55 | Besos

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Era casi medianoche, y ambas chicas Cooper se encontraban en la casa Jones.

Las niñas estaban profundamente dormidas en un sofá cada una de la pequeña sala de cine, luego de comer palomitas y ver dos películas.

Pero luego del inicio de la segunda, el sueño les ganó a ambas.

Betty y Jughead estaban en el último sofá de la sala, besándose lentamente.

Ella se separó y lo miró a los ojos. - Jug, vamos a tu habitación. -dijo acariciando su mejilla.

- ¿Y las dejamos durmiendo aquí? -el preguntó algo divertido.

- Se ven muy cómodas. -ella rió, mirándolas.

Y era cierto, ambas tenían una almohada y estaba recostadas de lado, con una manta cubriéndolas.

- Bueno. -el asintió, levantándose luego de tenderle la mano.

Arregló las mantas de las niñas para que no les diera frío y apagó la pantalla, dejando encendidas solamente las luces led del techo dándole un tono algo cálido y tenue al techo de la gran habitación.

Luego se acercó de nuevo a la rubia y juntos salieron de ahí, subiendo las escaleras hasta la habitación del pelinegro.

Al cerrar la puerta con traba, Jughead la besó de forma lenta y cariñosa, acariciando su sintura, dejándola sobre su regazo cuando se sentó en la cama.

Solo eran eso: besos. Besos tranquilos, apasionados, amorosos y lentos. Ambos sabían que ninguno buscaba más que eso.

- Te amo. -el le susurró separándose levemente de sus labios.

- Te amo Juggie. -sonrió, y besó su mejilla. - ¿Dormimos?

El asintió. - Estoy algo cansado. -admitió.

La rubia sonrió, quitándole la camiseta. Jughead la levantó y aún sentado frente a ella le quitó la ropa, dejándola solo con unas bragas.

Betty sonrió traviesa tomando la misma camiseta que segundos antes le quitó al pelinegro y con esta se cubrió.

Jughead bajó su pantalón y tomó a la rubia para guiarla a la cama.

Y así ambos se acostaron abrazados bajo las sábanas. Se dieron un último beso antes de cerrar sus ojos y dormirse profundamente solo en minutos.

A la mañana siguiente, la pareja despertó gracias a toques en la puerta.

- Papi. -era Valerie. - Tengo hambre. Y Sarah está buscando a Betty, pero creo que se fue. -la niña se quejó.

Betty soltó una pequeña risa al escuchar aquello y Jughead se sentó en la orilla de la cama frotando sus ojos.

- Ya abro. -le respondió a la niña y vió a Betty. - ¿Te quedas aquí o no te importa que sepan que dormiste aquí? -Jughead le preguntó en un murmuro mientras se vestían.

- Déjalas entrar. -se encogió de hombros.

- Bueno, pero quítate la manta para ponerte esto. -le enseñó un short de ella que había dejado en su closet.

Betty rió y se quitó la sábana descubriendo sus muslos y piernas desnudas. Jughead le puso el short y luego le puso la manta de nuevo.

Se acercó a dejar un beso en sus labios. - Buenos días.

Ella rió y Jughead fue hasta la puerta para abrirla.

- Hola papi.

- Buenos días Jughead. -Betty escuchó la voz de su hija. - ¿Sabes donde está mi mamá?

- Buenos días niñas. -el besó la frente de su hija y acarició el cabello de Sarah. - Tu mamá está aquí. -le dijo a la rubia, quitándose de la puerta para dejarle ver adentro.

- ¿Mamá? -Sarah enarcó una ceja.

- Asi que aquí dormiste el otro día... -Valerie dijo entendiendo.

- ¿Por qué duermen juntos? -preguntó la rubia más chica confundida.

- Porque estamos juntos. -respondió Betty desde la cama.

- Yo creo que es porque les asusta dormir solos. -Valerie se encogió de hombros. - Los adultos son raros... -admitió.

- ¿Puedo entrar? -Sarah le preguntó a Jughead.

- Claro. -el rió, dejándola pasar y ella se acercó a su madre.

- Mami, pensé que te habías ido. -se quejó.

Betty rió, besando su mejilla y ella se sentó en la orilla de la cama. - No. ¿Tienes hambre? -ella asintió.

- Y yo. -dijo Valerie, mientras su padre la tenía en brazos.

- Vamos, yo les haré el desayuno. Dejemos a Betty descansar. -Jughead le pidió a ambas niñas.

- Pero ya durmieron mucho. -Sarah se quejó.

La pareja cruzó una mirada algo divertida. - Bueno, pero tu mamá tiene sueño, pequeña.

Ella suspiró. - Bueno, está bien...

Y así, Jughead se fue de la habitación con ambas niñas, luego de darle una última mirada a la rubia, y cerrar la puerta.

Ballerinas | Bughead | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora