93 | Conmemorar

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Luego de la cena, ambos admiraban la vista que tenían desde aquella terraza. Betty contra el muro y tras ella el pelinegro quién la tenía de la cintura y regaba pequeños besos por su cuello.

- Estoy teniendo un deja vu. -la rubia admitió, acariciando el brazo de su novio que rodeaba su cintura.

- Y yo. -el respondió a su oído.

- Fue hace exactamente un año que estábamos así, admirando la vista luego de cenar, pero en la cabaña... -ella sonrió recordando. - Parece que fue ayer.

- Ese mismo día hicimos el amor por primera vez... -el susurró en su oído de forma provocativa.

La rubia sintió una corriente eléctrica por toda su espalda y cerró sus ojos. - Y desde ese mismo día... -se dió la vuelta entre sus brazos para quedar cara a cara. - Soy tuya.

- Y lo serás siempre. -el afirmó en sus labios, para luego besarla de forma apasionada.

Ella dió un salto, a lo que Jughead inmediatamente la tomó de los muslos contra él.

La llevó entre besos adentro de la habitación y la dejó caer en la cama para subirse sobre ella.

- Entonces creo que debemos conmemorar aquella noche. -ella dijo en voz baja, cerrando sus ojos al sentir que él comenzó a bajar sus besos a su cuello y escote.

- Mhm. -el asintió volviendo a su cara y la miró a los ojos. - Para no olvidarlo jamás.

- Oh, Jug. -ella sonrió de lado, comenzando a abrir los botones de su camisa. - Creeme cuando te digo que eso nunca lo olvidaré.

El también sonrió y se separó un poco para quitarse el abrigo del traje, se inclinó de nuevo a su novia, y con sus brazos a cada lado de ella soportando su propio peso la besó de forma apasionada.

Ambos abrieron sus bocas, dando paso a sus lenguas haciendo de ese beso uno descarado, lujurioso y desesperado.

En medio de su beso ella quitó por completo la camisa de Jughead dejando su perfecto pecho a la vista y dejó sus manos contra este.

El dejó una pierna de la rubia en su cintura y pasó sus manos provocativamente desde sus muslos hasta su entrepierna, todo esto sin separar sus labios ni un momento.

Jughead se separó de sus labios para bajar por su cuello, y bajó una de las tiras de su vestido por su hombro para llegar más lejos entre sus pechos.

Sin soportarlo más, también bajó la otra tira y ella sacó sus brazos y así el se lo quitó por sus piernas, dejándolo caer en algún lado de la habitación.

Volvió a ella, comenzando a atender sus pechos, ya que ella no llevaba brasier.

Betty jadeó mirándolo con placer y dejó sus manos en el cabello de Jughead, así como lo rodeó con sus piernas, pidiendo sin palabras que no se moviera de ahí.

El se separó y la miró fijamente a los ojos.

- No pares. -ella le pidió en un suspiro.

- ¿Sigo bajando? -le preguntó, relamiendo sus labios.

Ella asintió rapidamente y cuando el continuó bajando sus besos hasta el orillo de sus bragas, ella separó sus labios entre suspiros cargados de deseo.

Bajó sus bragas por sus piernas dejándola completamente desnuda frente a el.

- No es justo. -se quejó ella en un jadeo. - Estoy desnuda y tu no.

El sonrió de lado, apretando la piel de sus muslos entre sus manos. - ¿Como es que aun no sabes controlar tu paciencia estando conmigo? -preguntó sonriendo y continuó con sus besos, pero ahora en su entrepierna.

Ella sonrió ante eso, pero cuando el continuó besando su cuerpo cerró sus ojos.

Abrió sus piernas y entre ellas metió su cara, dándole placer de la mejor forma, y exactamente como a ella le gustaba.

Ambos se conocían a la perfección, tanto sentimental como físicamente, y por ende, sabían como complacer el otro.

Así como Jughead en este momento. Sabía como besarla, como tocarla y como moverse para hacerla retorcerse debajo de él pidiéndole más.

Y ella podía hacer lo mismo con él.

- Jug. -la rubia gimió con los ojos cristalizados.

- Vamos, nena. -el murmuró, con sus dedos dentro de ella moviendo su lengua entre sus labios húmedos de fluidos.

Segundos despues se corrió y Jughead se apresuró a levantarse para quitarse toda la demás ropa que lo separaba de estar piel contra piel con su prometida.

Al terminar, volvió sobre ella y sin esperar mucho más la penetró, hasta el fondo, haciéndola gemir desesperada.

- Tan bien. -el gruñó con la voz ronca. - Contigo siempre es bueno. -murmuró en su oído.

Tomó una de sus piernas para dejarla sobre su hombro y continuó moviéndose dentro y fuera de ella.

- Jug, me lo haces tan bien... -ella jadeó y se mordió el labio mirándola. - Ya c-casi.

- Vente conmigo amor. -le pidió. Se inclinó más hacia ella para unir sus labios en un beso incontrolado, sin ritmo y lleno de desespero.

Cuando ambos se corrieron, no dejaron de besarse, con el acariciando su cintura y ella abrazándolo por la espalda, aún dentro de ella.

- ¿Todo bien? -el le preguntó en un murmuro, quitándole todo el cabello de la cara.

Ella sonrió y vió una gota de sudor correr por la frente de su novio. - Fue perfecto, como siempre. -lo besó.

Jughead sonrió de lado y lentamente salió de ella, y como siempre solía hacer, los limpió un poco y luego se metió con ella debajo de las sábanas, abrazándola.

Ballerinas | Bughead | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora