195. Lorenzo

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 Sobre los pies del árbol había algo, al principio solo se distinguía un bulto de vegetación que no recordaba a nada, pero paso a paso Muma fue descubriendo de lo que se trataba. Un muerto de tiempos pasados, recuerdo de una historia dolorosa que terminó en la maldición que encadenaba a Seren y la muerte de aquel caballero de ideas rectas que fácilmente fueron torcidas.

Lo primero que vio fue su cráneo, de pozos oscuros como ojos mirando el cielo de un azul rayado por las hojas de los árboles y boca abierta, quizás expresión de sorpresa por aquella muerte repentina. Llevaba puesta una armadura, conquistada por malas hierbas que parecían querer amarrarlo a la tierra, Muma se fijó que en el pecho lucía un sol con rostro: ojos azules, nariz recta y una boca curvada en una plácida sonrisa que quizás debería ser de horror por el terrible acto que, en parte, había cometido lo que él representaba.

—¿Quién es ese? —preguntó Muma y vio que en los rostros de las dos mujeres no había nada de simpatía sino todo lo contrario.

—Lorenzo, un caballero de una isla lejana... ¿Cómo se llamaba? —preguntó Alberta, que había tenido un poco de dificultad por haber caminado por el bosque solo con el bastón, pero algo le decía que tenía que estar presente en el encuentro entre Muma y Seren. Además, ¿no había sido ella quién dijo que los milagros existían?

—Isla Caracola, poco se sabe de ella porque está rodeada de oscuridad —dijo Adriana y se quedó un rato en silencio, como mascando lo que a continuación iba a decir —. De hecho, lo que se cree es que no había nada en su interior, pero parece que algo logró sobrevivir, aunque fueran estos Hijos del Sol...

—¿Hijos del Sol...? —repitió Muma, observando el rostro del astro rey dibujado en el pecho de la armadura.

—No se sabe demasiado de ellos... pero si admiten a gente como este Lorenzo, no creo que merezcan mi respeto —dijo Alberta.

—¿Qué sucedió aquí exactamente? —preguntó Muma y las otras dos brujas se lanzaron una mirada rápida, fue Adriana quién habló al cabo de un poco:

—La historia sucedió cuando era una niña, así que ya te podrás imaginar que fue hace mucho tiempo. Lorenzo apareció un día en la playa siendo el único superviviente de un naufragio y fue Seren quién lo cuidó hasta que recuperó la salud, creo que se enamoraron y comenzaron una relación, pero entonces... algo sucedió entre ellos —dijo Adriana y cerró los ojos, intentando recordar más de la historia, pero los recuerdos de etapas tan lejanas eran un poco nebulosos —. Yo vi cómo sucedía... ¿Quieres que te lo cuente, Muma?

Lo que realmente quería la boca hipopótamo era averiguar la forma de liberar a Seren para que esta le devolviera a Nuna, pero no quería ser desagradable con aquellas brujas y, además, quizás podía aprender algo de la historia de la anciana.

—¿Por qué no? Vamos, quiero escucharlo. 

Muma I (Finished)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora