Ballerinas | Bughead | +18

117 | Yo también quiero

Cuando Jughead fue por Betty, ya estaba con ambas niñas, luego de ir por ellas a la escuela.

- Hola mami. -dijo Valerie.

Betty volteó a ellas. - Hola mis niñas. -les lanzó un beso y ambas rieron. Se inclinó en el asiento y dejó un beso en los labios de su esposo. - Hola Juggie.

- Hola amor. -el sonrió dejando como siempre una de sus manos en su muslo mientras conducía.

- Iugh. -ambas niñas se quejaron con una mueca de asco haciendo reír a los adultos.

- Les tengo buenas noticias. -Jughead admitió sonriendo de camino a la casa. - Ya Sarah podrá comenzar a ir a la escuela de Val.

Ambas niñas se miraron y juntaron sus manos en un chillido.

- Y por suerte estarán en la misma clase.

- ¿Cuando comienzo papi? -Sarah le preguntó.

- Mañana, pequeña. -sonrió mirándola por el espejo retrovisor.

- ¿Alcanzaste a despedirte de tus amigos de la otra escuela? -Betty le preguntó.

- Sip. -asintió.

Al llegar a la casa, Jughead se dispuso a preparar la comida para todos, mientras sus niñas hacían la tarea en la mesada de la cocina y Betty alimentaba a su bebé más pequeño, sentada junto a las niñas.

- Papi... Se me olvidó cuanto es 3x4. -admitió Sarah con el ceño fruncido.

- Cuenta. -el pidió mientras cortaba la carne.

- Val, linda, "manzana" es con z. -la corrigió ya que estaba junto a ella mirando lo que escribía.

La pelinegra suspiró y asintió para borrarlo y luego escribirlo de nuevo, esta vez correctamente.

- ¿Es 13, papá? -cuestionó la rubia más pequeña.

- No. -Jughead soltó una risa. - Es 12, pequeña. -dijo mirándola.

- Oh. -Sarah asintió y continuó dejando su atención en lo que hacía.

Luego de un rato, terminaron todos la comida. Betty miró el reloj y se levantó de la mesa recogiendo todo de esta.

- Niñas, tienen un rato para descansar. Luego se alistan para llevarlas a la academia.

- Bueno. -asintió Valerie.

- Ok, mami. -Sarah asintió y ambas subieron cada una a su habitación.

Mientras Betty ordenaba todo en la cocina, Jughead se encontraba con el más pequeño en brazos.

- Nena... Mañana tendré que ir a la empresa. -le informó a su esposa. - Pero solamente a verificar algunas cosas, siquiera debo quedarme, puedo ir con Marco.

Ella asintió. - Sabes que no te dejaría ir a trabajar con el bebé. -sonrió. - Pero no puedo llevarlo conmigo porque con Ronnie tenemos mucho trabajo. -admitió. - Pero vamos a organizarnos, a ver: en la mañana, yo puedo llevar a las niñas a la escuela, ahora que ambas estarán en la misma.

- Y yo me quedaré con Marco.

- Mhm. -asintió. - Puedes despertar un poco más tarde, y en las tardes, cuando las niñas deban ir al ballet yo me quedo con Marco y tu las llevas, y si necesitas ir a la empresa lo haces.

- Bueno, es un trato, señorita. -dijo algo divertido y se acercó a besar su mejilla haciéndola reír.

- ¿Quieres salir un rato? -le preguntó la rubia mirando la salida al patio trasero.

El asintió y juntos salieron, sentándose en el pasto, dejando al bebé sobre las piernas de la rubia.

- No te parece que... Hace falta un perro corriendo por aquí. -Betty le dijo algo divertida a su esposo, haciéndolo bufar.

- Ay no, Betts. Ya suficiente con la insistencia de las niñas. -se quejó de brazos cruzados.

Ella soltó una carcajada. - Jug... Les dijiste que lo pensarías. -sonrió de lado. - Y yo también quiero un perrito. -admitió.

- Amor... Sabes que no me gustan.

- Eso dices ahora. -lo señaló. - Pero qusiera que tengamos un perro que crezca junto a Marco y que juegue con las niñas, ¿No ves lo feliz que se ponen cuando van a la casa de tus padres?

- Aja, y me gusta, pero no me gusta la idea de un perro en mí casa. -especificó.

- Nuestra. -dijo con suficiencia. - Somos tres contra uno. O no, espera... -miró a su bebé. - ¿Tu también quieres un perrito, mi amor? -le preguntó mirándolo sonriente y el soltó una risita. - ¿Viste? Se ríe, el también quiere, ahora somos cuatro contra uno.

Jughead rodeó sus ojos con diversión. - Aún no termino de pensarlo. -se defendió, dando por terminado la discusión sobre el tema y Betty rió.

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