El destino se encarga de juntar a una hermosa pareja a través de sus hijas y tal vez un inconveniente sea solo el principio de una hermosa vida juntos.
¿Quién sabe? Jughead Jones y Elizabeth Cooper pueden ser unidos por el amor, y también... Por do...
- ¡If you wanna run away with me, I know a galaxy and I can take you for a ride! -Betty cantaba bastante alegre, con sus manos arriba y su vista en el camino.
Pero su ceño se frunció y bajó sus brazos al ver a su esposo sonreír, pero no cantar.
- ¡Juggie! -se quejó
- ¿Que? -preguntó algo divertido ante su chillido.
- ¿Por qué no cantas? -cuestionó.
- No me la sé, amor. -rió.
- ¿Como no? -preguntó. - ¡Es Dua Lipa, el amor de mi vida! -dijo obvia.
El la miró de forma indignada y devolvió su vista a la carretera desolada. - Pensé que yo era el amor de tu vida.
- Bueno, también tú, pero todo tiene un orden en esta vida; primero va ella y luego tú. -le dedicó una tierna sonrisa.
El rodeó sus ojos. - Ese orden no me parece justo, yo cumplo tus caprichos y te doy mucho amor, no ella.
- Igual es ella la primera. -se encogió de hombros.
- Y también te doy unos orgasmos que-
Ella abrió sus ojos como platos y lo interrumpió. - ¡Jug!
- Pero si es verdad. -se quejó.
- ¿Y eso qué? Si no te sabes Levitating. -rodeó sus ojos.
- No, pero si se otras como... No sé. -suspiró. - ¿Love again?
- Bueno esa también me gusta. -dijo rebuscándola en su playlist. - Igual me indigna mucho que no te sepas Levitating.
- Es que no me gusta mucho. -admitió.
Ella rodeó sus ojos y le dió play a Love Again.
Ambos ya tenían casi una hora de carretera, de camino a Cefalú, como Jughead había propuesto el día anterior.
Rato después, ya le habían bajado a la música de las bocinas y Betty iba mirando el paisaje. Ya estaban por llegar, según Jughead estaban a unos veinte minutos.
Y ahora estaban pasando por una carretera, en la cima de una colina desde la que tenían una perfecta vista del mar.
- Que hermoso es, Jug. -sonrió sacándole una foto con su móvil.
El sonrió y no dijo nada, se sentía tranquilo y en paz, en un viaje con su esposa, le estaba dando a conocer las ciudades y cosas que el había conocido de niño.
Y aunque en ciertos momentos recordaba a sus hijos y pensaba 'sería increible que ellos también estuvieran aquí', sabia muy bien que en otro momento tendría la oportunidad de enseñarles también a ellos todo eso.
Ahora era momento de estar con ella, con el amor de su vida, de compartir solos como pareja y esposos junto al otro esos momentos únicos e inolvidables.
- ¿Por qué estás tan callado, Juggie? -ella cuestionó mirando a su esposo.
El se encogió de hombros. - Solamente me siento cómodo contigo, no necesito hablar. -admitió y le dedicó una cálida sonrisa. - Pero dime si quieres hablar de algo. -dijo algo divertido.
Betty rió y negó. - Por ahora no. -sonrió, dejándose caer de nuevo contra el asiento y el dejó su mano en su muslo, acariciándolo lentamente.
Al llegar, Jughead miró todo con cierta nostalgia, y muchos recuerdos con sus padres inundaron su mente.
- En esa plaza una vez me caí y me fracturé el pie. -dijo algo divertido señalando una plaza con una fuente en medio, donde varios niños corrían alrededor.
Betty soltó una carcajada. - ¿Como pasó eso?
- Bueno, piénsalo; era un niño de 5 años, corriendo tal como esos niños sin pensar en que podría pasar. Tropecé con una piedra y caí con el pie doblado.
Ella hizo una mueca. - Eso debió doler.
- Casi no recuerdo lo que se sintió. ¿Alguna vez te pasó algo así?
- Bueno, me rompí la cabeza por aquí atras. -admitió tocándose tras la cabeza, y tomó la mano libre de el para que tocara también. - Tengo una leve fisura ahí. - Tenía 11 años y estaba aprendiendo a patinar, intentando frenar me caí hacia atras y mi cabeza dió contra algo un poco filoso. Pude morir, no sé como no fue algo mortal.
- Gracios a dios no moriste. -el murmuró y ella rió mirándolo.
Aparcó frente a un muelle y la miró.
- ¿Que te parece conocer las pintorescas calles del pueblo? -sonrió mirándola.
- Me parece una estupenda idea. -ella también sonrió.
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Cefalú, Sicilia, Italia.
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Buenos díass.
Dua Lipa también es el amor de mi vida, Betty.
Arriba en multimedia tienen el humilde auto de Jughead en el que viajaron.
