170 | Marcar la diferencia

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Al día siguiente al mediodía, los cinco estaban en la oficina de Jughead de la empresa almorzando juntos, como Betty había propuesto el día anterior.

El sonrió mientras la veía comer el sushi que habían ordenado. La amaba de una forma inexplicable, y eran esos pequeños detalles que marcaban la diferencia, eran esos los que mantenían su amor intacto y cada vez más fuerte.

Aunque fue ella la que se quejó de que no se veían mucho durante el día, ambos buscaron una solución y dieron opciones. Y así era siempre, si alguno de los dos no estaba de acuerdo con algo.

Cuando terminaron, Betty se sentó en las piernas de su esposo y el dejó su mano derecha en sus piernas.

- Marco, ¿Te quedas aquí con tu padre o te irás conmigo al estudio? -preguntó la rubia al menor.

El hizo una mueca y negó rapidamente con su cabeza. - Me iré contigo mamá, no quiero hacer todas esas cosas que hacen mis hermanas aquí.

Ambos adultos rieron y Betty besó los labios de su esposo para levantarse y tomar sus cosas. - Entonces vamos.

El también se levantó y tomó su bolso de la escuela.

- Los veo en la noche, los amo. -le dijo a los tres.

Sus dos hijas le lanzaron varios besos al aire haciéndola reír, y luego tomó la mano del menor de los Jones para irse de ahí con él.

- Bueno, ya fue mucho descanso para ambas. -Jughead se levantó de su silla mirando a sus hijas. - Síganme. -les pidió abriendo la puerta.

Ambas se miraron y se levantaron para seguirlo. El las llevó al sótano del edificio, marcando en el asensor el botón S6, que quería decir sótano seis, el último hacia abajo.

Eran cinco sótanos de estacionamiento, y el último una especie de almacén.

Cuando las puertas del ascensor se abrieron, Jughead las guió a ambas por un pasillo hasta la última habitación, la cual se notaba ser bastante grande aunque las luces estaban apagadas.

El las encendió revelando montones de cajas de cartón y muchos papeles dentro de estas.

- Aquí traen todos los residuos reciclables de todas las oficinas del edificio. -explicó caminando entre las cajas.

- ¿Y qué haremos? -preguntó Sarah.

- Van a separar todo; las hojas que se puedan reutilizar, es decir, las que tenga una cara en blanco las van a separar en una parte, las que estén rayadas de ambas caras las van a triturar. -señaló dos trituradoras de papel. - Y los papelillos los van a dejar dentro de esas bolsas. -tomó unas bolsas grandes del piso y las dejó frente a ellas. - El cartón irá a otra caja, y el plástico a otra.

- ¿Y luego de eso? -preguntó Sarah.

El rió y se cruzó de brazos contra una pared. - ¿Luego de eso? Deben separar todo, y les aseguro que no terminarán en un solo día.

Ellas bufaron y el sonrió acercándose a dejar un beso en la frente de ambas. - Ya empiecen y no pierdan el tiempo, tienen bastabte trabajo. Las amo. -les guiñó un ojo y se fue.

- Esto hace que no quiera siquiera salir de mi habitación para no ser castigada de nuevo. -Valerie hizo una mueca.

- Entonces significa que su castigo funcionó. -Sarah rió y ambas comenzaron a hacer lo que su padre les pidió.

Dos horas despues, Jughead recibió una llamada de su esposa y respondió.

- Nena.

- Juggie, ya terminé aquí en el estudio. Se que hoy ibas a hacer las compras, pero puedo ir ahora con Marco. -explicó.

El sonrió. - ¿Segura?

- Sipi. -ella asintió. - No tengo ningún problema, ¿Como vas tú, y las chicas?

- A mí aun me falta para terminar hoy, y justo ahora iré a ver como van las chicas, las dejé separando y ordenando los papeles del almacén.

Betty rio levemente. - Bueno, te amo.

- Te amo mi vida, envíame un mensaje cuando lleguen a casa.

- Claro. -ella respondió y cortó la llamada.

Jughead se levantó y fue al ascensor, para dirigirse al almacén donde estaban sus hijas. Al llegar las vió a ambas sentadas en el piso triturando hojas.

- ¿Como van? -sonrió mirándolas, recostándose contra el marco de la puerta.

Sarah lo miró con un puchero. - Me he cortado con papel como tres veces, papi.

El rió. - Ten más cuidado, princesa. En un rato le pediré a Marie que les traiga gaseosa y galletas.

Valerie sonrió. - No me quejo.

El soltó una carcajada. - Por supuesto que no.





























Holi!

Estaré muy ocupada la próxima semana, les aviso para que no se asusten por si no publico tanto.

Espero que les guste este cap, bye! 💗

Ballerinas | Bughead | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora