El viernes, mientras las niñas estaban en su clase de Ballet, Jughead se fue a la empresa junto a Betty, luego de pedirle que lo acompañara.
Ambos llegaron tomados de la mano, y al salir del ascensor en el último piso, vieron frente a este a Fp, Alessandro y a Franchesca hablar.
Franchesca inmediatamente le dió una mala mirada a la rubia al ver las manos de la pareja entrelazadas.
- Betty. -Fp le sonrió a la rubia, y se acercó a besar su mejilla amablemente. - Ellos son Alessandro y Franchesca Leone, uno de nuestros socios. -los presentó.
- Señor Leone. -la rubia extendió su mano al hombre más alto.
- Es un gusto, Señorita...
- Betty Cooper. -ella dijo.
- Ella es mi novia, señor Leone. -le dijo el pelinegro menor al hombre frente a la rubia.
Betty miró a la castaña y también le extendió su mano, la cual la chica aceptó con una sonrisa falsa.
- Un gusto, Cooper. -dijo Franchesca y Betty sonrió falsamente, soltando sus manos rapidamente.
Jughead la tomó de la cintura y mientras Fp y Alessandro se alejaron, la castaña se acercó a ellos.
- Juggieboo, necesito hablar contigo. -miró a la rubia. - A solas. -especificó.
- Ella viene conmigo, lo que quieras decirme puedes hacerlo. -le dijo, aún caminando junto a la rubia hasta la oficina con la chica siguiéndolos.
- ¿Y si quiero hablar de nuestro beso? -preguntó, con una sonrisa llena de suficiencia. - ¿Eso también puede escucharlo?
- Fíjate que sí, linda. -Betty se acercó a la castaña. - El me lo cuenta absolutamente todo, confío en él, y es un novio increíble, ¿Sabes? -sonrió de lado. - Ahora deja de ser tan intensa y acepta que el no te quiere, más que fastidio me das pena. -la miró de arriba a abajo. - Deja de seguir perdiendo tu dignidad por un hombre y valórate.
Eso fue lo último que dijo Betty para adelantarse a Jughead y entrar a la oficina, dejándolos solos afuera de esta.
- Necesitamos hablar de-
- No necesitamos hablar de nada. -el negó, sin mirarla. - Ya ella lo dijo todo, déjame en paz. - le pidió. - O sino ya sabes lo que soy capaz de hacer.
La chica dió un pisotón al piso con fuerza y se fue de ahí caminando bastante rápido, y Jughead entró a la oficina.
- Si que es insoportable. -dijo Betty. - Ya veo porque hasta a tu madre le cae mal... -rió.
- Si... -rodeó sus ojos. - Ya quiero que se terminenn los tres meses porque juro que no la soporto un día más aquí.
- Ven, siéntate. -le pidió, señalando su silla.
El suspiró, sentándose y comenzó a trabajar, con la rubia tras el dando un masaje en sus hombros y espalda.
- Estás bastante tenso, Juggie. -admitió.
- Si, me duele bastante... -murmuró, cerrando sus ojos.
Cuando ella paró, se inclinó hacia el y besó su mejilla.
- ¿Se quedarán hoy en mi casa?
- Mhm. -asintió. - Aun no le he dicho a Sarah, pero si. Iremos luego de ir a casa de Veronica.
- Bueno. -el sonrió. - Te amo, nena.
Betty se inclinó y Jughead volteó su cara para verla, y unió sus labios.
- Te amo, Juggie.
•
En la noche, ambas rubias se encontraban en la casa de Veronica, la cual estaba probándose varios outfits frente al espejo.
- Tía. -Sarah se quejó. - Hazme caso, el conjunto.
- Hazle caso. -Betty dijo divertida señalando a su hija.
- ¡Estarán en la playa! Tiene que ser algo fresco... -la niña explicó. - Es lo más obvio del mundo tía.
- Bueno, está bien. -Veronica se rindió, tomando el conjunto que la niña decía de su casa. - Te voy a complacer.
Ella sonrió y se puso bastante feliz al ver a la pelinegra salir del baño con el conjunto que le pedía.
Era uno de pantalón y camisa oversize con los botones abiertos, de un estampado blanco con negro y debajo un top negro, lo cuál lo hacía lucir bastante minimalista.
Veronica usó unos tacones plateados y un bolso de mano del mismo color bastante brillante. Porque aunque era un outfit algo playeryo y fresco, sería de noche.
Usó unos aretes largos plateados y se hizo un maquillaje sencillo con los labios de color rojo, mientras Betty la ayudaba a recoger su cabello en una coleta bastante perfecta, y así lucía sencilla y fresca, pero también bastante elegante.
- ¿Como me veo? -preguntó, dando una vuelta.
- Hermosa. -admitió Betty y Sarah asintió. - ¿Vendrá por ti?
Veronica negó. - Lo conocí apenas hace unos días, así que quedamos en que ambos llegábamos... Ya debo irme.
- Bueno, vamos. -sonrió.
Las tres salieron de la casa, pero antes de subir a sus autos por separado, Betty abrazó a la pelinegra.
- Disfruta tu noche.
- Digo lo mismo. -la pelinegra se burló y Betty se sonrojó.
- Tonta. -rodeó sus ojos. - Y luego quiero detalles de todo.
- Claro. -le guiñó un ojo.
Ambas se despidieron de la pelinegra, leugo ella subió a su auto y las rubias al de Betty, así tomando caminos distintos.
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Ballerinas | Bughead | +18
Fiksi PenggemarEl destino se encarga de juntar a una hermosa pareja a través de sus hijas y tal vez un inconveniente sea solo el principio de una hermosa vida juntos. ¿Quién sabe? Jughead Jones y Elizabeth Cooper pueden ser unidos por el amor, y también... Por do...