72 | Es oficial

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Luego de un grandioso fin de semana, la burbuja de la pareja se rompió, cuando tuvieron que regresar a la ciudad y por sus hijas.

Jughead dejó a Betty y a Sarah en su casa, despidiéndose de la niña con un protrctor beso en su frente y de su novia con un beso en sus labios.

Y mientras conducía a casa y su hija le contaba todo lo que hicieron esos dos días, el pensaba que debía hablar con ella de algo importante.

- Princesa... ¿A ti te importaría que alguien más viva con nosotros? -le preguntó, mirándola de reojo.

Ella lo miró confundida. - Bueno, no sé, papi. -se encogió de hombros. - ¿De quien hablas?

- Betty y Sarah. -admitió. Y por alguna razón, estaba bastante nervioso de hablar aquello con su hija de 7 años.

- ¿Vivirán con nosotros? -abrió sus ojos como platos y sonrió.

- Bueno, si a ti no te importa que así sea... -murmuró. - No quiero que te sientas incómoda.

- Pero papá, si Sarah es mi mejor amiga. -sonrió con emoción. - Y quiero a Betty... -admitió sonrojada. - Pero solo si no me quitan mi habitación.

El rió mirándola.

- Bueno, aun no es nada seguro, Betty debe hablar con Sarah. Por ahora, ¿Me prometes que no le dirás nada a ella?

- Claro, papi. -asintió rapidamente de forma seria. - No le diré nada.

- Está bien, confío en ti. -el asintió. - Solo esperemos, a ver que deciden ellas... Y por tu habitación no te preocupes. -rió mirándola.

Mientras tanto, Betty estaba recostada en su cama junto a su hija, quién esa noche quería dormir con ella.

Ya habían charlado bastante sobre como fue su fin de semana, y la niña realmente llegó bastante emocionada, y así Betty supo que si había pasado dos días buenos en la mansión Jones.

Pero desde hace unos minutos atras, se le notaba pensativa mirando a su hija, pues quería hablar con ella.

- Linda... ¿A ti te gusta cuando nos quedamos en la casa de Jughead y Valerie?

- Obviamente, mami. -se sentó en la cama mirándola de forma obvia. - Es muy divertido estar siempre con Valerie, ver peliculas, ir a la piscina. Además Jug siempre me prepara mis cosas favoritas para comer.

- Y te consiente bastante. -la miró con los ojos entrecerrados y la niña se sonrojó.

- Si. -admitió.

- ¿A ti te gustaría que nos mudemos con ellos? -le preguntó, con un poco de miedo a su respuesta.

- Mami... Pero la habitación en la que duermo allá es aburrida. -hizo una mueca. - Pero si me gustaría.

- Linda, pero si nos mudamos, decoraríamos la habitación a tu gusto.

- Ah. -levantó su mirada y sonrió. - ¡Entonces si!

Betty soltó una carcajada. - No le digas nada a Val, por favor. Espera a que lo hable con Jughead.

- Bueno, está bien mami. Pero no tardes mucho, no me gustan esconderle secretos a Val. -admitió y Betty rió para besar su frente.

- Ya ven a dormir, linda. -le pidió, apagando la pantalla del televisor con el control remoto.

Se abrazaron y se cubrieron con las mantas, durmiéndose un rato despues.

Al día siguiente, como la pareja solía hacer muchas mañanas, fueron a compartir un café en el starbucks de siempre.

- Ayer hablé con Sarah. -Betty confesó, mientras tomaba un sorbo de su café y lo miró.

El asintió. - Y yo con Val.

- ¿Que te dijo?

- Bueno, no reaccionó mal, al contrario, creo que le gustaría mucho. -admitió. - Solo me pidió que no le quite su habitación. -dijo divertido y ambos rieron ante eso.

- Sarah me dijo que la habitación en la que siempre duerme en tu casa es aburrida... Pero también le agradó la idea.

- Pero esa habitación la vamos a acomodar como a ella le guste, por eso no debe preocuparse. -negó.

- Lo se, eso mismo le dije. -Betty admitió.

- ¿Y tú? -le preguntó, un poco más serio que antes, tomando su mano sobre la mesa. - ¿Tu que opinas acerca de mudarnos juntos?

Ella sonrió de lado. - Jug, yo también lo quiero. -asintió. - También... Me fastidiaba mucho el hecho de estar lejos de ti a veces, de no dormir juntos siempre. Y de alguna manera siento que nuestras hijas se complementan.

- Bueno... ¿Entonces es oficial? -el preguntó sonriente.

- Es oficial. -la rubia asintió también sonriendo y él aún sobre la mesa se acercó a ella para besar sus labios.

- Bueno, entonces hay que decirle a las niñas, y en menos de una semana la habitación que será de Sarah estará lista y a su gusto, solo necesito que me diga como la quiere.

Betty sonrió mirándolo y mordió su labio inferior.

No sabía que había hecho tan bien en toda su vida para encontrarse a un hombre como él.

Amoroso, buen padre, protector, que se preocupaba por ella y no solo por ella... También por su hija. Un hombre que estaba dispuesto a todo por ellas dos, y por su propia hija.

No se quejaba, solo le quedaba disfrutarlo, corresponderle su amor, y darle lo mismo o más de lo que el le daba a ella, sin importar que tan difícil fuera.

























Publico otro porque quiero y puedo

Ballerinas | Bughead | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora