82 | Nervios

401 50 41
                                    

1/5

Volvieron a la cabaña y Jughead bajó todas las cosas con ayuda de Betty del auto para dejarlas en la cabaña.

- Bueno, me parece que lo mejor es decorarlo mañana. -Betty admitió.

- Pero mami. -Sarah hizo un puchero.

Betty rió y negó abrazando a su hija. - Mañana, niñas, ahora estoy cansada. -admitió.

- Yo igual, y debo terminar de enviar algunos correos. Hoy descansaremos bien y les prometo que mañana lo vamos a decorar todos juntos. -Jughead les sonrió.

- Bueno, está bien. -Valerie aceptó. - Ven, Sari, juguemos arriba. -le pidió a la niña rubia y ella asintió, para luego ambas subir juntas.

Betty se acercó por detrás a su novio cuando el encendió su laptop y dejó varios besos en su mejilla.

- ¿Que quieres? -el preguntó divertido.

- Ay, Juggie. -Betty se quejó con un puchero cuando el la miró. - Siempre te doy muchos besitos y amor.

- Bueno, si. -el asintió. - Pero se que quieres algo, te conozco.

La rubia se sonrojó levemente. - Bueno... Tal vez, solo tal vez quiero que pidas pizza. -sonrió ladeando su cabeza.

El pelinegro soltó una carcajada y asintió para luego besar sus labios. - Bueno, ya lo haré, nena. -sonrió y se volteó hacia ella para acariciar su cintura. - ¿Estás cansadita, mi amor? -le preguntó.

- Si, Juggie. -ella asintió como una bebé. - Caminamos mucho hace rato.

- Que flojita, mi vida. -rió y besó sus labios. - Ve a recostarte y las llamaré cuando lleguen las pizzas, ¿Te parece?

- Bueno, Juggie. -ella besó sus labios de nuevo. - Te amo.

- Te amo. -rió viéndola subir las escaleras.

Mientras tanto, en la habitación donde se estaban quedando las dos niñas y dormían juntas, se encontraban hablando en secreto.

- Creo que el plan no funcionó como pensamos, Sari. -Valerie le admitió en un murmuro a su amiga.

Sarah negó. - No, Val. No funciono. -se quejó también murmurando.

- ¿Entonces que debemos hacer? -Valerie se tiró hacia atras en la cama con frustración.

Su amiga se recostó junto a ella sintiéndose igual. - No se, ¿Preguntarles cuando estemos juntos todos?

- ¿Tu crees que eso funcione? -Valerie enarcó una ceja mirándola al sentarse de nuevo en la cama.

- Yo creo que si. -se encogió de hombros.

- Bueno, lo hacemos mañana, ¿Te parece? -sonrió, estirando su mano a la rubia.

Esta la tomó y ambas las estrecharon, como cerrando un trato. - Si. -Sarah asintió en respuesta.

Luego de un rato, cuando Jughead recibió las pizzas, llamó a las tres chicas. - ¡Llegó la cena!

Las primeras en bajar fueron las niñas, bastante apresuradas.

- Veo que tienen hambre. -el dijo algo burlón al ver que ellas se sentaron a la mesa. - Pero deben lavar sus manos primero.

- ¡Yo primero! -Valerie se apresuró a levantarse para ir al baño del primer piso.

Sarah la siguió, también corriendo. - ¡Val!

Jughead rió y mientras llenaba cuatro vasos de hielo y vió a su novia bajar las escaleras mientras se frotaba un ojo.

Soltó una risita y se acercó a ella a brazarla. - ¿Dormiste, mi amor?

Ella asintió. - Mhm. Tengo hambre. -murmuró.

El acarició su cabello y la separó levemente de su pecho para besar sus labios. - Siéntate, las niñas están lavando sus manos.

Betty se sentó en la mesa y las niñas volvieron, Jughead dejó las cajas de pizza sobre la mesa y se sentó también.

- Una sin cebolla. -le dió la caja a Sarah. - Y otra con cebolla. -la otra se la tendió a Valerie.

- Gracias. -ambas dijeron al unísono y ante eso cruzaron miradas, para luego soltar una risa junto a los adultos.

Al día siguiente, ya se encontraban juntos los cuatro armando el árbol y decorando la cabaña con todos los adornos que comparon el día anterior.

- Este aquí, ¿No, Sari? -Valerie le preguntó a su amiga, dejando uno de los muñecos de madera en la mesa de centro.

- Si. -sonrió. - Que lindo, Val.

Mientras los adultos charlaban entre sí y estaban concentrados en lo que hacían, las niñas cruzaron miradas, para luego sentarse a cada lado de la pareja.

- Mami... Si nosotros somos como una familia, ¿Yo le puedo decir papá a Jughead? -preguntó Sarah inocentemente, dejando caer su cabeza en el brazo del pelinegro.

- Y yo a ti mamá, Betty. -Valerie dijo de la misma forma, mirando a la rubia.

Ambos adultos cruzaron miradas, y aunque Jughead se notaba tranquilo, los nervios se estaban apoderando de ambos.























Debo admitir que es divertido ponerles metas para publicar más JAJAJAJA.

Ballerinas | Bughead | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora