155 | Obra maestra

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Al día siguiente, las niñas seguían durmiendo mientras que sus padres esaban junto a Marco en la cocina preparando el desayuno.

Bueno, Betty lo hacía.

Se supone que Jughead la ayudaría, pero se encontraba con su hijo más pequeño en la sala teniéndolo de las manos mientras jugaban con la pequeña Sally.

El bebé reía mientras la perrita daba vueltas alrededor de ellos y Marco levantaba su pierna ya que Jughead lo sostenía.

Betty soltó una risa al ver la escena. - Que buena ayuda Jones. -lo retó algo divertida señalándola con una cuchara.

- Deja, que tu hijo se está divirtiendo. -le sonrió y ella rió rodando sus ojos.

La perrita soltaba algunos ladridos mientras jugaba con el niño y el reía a carcajadas, hasta que su padre lo tomó en brazos.

- Suficiente, campeón. -rió y lo dejó en su silla de niños con seguridad.

Luego volvió a la cocina y abrazó a su esposa por la cintura.

- Ahora si puedo ayudarte. -sonrió.

- Bien, exprime los limones para hacer limonada. -le pidió señalando algunos limones en la mesada.

El tomó un cuchillo y se sentó en la mesada para cortar los limones por la mitad y comenzó a exprimirlos en una taza.

Mientras ellos se encargaban del desayuno, la primera en aparecer por las escaleras fue Valerie, frotando su ojo derecho con cansancio.

- Buen día princesa. -Jughead sonrió viendo su cabello despeinado.

- Hola papi. -murmuró y lo abrazó.

Luego abrazó a su madre y se sentó en la mesada junto a su hermano, frente a su padre.

- ¿Vieron la película ayer? -preguntó Betty.

- Mhm. -asintió. - Pero creo que me dormí antes y Sarah apagó la pantalla... -hizo una mueca.

La rubia la miró con una ceja enarcada. - Ambas se durmieron y yo me levanté en la madrugada. Escuché la televisión y entré a apagarla yo. -explicó.

- Oh. Lo siento mami.

- No te preocupes, no es su culpa que se hayan quedado dormidas. -le sonrió.

Cuando Jughead terminó de exprimir los limones se volteó a su hija y abrió sus brazos. - ¿Me abrazas? -le preguntó con un puchero.

Ella asintió y lo abrazó fuertemente, entonces el la cubrió también con sus brazos cerrando sus ojos. Betty rió al verlo y se acercó a la mesada.

- Tu padre está muy mimado estos días, Val. -se burló.

Valerie soltó una leve risa al separarse y ver de nuevo un puchero en los labios de su padre.

- Ve a despertar a tu otra hija, mimado. -Betty dijo algo burlona y se inclinó a besar su mejilla. - Ya el desayuno está listo.

El suspiró y se levantó para subir las escaleras hacia la habitación de su hija rubia.

- Le falta más colorete, Val. -Sarah le dijo a su hermana, mientras ambas miraban a su padre sonrientes.

Betty reía a carcajadas frente a ellas, mientras Jughead estaba sentado en el sillón con los ojos cerrados, con sus niñas a cada lado maquillándolo.

Mientras tanto Marco estaba sentado en el otro extremo del sillón donde todo el maquillaje de Betty estaba tirado, viendo y jugando con todo.

- Marco, dame el colorete. -le pidió Valerie a su hermano ya que este lo tenía en sus manos. El se lo tendió y la niña sonrió.

- ¿Por qué acepté? -Jughead se quejó cuando Valerie empezó a ponerle más colorete y Sarah al mismo tiempo repasaba sus labios con un lapiz rojo.

- No sé, pero tendré recuerdos guardados de esto. -Betty dijo divertida sacándole fotos con su teléfono a su esposo.

- Papi, pero estás quedando muy lindo. -le dijo Sarah, ahora terminando de rellenar sus labios con un labial rojo.

- ¿Ya terminaron? -les preguntó a las niñas abriendo sus ojos lentamente.

- No. -dijo Valerie tomando un iluminador líquido. - No puedes irte sin iluminador, papá. -dijo obvia.

- Ah. -el suspiró cerrando sus ojos de nuevo. - Bueno...

Valerie sonrió difuminando el iluminador sobre sus pómulos.

- Papá abre los ojos. -le pidió Sarah. - Falta la mascarilla y ya.

- Bueno, pero no me saques los ojos. -el pidió con una mueca.

Betty reía al ver la escena, y desde el sillón individual sacó una foto del momento; Sarah poniéndole mascarilla a Jughead mientras Valerie retocaba el contorno y marco jugando con el maquillaje junto a ellos.

- ¡Ya! -Sarah exclamó al terminar.

- Que lindo, papi. -Valerie sonrió.

Ambas se alejaron para mirarlo, como admirando su obra maestra.

- ¿Como me veo? -Jughead le preguntó a su esposa luego de levantarse y comenzó a revolotear sus pestañas con una linda sonrida.

Ella rió a carcajadas y asintió repetidas veces. - Muy guapa. -se burló y el rodeó sus ojos con diversión, escuchando tras ellos las risas de las niñas.



























Yo quiero la foto del Juggie, Betty.

¿Como están?

Espero que les guste, comenten, estaré respondiendo todo. ❤️✨

Ballerinas | Bughead | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora