Ballerinas | Bughead | +18

53 | Dejen de pelear

Cuando la comida estuvo y Jughead fue por Betty y las niñas, todos se sentaron en la mesa.

Ambos adultos notaron el silencio incómodo y bastante extraño, ellas solían hablar bastante...

- ¿Que pasa, niñas? -Betty le preguntó a la pelinegra y a su hija, mirando el ceño fruncido de ambas.

- Pasa que Sarah. -Valerie soltó su tenedor, para mirar a la nombrada. - Me cambió, y ahora tiene una nueva mejor amiga.

- ¡Claro que no! -la niña exclamó con fastidio. - Es solo una amiga. -rodeó sus ojos.

- Sarah, no hagas eso. -Betty la retó.

- Mamá, pero es que Valerie me molesta.

- ¡Tu me molestas! -se quejó la nombrada. - Que Samantha esto, que Samantha lo otro, que Samantha viajó, que Samantha no se qué, ush. -se cruzó de brazos.

- Valerie. -Jughead retó también a su hija.

- Papá, dile que pare de hablar de ella. -le pidió Valerie señalando a la rubia más chica.

- Linda, ambas pueden tener otras amigas. -explicó Jughead.

- ¡Lo sé! Pero desde que llegó solo habla de ella... -bufó, tomando un sorbo del jugo de fruta en su vaso.

- Eso no es cierto. -Sarah negó.

- ¡Si es! -exclamó Valerie.

- ¡No, claro que no, porque-

- ¡Basta! -Betty exclamó, llamando la atención de los tres en la mesa, y se notaba seria. - Dejen de pelear, o Sarah y yo nos iremos ahora mismo.

Ambas niñas suspiraron y se dieron una última mirada antes de volver la vista hacia sus platos y seguir comiendo.

- Disculpense por gritarse. -les pidió Jughead. - Eso no es lindo, y mucho menos en la mesa.

Ambas se miraron de nuevo, un poco más calmadas. - Lo siento por gritarte, Val... -Sarah murmuró. - Intentaré no hablar tanto de Samantha.

La pelinegra asintió. - Está bien, discúlpame también, Sarah.

Ambas asintieron arrepentidas, volviendo a comer, y ambos adultos se miraron algo divertidos.

Al terminar todos la comida, las niñas ayudaron a levantar la mesa y Jughead y Betty fueron a la cocina para limpiar todo.

- Su primera pelea. -Betty dijo divertida.

- Si. -el rió. - Sarah pelea tanto como su madre. -el se burló.

- Ja, ja. Muy divertido, Jones. -ella rodeó sus ojos.

Jughead se acercó tras ella y besó su mejilla. - Sabes que si. -le dijo al oído y rió.

Betty rodeó sus ojos, guardando en la estantería el último plato que quedaba por guardar y se volteó hscia él.

- Yo no peleo contigo.

- Bueno, no tanto. Pero si eres bastante celosa. -admitió.

- Solo lo necesario. -explicó. - ¿Como esperas que no esté celosa si una chica intensa anda tras mi novio y lo besa sin su permiso? -rodeó sus ojos.

El soltó una carcajada y besó sus labios. - A mi solo me gustan tus labios, mi amor.

- Ay, ¿Romeo te dicen? -ella se burló, dejando sus brazos sobre los hombros de el.

- Jughead Romeo Jones. -el asintió, algo burlón.

Betty rió y besó sus labios una vez más.

- Ya debo irme, debo ir al estudio. -explicó.

- Si quieres deja a Sarah aquí y te la llevo cuando salgas a tu casa, ¿Quieres?

Ella asintió. - Bueno. Gracias, amor.

El besó sus labios.

- Te amo. -le dijo al oído.

- Te amo Juggie. -sonrió.

Betty fue a despedirse de ambas niñas, avisando que iría al estudio y se fue.

Rato después, ya se encontraba en este junto a su mejor amiga.

- Conocí a un chico... -Veronica le confesó a Betty. - Me invitó a salir.

Betty sonrió mirando a su amiga. - Ronnie, eso es increíble. ¿Donde lo conociste?

- En la mañana en el Starbucks. -explicó. - Se acercó a mi mesa y empezamos a hablar, es bastante simpático... Me invitó el viernes por la noche al restaurante de la playa.

La rubia hizo un puchero. - ¿Puedo ir a tu casa? Ahora es mi turno de ayudarte a prepararte para tu cita... -sonrió.

- Claro. -Veronica rió. - Solo si llevas a Sarah, que ella es más diseñadora que nosotras, eh.

La rubia soltó una carcajada. - Obvio.

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