En la mañana, Betty fue la primera en despertar. Sonrió al recordar la noche anterior, y se libró cuidadosamente del agarre que su esposo tenía en su cintura.
Se levantó, completamente desnuda para entrar al baño y ducharse, ya que luego de toda la acción, ambos estaban muy cansados como para hacerlo.
Se dió una ducha y salió un rato despues con el cabello húmedo, destilando gotas de agua. Lo cubrió con una toalla y se cubrió el cuerpo con otra.
Al salir, vió a su esposo ya despierto, con una mano en su pecho desnudo y la otra estirada en la cama.
- Nena. -dijo con voz ronca. - ¿Por qué despiertas tan temprano? -se quejó.
- No sé, solo desperté. -sonrió. - Y tenía ganas de ducharme. -se encogió de hombros, abriendo la maleta junto a la cama para tomar unas bragas de esta y ponérselas.
Luego abrió el closet y tomó una camiseta de su esposo, se secó bien el cuerpo, sin importarle que el viera y se puso crema hidratante, para cubrirse con la camiseta.
Secó bien su cabello y lo desenredó rapidamente frente al espejo, luego llevó las toallas al baño y salió de camino a la cama, para recostarse junto al pelinegro de nuevo.
- Buenos días. -murmuró acariciando su mejilla y se acercó a dejar un beso en ella.
- Buen día mi amor. -el respondió. - Tengo sueño aún. -hizo un puchero.
Ella rió acariciando su cabello, cuando el dejó su cabeza sobre su pecho.
- Si quieres sigue durmiendo y yo iré a preparar el desayuno, Marco aún no despierta y las niñas parece que tampoco.
- Bueno. -asintió. - Te amo.
- Te amo Juggie, te despertaré para desayunar.
- Está bien. -el sonrió de lado cuando ella se levantó de la cama y salió de la habitación.
Betty se asomó a las tres habitaciones, donde vió a sus tres hijos aún profundamente dormidos.
Bajó a la cocina y revisó todos los estantes, para verificar que estuvieran todos los ingredientes para hacer los hot cakes.
Pero luego recordó que Jughead había mandado a sus empleados por comida para su llegada, así que había lo necesario y suficiente.
Terminó y los dejó todos en una bandeja cubiertos, cuando escuchó pasos en la escalera.
- Mamá. -era Sarah, frotando su ojo derecho.
- Hola linda. -sonrió al verla. - ¿Val despertó?
Ella negó. - Nop. Tengo hambre. -admitió sentándose en la mesada.
Betty soltó una risita. - ¿Quieres despertar a tu hermana y a tu padre mientras sirvo los hot cakes?
Ella asintió. - Bueno.
Subió las escaleras para ir primero a la habitación de su hermana. Se acercó a la cama y la movió levemente.
- Val, ven a desayunar.
La pelinegra abrió sus ojos. - Cinco minutos más. -pidió.
- No Val, acompáñame a despertar a papá. -Sarah insistió.
Minutos despues, luego de que la pelinegra se levantó con lentitud y cansancio, aún adormilada, fue junto a su hermana a la habitación de los mayores.
Entraron y se sentaron una a cada lado de su padre.
- Papi. -Sarah murmuró.
- Papi, mami hizo el desayuno. -continuó Valerie.
El se removió y sonrió al mirarlas. - ¿Por qué no me dejan dormir? -entrecerró sus ojos mirándolas.
- Mamá me pidió que te despertara. -Sarah se defendió dejando sus manos en alto.
- Y yo la ayudé. -Valerie se encogió de hombros.
El rió y suspiró, recordando que estaba casi desnudo. Muy inteligente, Betty. Pensó. Menos mal que estaba cubierto con las mantas, solo se veía parte de su pecho desnudo.
- Ya bajo, vayan con su madre, ¿Si? -les pidió sin levantarse.
- No. -Valerie negó cruzada de brazos.
- Luego no te vas a levantar, papá. -Sarah lo retó.
El suspiró. - Niñas, bajen. Ya me levantaré.
- ¿Seguro? -la pelinegra enarcó una ceja mirándolo.
- Seguro. -asintió el.
Ambas niñas se miraron y luego le dieron una última mirada de forma seria a su padre para levantarse de la cama, e irse de la habitación cerrando la puerta tras ellas.
Jughead soltó una risita y se levantó, buscando en su closet unos pantalones de pijama, y entró al baño para cepillar sus dientes y lavar su cara.
Minutos despues bajó y vió que ya sus hijas estaban comiendo en la mesada, pero no vió a Betty.
- ¿Y su madre? -preguntó entrando para tomar su plato.
- Aquí estoy. -Betty dijo llegando también por las escaleras, con Marco en sus brazos.
El sonrió y los dos se sentaron en la mesada a comer su desayuno en un cómodo silencio.
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Ballerinas | Bughead | +18
Fiksi PenggemarEl destino se encarga de juntar a una hermosa pareja a través de sus hijas y tal vez un inconveniente sea solo el principio de una hermosa vida juntos. ¿Quién sabe? Jughead Jones y Elizabeth Cooper pueden ser unidos por el amor, y también... Por do...