Betty se escondió en su pecho, intentando regular su respiración, sintiendo las caricias de su ahora novio en su cintura y espalda baja.
- Quédate. -el le pidió. - Duerme conmigo esta noche. -le rogó al oído, dejando un beso en su mejilla.
Ella levantó la mirada y besó sus labios lentamente. - Aunque me encantaría... No puedo. -hizo un puchero.
- ¿Por qué? -el preguntó con un leve tono de queja y ella rió ante eso.
- Mañana Sarah tiene una cita con su dentista muy temprano... -explicó. - Y si un día duermo contigo, será para amanecer abrazados, despertar entre besos y no apresurada porque debo irme. -afirmó con seguridad.
El sonrió y la dejó sobre él. - Está bien. -aceptó. Dejó otro beso en sus labios y la miró a los ojos. - El brillo que aparece en tus ojos al mirarme es algo que no cambiaría por nada. -admitió.
La rubia se sonrojó levemente y se dejó caer contra su pecho. - Te quiero, Jug.
El mordió su labio, acariciando su cabello y dejó un beso en su cabeza. - Te quiero, nena. -susurró en su oído.
Estuvieron un rato más abrazados bajo las mantas, aprovechando su tiempo juntos de esa manera, piel con piel, entre besos y caricias, lo que lo hacía un momento bastante íntimo.
Jughead se levantó y comenzó a vestirse, para luego tenderle su vestido a la rubia.
Ella se sentó en la cama y lo tomó. - No quiero irme. -hizo un puchero.
El rió, inclinándose en la cama con sus manos sobre las rodillas de Betty. - Debes. -el dijo y dejó un beso en su frente que la hizo sonreír.
Betty se levantó para meterse al baño, se lavó un poco la cara ya que estaba sudada y también la entrepierna.
Se puso su ropa interior y luego el vestido.
- ¿Me ayudas? -le pidió al pelinegro quién ya estaba vestido y se estaba poniendo sus zapatos cuando salió del baño.
El asintió, subiendole la cremallera del vestido y dejó un beso en su cuello al hacerlo.
- ¿Vamos? -le preguntó tomándola de la cintura.
Betty solo asintió y ambos bajaron para dirigirse al auto de Jughead.
Al llegar a la casa de Betty, ella misma abrió la puerta del auto cuando el se iba a bajar a abrirla, y la atrajo hacia ella del cuello para besarlo apasionadamente.
- Avísame cuando llegues, que es tarde, ¿Si? -le pidió, mirando la hora en el auto, casi medianoche.
El asintió. - Te quiero, Betts. Descansa.
- Buenas noches, Juggie. -dijo dejando un beso en su mejilla y se bajó.
- ¿Juggie? -el preguntó desde el auto con una sonrisa y su ceja enarcada.
Ella se sonrojó e ignoró su pregunta, para caminar hacia la puerta y entrar a su casa.
Jughead soltó una breve risa y subió la ventana de la puerta del copiloto, para luego conducir a su casa de nuevo.
•
Al entrar, frunció el ceño al ver a Cheryl y a Toni con la mirada cansada y a Valerie con una toalla húmeda en su frente.
- Hey... ¿Que le pasó? -preguntó preocupándose al instante. - ¿Por qué siguen despiertas?
- Hola, Jug. -Toni lo saludó. - Tiene fiebre. Acada de dormirse.
- Dios... ¿Por qué no me avisaron, chicas? -preguntó sentadose junto a la niña y tocó su cuello sintiendo la alta temperatura.
- No queríamos molestarte. -negó Cheryl y luego sonrió. - ¿Como te fue?
El la miró y negó. - Eso no importa ahora. Debieron decirme. -explicó, acariciando el cabello de su hija.
- Tranquilo, Jug. -Toni negó. - Ya logramos controlarle la fiebre y su temperatura es de 38°C. -explicó. - Solo hay que estar pendientes de ella lo que queda de la noche y darle su medicina que le toca a las 4:00 AM.
El suspiró, tomando su teléfono para configurar una alarma justo a esa hora por si se quedaba dormido y recibió un mensaje.
Betty Cooper
¿Llegaste, Juggie?
El suspiró y luego respondió.
En casa.
Agradezco que no nos quedamos
en la cabña.Valerie tiene fiebre.
Dios, Jug.
Si sube mucho dale una ducha
de agua fría.Y dale un ibuprofeno.
Ya las chicas se
encargaron de eso.Me quedaré despierto para
estar pendiente de ella.Tu ve a dormir, nena.
Es tarde y tienes que despertar
temprano.Me daré una ducha rápida
antes.Bien, avúsame cuando
vayas a dormir.Oki.
Jughead suspiró, mirando a su hija. Subió a su habitación y bajó con dos almohadas y una manta.
Las dejó en el sofa y se acomodó lo mejor que pudo para no despertar a la niña. Era mejor dejarla ahí porque si la cargaba hasta su habitación, ella iba a despertar.
- Chicas, vayan a dormir. -el le pidió a la pareja. - Gracias por cuidarla, yo me encargo.
Ella asintieron, Toni se acercó a su mejor amigo y lo abrazó. - Estás haciendo un gran trabajo, quita esa cara de cachorrito regañado. -le pidió divertida.
- No estuve con mi hija cuando se sentía mal, en cambio estaba follando al otro lado de la ciudad. -murmuró, enfadado con el mismo.
- Ah, así que al fin lo hicieron. -dijo divertida. Luego negó. - No, estabas disfrutando de un momento que mereces con la mujer que te gusta y no estuviste con la niña porque no lo sabías. Ahora ya estás. Además es solo una fiebre, en dos días estará bien, ya verás.
El asintió y Toni sonrió, dejando un beso en su mejilla. Tomó la mano de su novia y ambas subieron juntas las escaleras de camino a su habitación.
Jughead suspiró, recostandose en el sofá junto a la pequeña y la miró. Sería una noche larga.
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Ballerinas | Bughead | +18
أدب الهواةEl destino se encarga de juntar a una hermosa pareja a través de sus hijas y tal vez un inconveniente sea solo el principio de una hermosa vida juntos. ¿Quién sabe? Jughead Jones y Elizabeth Cooper pueden ser unidos por el amor, y también... Por do...