174 | Enamorada

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- Estuvo muy bueno el desayuno. -Betty sonrió algo divertida acercándose a su esposo que la tomó de la cintura.

- Uno que fui obligado a preparar. -el se quejó con un puchero y la rubia rió dejando un pequeño beso en sus labios. - ¿Quieres hacer algo hoy? Solo nosotros, o con los chicos, como quieras.

- ¿Cita romántica? -Betty sonrió acariciando los cabellos negros de la nuca de Jughead.

- Me gusta eso. -el murmuró. - Estaré en la oficina gran parte de la mañana encargándome de algunas cosas de la empresa, si quieres planea algo que podamos hacer con los chicos en la tarde y nos organizaré una cena en la noche.

Ella sonrió. - Me parece un excelente plan. -se abrazo a él. - Te amo Juggie.

- Te amo nena. -dejó un beso en su cabeza.

- Ti imi nini. -Valerie los imitó burlona y con voz chillona. - Despéguense.

Sarah se acercó con un puchero y dejó un pequeño golpe en el hombro de su hermana. - Déjalos, ¿No ves que son hermosos?

- Y babosos. -dijo Valerie.

Betty soltó una carcajada. - Ya quiero verte enamorada y burlarme de la misma forma de ti.

- ¿Que? No. -se quejó Jughead. - No. -repitió ante la imagen de alguna de sus dos hijas enamoradas y con novio.

La rubia mayor rodeó sus ojos. - No empieces Forsythe.

El bufó. - Iré a la oficina, ayuden a su madre a organizar la cocina.

- Del desastre que hiciste. -Sarah lo señaló con los ojos entrecerrados.

- Yo preparé el desayuno. -el dijo triunfador y se fue, escuchando las risas de Valerie y Betty.

- Quiero que organicen todo para volar a París el 16 de noviembre. -Jughead dijo al teléfono mientras firmaba unos papeles en su escritorio. - Una habitación con vista a la torre Eiffel.

- ¿Por cuántos días, señor? -cuestionó una voz femenina.

- Cuatro días. Saldremos el jueves 16 en la noche y regresaremos el lunes por la tarde. -explicó.

- Perfecto, señor Jones. ¿Solo su esposa y usted?

- No. -negó. - No es viaje de negocios, iremos los cinco.

- Entendido, organizaré todo y le enviaré el cronograma de los cuatro días.

- Ok, muchas gracias Andrea.

Ella murmuró un "No hay de qué" y luego cortó la llamada. Jughead tomó los papeles que estaba firmando y los dejó dentro de una carpeta, luego guardó cambios en la laptop y la apagó.

Se levantó de la silla y cuando estaba por salir, se encontró con su esposa que justo entraba.

- Juggie. -ella sonrió dejando sus manos sobre los hombros de su esposo. - ¿Tienes hambre?

- Bastante. -el admitió.

Ella rió. - Está lista la comida, ¿Vas por los chicos mientras sirvo la mesa?

- Claro, amor. -el dejó un beso en la frente de la rubia y luego ambos salieron de la oficina, el subió las escaleras y Betty entró a la cocina.

Poco más de una hora despues, Jughead estaba dentro de la piscina y se acercó a las escaleras de la orilla para tomar la mano de su esposa y ayudarla a bajar.

Cuando ella lo hizo se sumergió en el agua y al salir abrazó a su esposo dejando sus piernas alrededor de su cintura y lo besó.

El sonrió tomándola de la cintura y cerrando sus ojos en el beso, y cuando se separaron murmuró en su oído: - Te ves tan caliente... -suspiró. - No sabes cuánto te deseo en este momento.

- Jug. -ella se quejó con las mejillas algo sonrojadas. - Ya vendrán los chicos.

En eso sus tres hijos salieron por la puerta al patio trasero. - Esperaré a la noche. -le murmuró el a la rubia y luego ambos pusieron su atención en los tres chicos.

- Yo opino que juguemos Voley. -sonrió Sarah tomando la pelota del piso, mientras Marco corría con Sally y Simba siguiéndolo.

Betty rió mirando a su hijo menor, mientras seguía abrazada a su esposo. - Marco, amor, ¿No vas a entrar?

El nombrado paró de correr y los perros tras el empezaron una especie de pelea que realmente era juego entre ellos. - ¿Simba y Sally pueden entrar? -sonrió inclinando su cabeza.

- No. -negó Jughead. - Vamos a jugar aquí y podríamos golpearlos.

- Bueno. -Marco suspiró. - También quiero jugar.

- Ven. -Valerie se acercó y lo tomó del torso para cargarlo y se acercó a la orilla de la piscina con el moviéndose desesperadamente.

- ¡Valerie! ¡No seas mala! -se quejó el niño forcejeando para soltarse.

- Valerie, deja a tu hermano. -Betty la retó seria. - Ayer escuché que alguien me decía en mis sueños "Dale una semana más de castigo a Valerie".

La pelinegra abrió sus ojos como platos y soltó a su hermano en el piso, entonces el la miró serio y pisó su pie para correr hacia las escaleras de la piscina, entrar y refugiarse tras sus padres.

Sarah rió mientras negaba. - ¿Jugaremos o no? -enarcó una ceja alzando su mano en la cual tenía la pelota.






















Holi!

¿Que me perdí otra vez? Siii.

No he tenido ganas de escribir, pero como siempre les pido, tengan paciencia.

Gracias por todo su apoyo, espero que este cap les guste! ❤️

Ballerinas | Bughead | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora