19 | Cansado

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Luego de la cena, las niñas subieron juntas para seguir jugando luego de insistirle a Jughead que se quedaran un rato más.

La pareja se quedó charlando mientras tanto, sentados en el sillón de la sala.

El se quejó al sentarse, y se notaba bastante cansado.

- Jug, ¿Estás durmiendo bien? -le preguntó, dejando su mano sobre la de él.

Jughead suspiró negando. - Estoy durmiendo bastante tarde, y levantandome muy temprano. -admitió. - El trabajo me está volviendo loco, hay demasiadas cosas por hacer, y siento que dejo de lado a Valerie, a mi familia... A ti.

La rubia sonrió de lado y negó. - No estás dejando de lado a nadie. Siempre estás muy pendiente de Valerie y por mí no te preocupes. -negó. - Siempre hablamos, me conformo con saber que estás bien.

El asintió, acariciando su mejilla y se acercó, dejando un casto beso en sus labios.

- Ruédate. -le pidió, el se movió más a la orilla del sofá y Betty se acomodó tras el, dejando sus manos en sus hombros para comenzar a darle un masaje.

El cerró sus ojos relajándose y Betty continuó durante unos minutos.

- Gracias. -el le sonrió volteándose hacia ella. - Llamaré a Valerie para irnos... Estoy bastante cansado. -le informó levantándose.

Ella lo siguió y asintió. - Está bien, Jug.

Jughead la tomó del cuello para acercarla a él y unió sus labios en un beso no tan inocente. Ambos abrieron sus bocas y se separaron luego de unos largos segundos.

- Iré por Valerie. -le sonrió, para subir las escaleras hacia la habitación de su hija.

Las vió en la cama de Sarah, mirando televisión recostadas en la cama.

- Valerie, ya deben irse. -le sonrió de lado.

Ella suspiró pero asintió. - Chau Sarah. -abrazó a su amiga y se levantó.

Bajaron juntas las escaleras y le habló a la rubia.

- Betty, me encantó tu lasaña. -admitió cuando llegaron al primer piso y su padre enarcó una ceja.

- Oye. -se quejó indignado.

- Lo siento papi. La tuya también me gusta, pero la de Betty es mejor. -admitió, acercándose a él para tomar su mano.

- Acabas de romper mi corazón, ¿Ok? -le dijo a su hija y Betty rió ante la escena.

- Cuando quieras puedes venir y con gusto preparo lasaña. -le guiñó un ojo a la niña. Los tres caminaron hasta la entrada y Betty abrió la puerta. - Pasen buenas noches.

- Chau Betty. -movió su mano hacia la rubia.

- Adiós, Val. -le sonrió.

Jughead se acercó y besó la mejilla de Betty.

- Avísame cuando lleguen. -le pidió en un murmuro y el asintió, para caminar hasta su auto y subir a este junto a su hija.

Cuando estuvieron solos en el auto y el comenzó a conducir con su vista en el camino, la niña habló.

- Papi... ¿Por qué le diste un besito a Betty? -le preguntó inocentemente.

El se sonrojó levemente sin mirarla. - Solo me depedí de ella.

- Ah. -asintió. - Pero no te despides así de nadie, solo de la abuela. -dijo confundida. - Y de mí.

- Bueno, no se... Solo es un beso en la mejilla. -se encogió de hombros.

- Entonces saliste con ella y le das besitos... -entrecerró sus ojos. - ¿No son novios? -preguntó con curiosidad.

El mordió su labio evitando reír y la miró de reojo. - No, princesa. No somos novios. -negó.

Ella suspiró. - Bueno, si tu dices. -se dejó caer hacia atras contra el asiento.

Al llegar a su casa, Jughead durmió a su hija y tomó su teléfono.

Betty Cooper

Olvidé escribirte, lo siento.

Tengo la mente en otra galaxia.

Llegamos hace un rato.

Ay, Jug. :(

Necesitas descansar.

Ve a dormir, ¿Si?

Eso haré.

Tu también deberías.

Pasa buenas noches, Betts.

Descansa <3

Descansa, Jug. Buenas
noches. <3

Jughead suspiró, con una sonrisa. Se recostó en su cama dejando su teléfono a un lado y se metió bajo las sábanas, cerrando sus ojos para dormir.

Bastaron unos segundos para que el sueño lo arropara, y cayó profundamente dormido.

Ballerinas | Bughead | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora