121 | Insistencia

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- ¡Papi, papi! -Sarah entró al auto con emoción siendo seguida por Valerie. - ¡Me fue muy bien!

- Me gusta verte emocionada princesa. -sonrió Jughead y miró a su otra hija. - ¿A ti como te fue?

- Bien, papi. -sonrió enseñando sus dientes. - Y mis amigos amaron a Sari, se los dije. -dijo con suficiencia.

Betty soltó una risa y Jughead la miró. - Como que pasa mucho tiempo con Cheryl, ¿No? -le preguntó en un murmuro y luego volvió a mirar a sus hijas. - A ver, pónganse los cinturones, ¿Quieren comer comida mexicana hoy?

- ¡Si! -todas celebraron al mismo tiempo, incluída Betty.

- Bueno pero no griten. -rió. - Les recuerdo que su hermano está dormido. -señaló el portabebés en medio de ambas niñas, con el bebé profundamente dormido. - Pero supongo que ya se acostumbró al ruido. -hizo una mueca y encendió el auto.

- ¿Y que hicieron? -les preguntó Betty a las niñas.

- Bueno, escribimos una historia todos y la leímos frente a todos. -dijo Valerie.

- Y la profesora nos dió a todos un caramelo. -dijo Sarah con emoción.

- Mhm. -asintió la pelinegra. - Papi, ¿Sabes de que animal aprendimos hoy? -ella le sonrió a su padre de forma algo traviesa.

- Dejame adivinar. -Jughead suspiró. - El perro.

- Si. -rió. - Ya sé mucho sobre los perros, Sarah y yo sabemos como bañar uno y limpiar sus necesidades, ¿Por qué no nos das un perro?

Jughead suspiró. - ¿Saben que su madre y yo nos vamos a casar en Italia? -les preguntó a las niñas cambiando el tema y Betty soltó una carcajada.

- ¿En Italia? -Sarah abrió sus ojos como platos.

- Si. -asintió Jughead.

- ¿Cuando? -cuestionó Valerie.

- Aún no sabemos, pero vamos a comenzar con los preparativos. -explicó Betty.

Jughead aparcó el auto y juntos bajaron del auto. Mientras el llevaba a una niña de cada mano Betty tenía en sus brazos al bebé que comenzaba a despertar.

Entraron y tomaron una mesa para cinco. Cuando Marco comenzó a quejarse Betty suspiró y de su bolso tomó un biberón con leche para dárselo.

Pidieron todos lo que comerían y Sarah miró a su mamá. - Mami, ¿Tu vas a diseñar tu vestido?

- Puede ser. Ya veremos. -sonrió.

Rato despues de compartir un almuerzo en familia, volvieron al auto.

Betty frunció el ceño cuando Jughead tomó la calle que no era. - Jug, nuestra casa estaba por la derecha. -dijo confundida.

El solo asintió y no dijo nada. Segundos despues, se estacionó frente a una perrera.

- ¿Que hacemos aquí? -preguntó Sarah confundida.

Betty miró a su esposo con sorpresa al entender.

- Su insistencia me cansa, así que vamos por su perro. -dijo un tanto serio, apagando el auto y abriendo la puerta.

Las niñas se miraron y bajaron con emoción tras sus padres, siguiéndolos dentro.

- Hola... ¿Vienen por un perro? -les preguntó un chico en la entrada.

Ambas niñas asintieron rapidamente y Jughead las miró con una sonrisa ladina. Se veían bastante contentas.

Desde afuera se escuchaban ladridos de distintos perros.

- Bueno, síganme. -el las guió. - Tenemos perros de toda raza y edad. Hay cachorros, como también adultos. Hay bastantes que hemos rescatado.

- ¿Rescatan perritos? -preguntó Sari.

- Claro. -el sonrió de lado. - Y los que rescatamos los traemos aquí, los cuidamos y se lo dejamos a familias como a ustedes o a cualquier persona que tenga la capacidad de darle un buen cuidado. -explicó. - ¿Ustedes lo van a cuidar?

- Si. -Valerie asintió seria. - Ya sabemos bañar perros, y sabemos que debemos limpiar todas sus necesidades.

- Y darle comida y jugar con el. -continuó Sarah.

El chico rió. - Bueno, si saben.

Mientras ellos charlaban, los seguía la pareja. Betty y Jughead estaban tomados de la mano mientras el tenía a Marco en brazos.

- Buscamos un cachorro. -explicó la rubia.

- Por aquí están los cachorros. -los guió a una jaula grande donde habían al menos seis cachorros y uno más grande, probablemente su mamá. - Esta camada es la más nueva, nacieron hace dos semanas.

Las niñas los miraron con ilusión pero como el chico no notó tanta emoción, continuó caminando.

El estaba por enseñarles otra camada, donde también habían bastantes, más de ocho cachorros, hasta que Sarah llamó su atención.

- ¡Val, mira! -Sarah llamó a su hermana del lado contrairo del pasillo, en otra jaula grande donde estaba un cahorro y su mamá.

- ¡Que lindura! -ambas se arrodillaron frente a la jaula y metieron su mano en esta para acariciar al cachorro.

El chico rió. - Ella tiene un mes aquí. -sonrió. - Es hembra y su raza es Schnauzer. Normalmente es la raza que más llevan, y a todos sus hermanitos se los llevarom rápido, por eso ella está sola ahora.

- ¡Es muy linda! -dijo Sarah mientras la acariciaban.

- ¿Se la van a llevar? -preguntó.

- ¡Si! -ambas niñas aceptaron.

Betty miró a su esposo y este suspiró mirando a la pequeña perrita. La rubia rió y dejó caer su cabeza en el hombro de su esposo.

Aunque no le agradaba mucho la idea, le gustaba ver la felicidad de sus hijas.























Convencieron al Juggie :)

Ballerinas | Bughead | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora