.
—Alberta... veo que traes una visitante... —dijo la anciana, con una voz frágil, dulce... con el poder de tranquilizar un poco los nervios de la boca hipopótamo.
—Me llamo Muma y me dijeron que en esta isla vivía una bruja llamada Seren que sería capaz de hacer que Nuna vuelva a ser humana —explicó Muma y no tardó nada en coger a la coneja del suelo y enseñársela a la anciana bruja —. Esta es Nuna, comió lo que no debería de haber comido y ahora está así.
—Ya veo, ya veo... Mi nombre es Adriana, soy posiblemente la bruja más vieja de toda la isla, llevó desde hace unos años buscando la forma de que Seren vuelva a caminar entre nosotros... —dijo la bruja y un poco de esperanza latió en el pecho de Muma, pero la boca de Adriana cambió de sonrisa a amargo gesto, muchas noches en vela, muchos libros leídos, muchos hechizos investigados, pero al final todo resultó para nada.
—No sé cómo liberarla, lo siento mucho...
—Has hecho lo que has podido, Adriana —le dijo Alberta, pero la otra bruja negó con la cabeza, un gesto amargo surgía en su cara, pues aquel fracaso le dolía especialmente.
—No puedo quitármelo de la cabeza... si ella estuviera con nosotras, todo sería diferente, todo sería mejor. Pero nos la robaron, ese caballero del sol... —Una expresión de rabia rugió en el rostro de la anciana, con tanta fuerza que hasta tuvo el poder de intimidar a Muma, ella dio unos pasos atrás y notó como la coneja temblaba en sus manos, pero la expresión enseguida se relajó y volvió a verse la serenidad de la edad acompañada de una gran amabilidad.
—¿Y no hay nadie en esta isla que pueda devolver a Nuna a su forma humana? —preguntó Muma, le parecía raro que no hubiera nadie más con el conocimiento mágico suficiente como para hacerlo, ¿acaso no se llamaba el lugar la isla de la brujería?
—Me temo que no, Muma... pero podemos dar un paseo y visitar el árbol en dónde nuestra Seren está clavada —dijo Adriana y Muma suspiró, pensando que sería una pérdida de tiempo hacerlo, pues para lo único que quería ver a Seren era para que ella devolviera a Nuna a su estado originario y bien poco podía hacer si estaba clavada en un árbol.
Pero siempre podría ocurrir un milagro, más o menos fue aquello lo que le dijo Alberta. Muma asintió con la cabeza, perseguiría cualquier posibilidad, por muy pequeña que fuera, para tener a Nuna de nuevo entre sus brazos.
—Vale, vamos.
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Muma I (Finished)
HumorUn camión atropella a Muma y, como es normal, muere. Aunque sucede algo extraño: un dios llamado Zaltor le ofrece la posibilidad de recuperar su vida, pero con la condición de que asesine a la villana conocida como la Señora del Terror. ¿Logrará Mum...