109 | Parque y helado

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Al día siguiente, toda la familia estaba junta en la oficina de Betty y Jughead.

Sarah y Valerie sentadas frente a Jughead quién las ayudaba con su tarea, Betty en su escritorio enviando diseños y Marco en su carriola junto a ella.

Era de tarde y ese día las niñas no tenían Ballet, así que estaban libres.

- Papi. -Sarah llamó la atención del pelinegro. - ¿Sabías que todos los años hacen un campamento de Ballet en varios países?

- Si. -los ojos de Valerie brillaron. - Con los mejores profesores del mundo, es de dos semanas.

- Eso es increíble niñas, pero ustedes están muy chicas para ir solas a un campamento en otro país. -Jughead hizo una mueca ante la idea.

Ellas bufaron. - Igual no podemos, papá. -se quejó Sarah.

- Es cierto. -asintió Valerie. - Es de 12 años en adelante.

- Bueno, les faltan 4 años y podrán ir. -Betty intervino con una sonrisa.

- ¡¿De verdad nos dejarían?! -Valerie preguntó eufórica y la rubia mayor rió asintiendo, hasta que Jughead aclaró su garganta llamando su atención.

- No. -Jughead dijo. - No las dejaría.

- Pero papá. -Sarah se quejó. - Sería increíble.

- Insisto, estarían solas por dos semanas en otro país. -negó. - Ni sueñen.

Ambas niñas se miraron con fastidio y dejaron el tema, para continuar con sus tareas.

- Betty. -Jughead llamó la atención de su esposa. - ¿Tienes mucho por hacer?

Ella negó. - Solo enviar un par de correos, en 10 minutos termino.

- ¿Y ustedes? -miró a las niñas. Ellas lo miraron.

- Yo ya terminé. -dijo Valerie.

- Yo solo termino mi dibujo y ya -explicó Sarah mientras pintaba con color rojo.

- Bueno... Cuando terminen si quieren podemos ir al parque y por un helado, ¿Quieren? -sonrió.

- Claro papi. -Sarah sonrió.

- Sip. -asintió Valerie. - Voy a cambiarme. -dijo tomando sus cosas y se fue de ahí a su habitación haciendo reír al pelinegro.

- Jug... ¿Puedes cambiar a Marco mientras termino?

- Claro. -el se levantó a tomarlo. - Vamos a ponerte más guapo campeón. -sonrió llevándoselo de ahí.

Minutos despues, Betty cerró su laptoo y notó que Sarah estaba guardando y ordenando sus cosas.

- ¿Terminaste, linda?

- Mhm. -Sarah asintió. - Me voy a alistar mami.

Betty sonrió. - Ve.

- Papi. -Valerie llamó la atención de su padre, mientras iba de la mano de Betty.

- ¿Si, princesa?

- ¿Cuando nos vas a dar un perro? -preguntó.

Betty soltó una carcajada y Jughead suspiró. Lo cierto es que le divertía mucho cuando le hablaban del tema al pelinegro.

- ¿Hasta cuando vas a preguntar?

- Hasta tenerlo. -la pelinegra sonrió con suficiencia.

- Yo también quisiera un perro papá. -admitió Sarah, quién iba junto a su padre que llevaba la carriola de Marco.

- Lo pensaré.

- Bueno, eso es un avance. -Betty se burló.

- No insistan más o no pensaré nada. - Jughead las retó de forma seria.

Ambas niñas cruzaron miradas y soltaron una risa traviesa.

Al llegar al parque, dejaron una manta extendida sobre el pasto, frente a una pequeña laguna. Las niñas estaban corriendo junto a otros niños que también se habían unido a jugar.

Mientras tanto la pareja estaba en la manta. Betty con su cabeza en las piernas de su esposo y Marco sobre el abdomen de su madre.

- Betts... Estuve pensando y... Quiero que vayamos a la cabaña, solo nosotros. -explicó. - Tal vez este viernes y volvemos el domingo.

- ¿Y eso por qué? -ella preguntó.

- Pues... De verdad quiero cambiar la forma en la que te hice sentir, y siento que necesitamos tiempo a solas.

- ¿Para follar a gusto? -preguntó sarcástica.

El rodeó sus ojos. - Se que la cagué, pero para de responder sarcásticamente a todo lo que te digo. -pidió con molestia. - Y no, no es para follar. Es lo menos que quiero hacer si hice que te sintieras como un objeto sexual.

Betty suspiró y se encogió de hombros. - Está bien, pero alguien debe quedarse con los niños.

- Hablaré con las chicas y con mi mamá. -murmuró.

- Papi. -ambas niñas llegaron con la respiración agitada. - Ya nos cansamos. -se quejó Valerie.

- Si, ¿Podemos comer helado ya? -pidió Sarah.

El soltó una risita. - No llevamos ni 20 minutos aquí princesas.

- En un ratito, ¿Si? -Betty les preguntó. - Vengan, quedense aquí conmigo y usen las piernas de su padre de almohadón como yo.

- Ah, claro. -el dijo con sarcasmo.

Las tres rieron mientras las niñas se recostaban como dijo Betty a cada lado de ella.

- Mami, ¿Marco cuando va a hablar? -le preguntó Valerie a la rubia mientras acariciaba el pie de su hermanito, que solo tenía unas medias.

- Cuando esté más grande amor. -explicó.

- ¿A que edad hablé yo? -preguntó Sarah.

- Comenzaste a decir palabras despues del año y a los 3 años hablabas fluido. -explicó la rubia mayor.

- ¿Y yo? -preguntó Valerie.

- Tu padre me dijo que cuando tenías casi 3 años. -respondió.

- ¿Y tenemos que esperar tanto para que Marco hable? -se quejó la pelinegra.

Jughead rió. - Si, pero pueden enseñarle mientras para que aprenda más rapido.

- Bueno, hermanito. -Valerie se sentó y miró al bebé. - Di mamá y papá. -pidió. - Es facil: ma-má y pa-pá.

El niño rió mirando a su hermana y ambos adultos soltaron una carcajada y Sarah frunció el ceño. - No dice nada.

- Ya, pueden enseñarle pero no ahora. -pidió Betty divertida. - Cuando comience a balbucear, se lo van a repetir y luego el intentará repetirlo.

- Hay que esperar mucho. -Valerie se quejó y volvió a recostarse junto a su madre, con su cabeza en la pierna de su padre quién acarició su cabello.

Ballerinas | Bughead | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora