49 | ¿Que llevas puesto?

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- Tengo malas noticias... -Fp hizo una mueca, entrando a su oficina en el último piso de la sede de la empresa en Italia.

Jughead suspiró. - ¿Que pasa?

- Bueno, como sabes necesitamos trabajar cosas importantes con Alessandro y los demás socios. -comenzó a explicar, sentándose frente al escritorio. - Lo que probablemente nos lleve más de tres meses.

- No me quedaré aquí tres meses, ni sueñes. -Jughead se apresuró a negar. - Val ya tiene todo en Los Angeles, no puedo dejarla sola, está mi madre, Betty... -comenzó a nombrar. - No.

- A eso iba. -Fp suspiró. - Alessandro tendrá que ir con nosotros a Los Angeles, porque yo tampoco estoy dispuesto a quedarme aquí durante ese tiempo, que además será indefinido, porque no sabemos si puedan ser más de tres meses...

- ¿Y cuál es el problema con eso? -preguntó, enarcando una ceja.

- Alessandro quiere hacer a Franchesca parte de la empresa, por lo que ella también irá.

- Pensé que era algo peor. Ella no me interesa, papá. -se encogió de hombros.

- Si, pero como quiere hacerla parte, a lo cuál no puedo poner mucha resistencia, tendremos que trabajar con ella. Y sinceramente, yo no quiero lidiar con ella.

- ¿Y crees que yo sí? -bufó. - Que me traiga un solo problema con Betty por uno de sus inventos para que vea como la regreso aquí de una...

Fp lo interrumpió. - Relájate, muchacho. -soltó una risa. - Yo sé como es ella, así que por Betty ni te preocupes. El punto es que tendremos que trabajar con ella.

El pelinegro menor tomó una profunda respiración. - Lo que me faltaba. -rodeó sus ojos. - No quiero una sola reunión en mi casa, que ella no sepa donde vivo.

- Está bien. -su padre suspiró.

Ya la semana había terminado. Jughead despertó en la madrugada y no logró seguir durmiendo.

Se supone que tenía la mañana libre porque se regresarían a Los Angeles al mediodía, pero al parecer por pasar toda la semana levantándose bastante temprano se acostumbró a aquello.

Miró el reloj junto a su cama al notar que aún no salía el sol y se dió cuenta de que eran las 4:39 AM.

Suspiró tomando su teléfono luego de sacar cuentas y saber que en Los Angeles, gracias a las nueve horas de diferencia, apenas iban a ser las 8:00 PM.

Marcó el número de su novia en videollamada y sonrió cuando ella respondió, casi al instante.

- Juggie. -sonrió mirándolo, mientras cepillaba su cabello. - No esperaba tu llamada ahora.

- Me desperté y no puedo seguir durmiendo... -explicó, encendiendo la luz de su lámpara.

- Oh. Bueno, suerte que yo aún no tengo sueño.

- ¿Sarah?

- Dormida. Llegó bastante cansada de su clase.

- ¿Viste a Val? -preguntó, frotando su ojo derecho.

- Mhm. -asintió. - Y a tu madre. Estuvimos hablando todo el rato, las dos nos quedamos en la academia.

- Que bien, amor. -sonrió. - ¿Que es eso que llevas puesto? -el preguntó con sus ojos entrecerrados.

- ¿Esto? -señaló su camiseta y sonrió de lado, tomando el teléfono para enseñarle. - Una camiseta que le robé a mi novio, pero el no sabe. -se lo dijo en voz baja, como si fuera un secreto.

Ballerinas | Bughead | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora