Pasaron varios días más, en los que Jughead y Betty seguían sin verse seguido, ya que el no se estaba encargando de llevar a su hija a la acadenia para sus clases de Ballet.
Hasta que llegó el miércoles.
Jughead bajó de su auto con su hija y la tomó de la mano para entrar con ella a la Academia Bolshoi.
Dejó entrar a su hija al salón luego de darle un protector beso en la frente y suspiró, sentándose en la sala de espera.
Tenía parte de la tarde libre, asi que se quedaría un rato y esperaba poder ver a la rubia.
Luego de un rato, ya la clase había empezado y le pareció raro que Betty y Sarah no habían llegado, ellas siempre eran bastante puntuales.
La puerta se abrió 5 minutos despues y Sarah entró corriendo, que no se percató de la presencia del pelinegro en la sala.
Betty entró tras ella y sonrió ampliamente al ver al pelinegro.
- Jug... -se acercó. - No me dijiste que vendrías.
- Sorpresa. -dijo divertido y ella rió. Jughead besó su mejilla y le sonrió.
- ¿Que haces aquí? -ella preguntó.
- ¿No me extrañaste? -preguntó con un puchero. Ella rió.
- Por supuesto que si. -asintió. - Pero como no habías venido...
- Bueno, tengo la tarde libre. O al menos parte de ella. -dijo con una mueca. - ¿Quieres ir a tomar algo mientras las niñas terminan su clase?
Ella asintió. - Claro.
Ambos salieron de ahí y caminaron a un Starbucks que estaba a solo 2 calles de la academia.
Se sentaron juntos en una mesa para dos y pidieron lo que iban a comer.
El pidió un capuchino y ella solo una porción de pie de limón.
- Probablamente esta semana todo se arregle de nuevo... -el explicó. - Estoy por terminar todo y bueno, ya no estaré tanto tiempo en la empresa.
- Eso es bueno, Jug. -admitió. - Necesitas un descanso de todo.
- Y por eso, Betts... Quiero invitarte a cenar este viernes. -sonrió. - No acepto un no como respuesta, ya tengo todo organizado. -la amenazó.
Ella rió. - No diría que no, Jug. -negó divertida.
- Bueno, yo iré por ti en la noche, igual que en nuestra primera cita. -le guiñó un ojo y ella se sonrojó levemente.
- ¿A donde iremos?
- Sorpresa. -el le dijo. - Solo ve fresca, pero elegante.
Betty asintió. - Bueno. -sonrió.
Un rato después, ambos caminaron de vuelta a la academia, y en el camino, se cruzaron con una señora que llevaba a un perro con una cadena junto a ella.
Jughead suspiró. - Valerie me pidió un perro.
- Aww. -Betty sonrió con ternura. - ¿Le darás uno?
- No. -negó. - Obviamente no, no me gustan los perros.
- ¡Jughead Jones! -ella lo retó. - ¿Que es lo que acabas de decir?
- No me gustan los perros. -repitió con una risa.
- ¿Como te atreves? Si son una ternura... -hizo un puchero.
- Nah. -negó. - Son fastidiosos y sucios.
- Fastidioso y sucio tú. -rodeó sus ojos con molestia y el rió.
- Ey, pensé que respetábamos los gustos del otro. -se quejó divertido.
- ¡Pero dijiste que no te gustan los perros! -se quejó. - Eso debería ser un crimen. -entrecerró sus ojos mirándolo.
- Pero no lo es. -le mostró la lengua como un niño y ella rodeó sus ojos.
- Estúpido. -murmuró aunque el escuchó y llegaron al local, donde Jughead le abrió la puerta.
- Ey. -frunció el ceño cuando entraron, con un puchero en sus labios.
Ella rió y besó su mejilla, haciéndolo sonreír.
Las niñas que estaban dentro del salón cambiando sus zapatillas, miraron la escena ya que las puertas eran de vidrio y cruzaron miradas.
- ¿Viste eso? -Sarah le preguntó en un murmuro, sonriendo.
- Si. -Valerie asintió sonriendo también de lado. - Ya quiero que sean novios.
- Para que seamos hermanas. -Sarah celebró en un murmuro y la pelinegra asintió con emoción.
La profesora abrió la puerta del salón y todas las niñas salieron. Ellas tomaron sus cosas y se levantaron del piso para salir también hacia sus padres.
- Hola papi, hola Betty. -Valerie los saludó a ambos, mientras Sarah abrazaba a su madre.
- Hola Jughead. -Sarah le sonrió al pelinegro.
- Hola niñas. -Jughead dijo, tomando a su hija en brazos. - ¿Nos vamos? -le preguntó a Valerie y ella asintió, dejando su cabeza en el hombro del pelinegro.
Sarah y Betty entrelazaron sus manos y los cuatro salieron del local.
Jughead dejó un beso rápido en la mejilla de Betty y ambos tomaron caminos distintos, entrando cada uno a su auto junto a sus hijas.
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Ballerinas | Bughead | +18
FanfictionEl destino se encarga de juntar a una hermosa pareja a través de sus hijas y tal vez un inconveniente sea solo el principio de una hermosa vida juntos. ¿Quién sabe? Jughead Jones y Elizabeth Cooper pueden ser unidos por el amor, y también... Por do...