180. La isla que hizo pum

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 —¿Qué es eso de que tu isla fue destruida? —preguntó Muma y Butfais volvió la mirada hacia ella, dibujando en la boca una O perfecta.

—Oh, ¿no te lo comenté? —preguntó y, por alguna razón, eso molestó un poco a la boca hipopótamo.

—¡Claro que no! ¡Creo que me acordaría de algo así! ¿Qué pasó con tu isla, eh?

Butfais se quedó unos momentos en silencio, acariciándose su prominente mentón que, por cierto, le resultaba tremendamente sexy a Junco.

—Explotó toda en pedazos y no sabemos el por qué. La Pústula Sangrienta se salvó porque en esos momentos nos encontramos de gira —explicó Butfais.

Muma ladeó la cabeza hacia un lado, había algo en lo que le dijo que le parecía un poco bastante raro.

—¿De gira...? ¿Cómo que de gira...?

—Sí, de gira. La Pústula Sangrienta es un grupo de teatro, no creo que seamos demasiados conocidos porque recién habíamos comenzado y apenas visitamos un puñado de islas —explicó el dholoriano.

Muma meneó la cabeza de un lado a otro, se le hacía bastante raro que Butfais y su grupo se dedicasen a interpretar obras. Lo que ella había pensado es que se trataban de alguna especie de grupo militar o quizás una célula terrorista cuyo objetivo era derrocar al gobierno de su nación. ¿Pero un grupo de teatro? ¡Eso le parecía muy raro!

—Oye, oye, oye... yo tampoco había escuchado hablar del grupito ese —comenzó a decir Junco con una voz superrápida —, pero curiosidad tengo oye, que siempre se dice que las cosas que hacen los dholorianos son, cómo decirlo, bastante especiales... ¡Pero en el buen sentido, no te me vayas aquí a poner de ofendido! Me gustaría poder asistir alguna de vuestras representaciones, ¿sigue en función el chollo ese de la Pústula Sangrienta?

Con una tristeza fácil de ver, Butfais negó con la cabeza y lanzó un fuerte suspiro.

—No, quedan pocos dholorianos vivos y no tenemos hogar. Ya no podemos dedicarnos al arte, sino que tenemos que encontrar una manera de recuperar nuestro hogar. Por eso Mhala Shora quiere convertirse en la emperatriz de los dholorianos, quiere encontrar una manera de recuperar la isla y que nuestro pueblo vuelva a tener un futuro.

—Qué pena me dais, pensar que una raza tan... prometedora como la tuya está en peligro de perderse para siempre... —dijo Junco, pegándole de nuevo un buen repaso a Butfais.

—Los dholorianos no desaparecerán, seremos capaces de encontrar un camino, a pesar de que hemos cometido algunos fallos buscando nuestro cometido... —comentó Butfais y Muma bufó:

—¡Yo no lo llamaría fallos! Mira cómo has dejado a la pobre Nuna —dijo y levantó a la coneja, que segundos antes se encontraba en el suelo, y la levantó provocándole tanto susto que soltó unas cuantas caquitas con forma de bola.

—El pueblo dholoriano siente profundamente lo que hemos hecho y te prometemos que nuestro camino será lo más pacífico posible —dijo Butfais, inclinando la cabeza en dirección a Muma.  

Muma I (Finished)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora