185 | Dramático

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Al día siguiente en la tarde, Sarah se encontraba sola en casa.

Al llegar de la escuela se quedó dormida y sus dos hermanos se fueron al estudio con Betty, y por más de que la despertaron para saber si ella quería ir, la pereza le ganó y siguió durmiendo.

Se levantó un rato después y bajó a la cocina para prepararse un batido de fresa. Mientras lo hacía, suspiró al ver a Sally y a Simba sentados justo frente a la puerta de vidrio del patio trasero.

Para ella estaba más que claro que hacían ahí, querían que ella los sacara a su paseo diario.

Sirvió el batido en un vaso y salió, viendo como ellos comenzaron a correr y saltar junto a ella entre ladridos.

- Ya, ya, ya saldremos. -ella suspiró, sentándose a la orilla de la piscina mientras bebía su batido.

Cuando se lo terminó, tomó los collares de ambos y se los puso, tomó su móvil dejándolo dentro de su buzo de color lila y las llaves de la casa.

Salió junto a ellos, sonriéndole al vigilante de la entrada, lo cierto es que había bastante seguridad alrededor de todo el terreno Jones.

Mientras caminaba, vió un chico trotando en sentido contrario, es decir, de frente a ella, con unos auriculares.

Sonrió al reconocer a David, y él se paró frente a ella, quitándose los auriculares. - Hey, Sarah. -le sonrió mientras saludaba a los perros y los acariciaba.

- Holis. -ella sonrió de lado. - Ellos te aman. -rió.

- Son un amor. -admitió.

- Bueno, siempre se ganan a cualquier persona. Incluso a mi padre que no le gustaban los perros. -hizo una mueca y el soltó una carcajada. - Ahora no podría vivir sin ellos.

- Nadie podría resistirse. -admitió. - ¿Y por qué estás sola? -cuestionó confundido. - Digo, no parece fácil pasear a dos perros sola y con uno como Simba.

- Oh, siempre lo hago con Val, pero ella y mi hermano se fueron con mi mamá. No planeaba saacarlos ahora pero me convencieron con la mirada. -explicó algo divertida.

El sonrió de lado y suspiró. - Debo seguir.

- ¿Siempre sales a correr?

- Debo hacerlo, mi anterior entrenador antes de irme me dijo que no perdiera la costumbre y mucho menos si quiero conseguir entrar al equipo en la escuela. -informó mientras se ponía de nuevo los auriculares.

- Entonces supongo que si te veré en la escuela.

- Claro, mi mamá fue hoy, empiezo la próxima semana.

- Bien, entonces sigue, no interrumpo más. -levantó su mano libre en señal de inocencia y el soltó una risa.

- No te preocupes, te veo luego, cuídate. -le guiñó un ojo y continuó corriendo, y ella caminando junto a sus perros.

Mientras tanto, en el estudio estaban Betty y Veronica intentando decifrar como recortar una pieza de tela de un diseño que les pidieron.

Y tras ellas, estaban Valerie y Marco, la mayor amarrando restos de tela del piso alrededor de su hermano.

- Val, pero no me puedo mover. -el se quejó cuando amarró sus piernas. - Esto ya no es divertido. -negó mirando a su hermana.

Betty suspiró y miró a sus hijos. - Valerie, quítale eso. Ahora. -ordenó seria.

Debido a su frustración porque ni Veronica ni ella sabían que hacer con aquél diseño que se había convertido en un reto, estaba comenzando a estresarse, y su paciencia se estaba agotando más rápido de lo normal con las travesuras de sus dos hijos.

Ballerinas | Bughead | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora