126 | Me duele

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Mientras cenaban, Betty le habló a su esposo.

- ¿Y que hicieron Marco y tú en la empresa? -preguntó.

- Bueno, estuvimos con mi papá. Fue una mujer del heraldo de Riverdale a hacernos una entrevista. -informó.

Betty se atragantó con el agua que bebía en ese momento y tosió, para luego mirarlo un tanto sorprendida. - ¿D-del Heraldo? -preguntó.

- Si. -el asintió extrañado. - ¿Por qué?

La rubia negó. - Nada... -murmuró. - ¿Y como se portó Marco? -preguntó, cambiando de tema.

- Bien. -admitió. - Estuvo casi todo el rato con mi padre.

- Papi. -Valerie llamó la atención del pelinego. - ¿Cuando vendrán mis abuelos para que conozcan a Sally?

- ¡Cierto! -Sarah exclamó. - La abuela ama los perros, va a amar a Sally. -dijo y Valerie asintió de acuerdo.

- Bueno... Si quieren los invitamos el fin de semana a almorzar, ¿Les parece? -ambas asintieron sonrientes.

Cuando terminaron de comer, Betty miró a ambas niñas.

- Lindas, vayan a alistarse para dormir. Su padre y yo acomodaremos todo y ya subiremos para acompañarlas a dormir, ¿Si? -ellas asintieron.

- Bueno mami.

Ambas subieron las escaleras, dejando a la pareja sola.

- Betts... ¿Por qué reaccionaste así? -preguntó mientras tomaban todo de la mesa. - No quise preguntar por las niñas.

- Hablamos en la habitación. -ella le pidió en un murmuro, y el asintió.

Luego de ordenar todo en la cocina, fueron a la habitación de cada niña por separado. Betty a la de Sarah y Jughead a la de Valerie.

- Descansa princesa. -Jughead arropó a su hija y apagó la lampara junto a su cama, para luego besar su frente. - Te amo.

- Te amo papi. -ella sonrió. - ¿Mami viene a despedirse?

Jughead soltó una risa. - Bueno, debemos hacer cambio. -dijo divertido saliendo de la habitación.

Al llegar a la de Sarah vió a Betty besar la mejilla de su hija. - Te amo linda, descansa.

- Te amo mami.

- Que lindas. -Jughead sonrió entrando. - Val te espera en su habitación. -le informó a Betty y ella se fue luego de dedicarle una sonrisa a Sarah.

Cuando ambos se despidieron de sus niñas y las dejaron durmiendo, se metieron a su habitación cerrando con traba.

- ¿Me vas a decir? -Jughead cuestionó mirando a su esposa.

- No es nada, Jug. -negó acercándose a él. - Solo que... Cuando dijiste "El Heraldo de Riverdale" recordé a mi familia, y bueno...

El suspiró y se acercó para abrazarla entre sus brazos.

- Ella era dueña del Heraldo. -murmuró.

- Ya, amor. -pidió separándola para acariciar su mejilla. - Se que tal vez nunca deje de doler, pero ni tus padres o tu hermana te merecen, ellos te dieron la espalda cuando los necesitaste... A ti y a nuestra niña. Enfócate en lo bueno, en la increíble amiga que es Veronica y en todo lo que sus padres y ella te apoyaron.

- Eso hago, Jug. -asintió. - Pero me duele saber que probablemente ellos continuaron con su vida perfecta, como que si yo nunca hubiera existido...

- Entiendo, nena. -asintió y besó su frente delicadamente. - ¿Que quieres hacer? Si quieres llorar yo puedo acompañarte. -dijo algo divertido.

Ella soltó una leve risita y negó. - No, pero puedes hacerme muchos mimos hasta que me duerma...

- Bueno. -el sonrió. - Todo sea porque mi esposa se sienta mejor, ¿Verdad?

La tomó en brazos mientras ella reía y se recostó en la cama junto a ella, cubriéndolos con las sábanas para comenzar a dejar caricias en su cuello y brazos.

Betty dejó un beso en su pecho desnudo y sonrió mirándolo para luego apegarse más a él, cerrando sus ojos, disfrutando de las lentas y delicadas caricias.

























LES DIJE HOLI EN EL CAP ANTERIOR Y NADIE ME DIJO HOLI 😡

Ballerinas | Bughead | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora