33 | Los adultos son muy complicados

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Ese mismo día en la noche, estaban de nuevo los cuatro en casa de Betty para cenar.

Se encontraban comiendo en la mesa, ya cenando mientras charlaban.

- Betty, ¿Como vas con los trajes? -le preguntó la pelinegra con interés. - Estoy muy emocionada por el festival.

- Ay si, yo también. -Sarah dijo de acuerdo y ambas se miraron de forma cómplice.

Betty soltó una leve risita. - Yo digo que en una semana estarán listos. Al menos eso le calculo yo. ¿Y como va su pieza? Ya faltan 3 semanas. -sonrió mirándolas.

- ¡Es muy hermoso el baile! Pero lo verán en el festival, no antes. -negó Sarah. - Y valerie y yo salimos haciendo un mini solo.

- ¿De verdad? -Jughead preguntó con sorpresa y ambas asintieron.

- Si, la profesora nos dijo que nos prepararamos muy bien y que nos haría una prueba a todas para ver a quienes dejaban haciendo los solos. -explicó Valerie. - Eran cinco.

- Y ustedes están entre esas cinco. -completó Betty y ambas asintieron.

- Exacto. -dijo Sarah.

- Pues las felicito, niñas. -Jughead les dijo.

Ambas sonrieron enseñando sus dientes.

- Niñas, Betty y yo queremos decirles algo. -dijo Jughead mirando a la rubia quién se sonrojó levemente.

- ¿Malo o bueno? -preguntó Valerie.

- Bueno... Se que se van a contentar.

- ¿Que? -Sarah preguntó ansiosa.

- Betty y yo estamos juntos. -confesó, atento a la reacción de ellas.

Al escuchar eso, ambas niñas se miraron con sus ojos abiertos como platos y gritaron. Betty tapó su oído con una mano y Jughead rió.

- ¿Eso significa que somos hermanas? -Valerie preguntó.

La pareja se miró y rieron. Luego Jughead miró a su hija para negar. - No, mi vida. O sea... No es tan fácil.

- Pero somos como hermanas. -esta vez Sarah fue la que habló, un tanto confundida.

- Si, pero... Tu no eres mi hija biológica y Valerie tampoco de Betty. -explicó. - Eso por un lado, por el otro es que solo si Betty y yo nos casamos, entonces ustedes serían hermanastras.

- Cásense. -dijo Valerie obvia y tomó un sorbo de agua.

- Eso, duh. -Sarah dijo de la misma forma.

Betty soltó una risa. - No es tan fácil, niñas.

- Ay no, los adultos son muy complicados. -Sarah se quejó, levantándose de la mesa.

- Si. -Valerie hizo una mueca de acuerdo. - Pensé que seríamos hermanas.

- Ven, Val. -Sarah le pidió a la pelinegra. - Vamos a mi habitación a jugar.

- Oki. -la niña la siguió por las escaleras.

La pareja que se quedó sola y en total silencio cruzaron miradas y comenzaron a reír ante la escena tan espontánea de las niñas.

- Bueno, creo que se lo tomaron bien... -dijo Jughead.

- Obvio si. -ella rió levantándose.

El pelinegro la ayudó a recoger la mesa y llevaron todo juntos a la cocina. Mientras ella limpiaba, el la abrazó por detrás y dejó caer su cabeza en el hombro de la rubia.

- Te quiero, Betty. -el le murmuró con sinceridad. Betty dejó de hacer lo que hacía y se volteó en sus brazos.

Dejó sus manos en las mejillas del pelinegro y detalló cada lunar y facción de su rostro. Relamió sus labios y luego lo miró a los ojos.

- Te quiero, Juggie. -le respondió. El sonrió de lado y la besó lentamente.

Al separarse, sintió un nudo en la garganta mientras la veía. "Te quiero" no era precisamente lo que el quería decirle.

Pero tal vez era muy apresurado decirle lo que sentía en ese momento.

- ¿Por qué nos tenemos que ir? -Valerie se quejó bajando las escaleras junto a Sarah.

- Porque es tarde y mañana tienes escuela. -su padre le respondió obvio. - Y tu hora de dormir se pasó, señorita. Ya las dejamos jugar mucho rato.

- Ay, bueno. -se quejó.

Jughead se acercó a la rubia y dejó un delicado beso en sus labios. Betty se sonrojó levemente.

Era la primera vez que se besaban frente a las niñas, y ellas los miraron sorprendidas.

- ¿Entonces si se dan besitos? -Sarah preguntó en voz baja, con real sorpresa.

- Si. -Betty sonrió, abrazando al pelinegro.

- Que bonitos. Yo digo que si somos hermanas entonces, Val. -Sarah volvió con el mismo tema y los adultos rodearon sus ojos con diversion, cuando Valerie asintió de acuerdo.

- Bueno, nos vamos. -Jughead acarició el cabello de Sarah y la miró. - Adiós, pequeña.

- Chau Jug.

Jughead tomó en sus brazos a su hija la cual se dejó caer en su hombro. - Adiós Betty y Sari.

- Avísame cuando lleguen Jug.

- Te llamaré. -Jughead le guiñó un ojo a la rubia y se fue de ahí con su hija.

Ballerinas | Bughead | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora