123 | Es linda

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Días despues, Betty se encontraba en el estudio junto a Veronica. Ya era de noche, pero debían terminar un vestido que era para entregar el siguiente día, por eso seguían ahí.

Mientras tanto en la casa, Jughead se encargó de dormir a sus niñas y luego a Marco, quién no había dormido tanto durante el día, así que cuando lo alimentó, este se durmió profundamente.

Salió de la habitación del bebé y entró a la suya en busca de su teléfono para llamar a Betty.

- Amor. -el dijo cuando ella respondió.

- Hola Juggie. -su voz se oía cansada.

- ¿Te falta mucho, nena?

- No. Ya iré a casa, en unos 20 minutos. -explicó.

- Bueno, cuídate. -le pidió. - Te esperaré despierto, enviame un mensaje antes de salir.

- Ok Juggie.

El cortó la llamada y entró al baño para comenzar a llenar la bañera con agua caliente. Encendió algunas velas y bajó a la cocina para calentar en el microondas la cena de su esposa.

Luego se sentó en la sala y se dispuso a esperar, mientras miraba televisión.

Mientras el estaba en el sofá con sus pies en el piso, Sally se acercó, recostando su cuerpo en uno de sus pies.

Jughead la miró con una ceja enarcada y rió. - Ey, ahí no. -negó. - Tu tienes tu cama. -señaló junto al sofá.

Ella se levantó y movió su pequeña colita de lado a lado con su lengua afuera. Jughead suspiró y la tomó con cuidado para dejarla en la camita.

Volvió al sofá y solo segundos despues la perrita volvió junto a su pie, mirándolo fijamente.

- ¿Que? -suspiró. - Está bien... -murmuró, tomándola para subirla junto a él al sofa, dejándola sobre sus piernas.

Se recostó en el espaldar con sus manos tras su cabeza, pero al notar que Sally seguía mirándolo y no se recostaba, se sentó de nuevo.

- ¿De verdad? -preguntó incrédulo y luego bajó una de sus manos para acariciarla, y ahí ella comenzó a ponerse cómoda entre sus piernas.

Para cuando Betty entró a la casa y vió a Jughead en el sofá sonrió de lado. El estaba profundamente dormido.

Dejó sus tacones en la entrada y su cartera en la mesa, para luego acercarse al sofá dispuesta a despertarlo para acompañarlo a la cama.

Pero al ver la escena: el dormido con la perrita en sus piernas también profundamente dormida sonrió.

- Juggie. -movió levemente su hombro y acarició su brazo. - Jug.

El abrió sus ojos lentamente. - Shh. -le pidió dejando su dedo contra sus labios. - La despiertas.

- Pensé que no te gustaban los perros. -se cruzó de brazos divertida.

- Es linda. -admitió. La tomó cuidadosamente y la dejó en su cama, donde ella dió varias vueltas y volvió a recostarse para seguir durmiendo. - Es que pensó que mi pie era su cama. -se quejó tomando a la rubia de la cintura.

- Lástima que no les tomé una foto para molestarte luego con las niñas. -hizo un puchero y el rió.

- Gracias a dios. -murmuró y se acercó a ella para besar sus labios. - Tu cena está en el microondas y te espera un baño de burbujas con masaje incluído. -dijo divertido.

- Suena bien. -admitió y lo abrazó. - Cenaré antes.

Luego de que Betty terminó su cena, apagaron todas las luces de la primera planta y subieron juntos a su habitación.

Al entrar Betty se metió al baño y comenzó a quitarse la ropa. Mientras lo hacía, sintió que Jughead tras ella bajaba sus pantalones y ropa interior.

Minutos despues ya ambos estaban desnudos dentro del agua.

Jughead se sentó con Betty frente a él entre sus piernas y comenzó a masajear lentamente en sus hombros.

La rubia cerró sus ojos relajándose.

Ballerinas | Bughead | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora