101. El despertar

9 3 17
                                    

 La solución al problema se le ocurrió en un instante, fue como un rayo de comprensión que le atravesó el cerebro de punta a punta y, justo cuando el hombre con la máscara de cerdo levantaba el machete para trocear conejos, Muma gritó:

—¡Nuna, habla, coño! ¡Qué antes lo hiciste!

De entre la marea negra de orejas largas surgió la cabecilla de Nunanejo que se quedó observando con curiosidad a la mujer de la boca de hipopótamo.

—¿Qué quieres que te diga...? —le preguntó, como si no se hubiera enterado de lo espinoso de la situación: ¿Acaso no veía al hombre gordo con la máscara de cerdo y con un machete manchado de sangre fresca? ¿O caso no le importaba?

Muma no habló, se lanzó sobre su peluda novia y la cogió en brazos, apretándola contra su pecho en donde se podía notar el corazón latiendo a toda velocidad. Nada más ver la salvación de Nunanejo, el hombre de la máscara de cerdo lanzó un pesado suspiro y se dio la vuelta, arrastrando los pies.

—Jo... así no vale... así no vale... —decía del desdichado sujeto, frustrada sus ganas de matar a alguien durante el período de los sueños para vete a saber tú qué funestos cometidos.

—¡Qué casi te hacen pedacitos, so idiota del culo! —le gritó Muma, con los ojos relucientes de las lágrimas que querían escapar.

—¿Pero qué me estás contando...? Si esto es un sueño... —le dijo Nuna, con un tono de voz, que a Muma le dieron ganas de darle una bofetada, pero ella nunca se las daría ni a un conejo ni a una novia suya. Como mucho, nalgadas y siempre en un contexto erótico lúdico.

—¡¿Pero tú no has escuchado a la bruja, so coneja?! ¡Estamos en Sono y esto es como lo de Freddy Krueger! —chilló Muma y se tiraría de los pelos, sino fuera por el hecho de que estaba sujetando a la coneja con ambas manos. 

—¿Eh...? ¿Y vas tú y te crees lo que te dice alguien que aparece en un sueño? Muma... pensé que tenías más sentido común... —suspiró Nuna y apartó la mirada de Muma y esta se quedó con la duda girando en la mente debido a esta razón: ¿De verdad podía confiar en lo que le había dicho aquella bruja de que aquello no era un sueño normal?

—Oye... no me estarás tomando el pelo, ¿no, Seren? ¿Es esto un sueño normal o no? —le preguntó y la bruja asintió con la cabeza, sus pelos crispados se movieron cual hierbas siendo acariciadas por el viento.

—¡Por supuesto que sí! Yo poder volver a Nuna humana, pero en el mundo de los sueños no ser posible. Deber ir a la isla Alsi y buscar a mí allí —dijo la bruja.

—Ya estamos ahí, pero... —Antes de que Muma pudiera terminar de hablar, sintió como el despertar llegaba y abrió los ojos perezosos, lo siguiente que hizo fue olvidarse del sueño. 

Muma I (Finished)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora