78 | Nuestra

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Pasó otra semana más, y ya todo estaba casi listo en la casa para que Betty y Sarah pudieran mudarse definitivamente.

Pero era jueves por la noche, y ellas estaban terminando de empacar las últimas cosas con ayuda de Veronica.

- ¿Venderás esta casa? -la pelinegra le preguntó a su amiga.

Ella negó. - Por ahora no.

- ¿Por qué? -frunció el ceño.

- Nada malo, tal vez me sirva para invertir en un futuro. -sonrió. - O para dejarsela a Sarah cuando crezca. -rió, mirando a su hija.

Esta levantó la mirada con sus ojos abiertos como platos. - ¿Para mi?

- Es broma, linda. -Betty rió.

- Ah. -bufó.

- Linda... ¿Que te parece ir a ducharte y alistarte para dormir? Ya es tarde y tienes escuela mañana...

- Bueno, mami. -ella asintió y se fue de la habitación, dejando a las dos mujeres solas.

Veronica, quién se encontraba bastante concentrada doblando ropa en la cama, sintió la mirada de su amiga y la miró también.

- ¿Que? -preguntó.

- ¿Que te pasa? -enarcó una ceja. - Estas extraña desde hace unos días... -admitió.

Veronica suspiró, dejando lo que hacía. - Ya decidí alejarme de Charles. -admitió y bajó su mirada.

- V... -Betty se sentó a su lado.

- Es lo mejor, B. Siento que... Solo me utiliza. -murmuró. - Si hubiera querido pedirme que sea su novia lo hubiera hecho hace bastante, considerando todo lo que hemos pasado estos meses...

- Bueno, V, no soy nadie para evitar que lo hagas. -dijo y la abrazó. - Y si quieres hacerlo está bien, debes estar con alguien que te haga sentirte bien, no usada. -le dió una sonrisa triste al separarse.

- Lo sé, por eso mismo lo haré. Quiere que salgamos mañana, ahí hablaré con el.

- Si me necesitas luego, llámame. No importa la hora que sea, ¿Si?

Veronica asintió y le sonrió a la rubia. - Si, B.

Al día siguiente, en la mañana Betty y Jughead se encontraban en la casa de la rubia, metiendo las últimas cajas en la camioneta de él.

Eran pocas, porque ya la mayoría de sus cosas estaban en la casa que ahora sería de ambos.

- ¿No falta nada? -el le preguntó, al ver la casa vacía.

- No. -Betty negó y se acercó a abrazarlo. - ¿Vamos?

El sonrió acariciando su cintura. - Vamos, amor.

Ambos subieron a la camioneta de Jughead luego de asegurarse de dejar todas las puertas y ventanas de la casa cerradas.

- Entonces... ¿Desde hoy estarán oficialmente mudadas? -el enarcó una ceja, mirando a la rubia y luego encendió el auto.

Betty sonrió. - Claro, Jug.

- Ya verás la habitación de Sarah, la va a amar... -admitió mientras conducía. - La terminaron ayer y a Valerie le encantó.

- No dudo que le vaya a encantar... ¿Tu irás hoy a la empresa? -le preguntó.

- No. ¿Por qué?

- Me quedaré ordenando mis cosas en la hanitación, ¿Me ayudas? -hizo un puchero.

- ¿Quieres decir en nuestra habitación? -sonrió mirándola.

Ella se sonrojó levemente y asintió. - Si, Juggie.

- Claro, te ayudaré, amor. -se encogió de hombros.

- Ay, ya me cansé. -Betty se lanzó en la cama dramáticamente y su novio rió, recostándose junto a ella.

Pasaron un par de horas ordenando las cosas de Betty en el estudio, y también su ropa en el vestidor y closet de la habitación.

- Que dramática, nena. -el se burló.

- Ya hicimos mucho. -se quejó.

- Y aún faltan muchas cajas. -rió, y besó su frente. Luego vió el reloj junto a la cama. - Pero ya es hora de ir por las niñas, ¿Voy yo?

- Sip. -sonrió. - Y yo haré nuestra comida mientras.

- Está bien. -se acercó a besar sus labios lentamente y se levantó. - Ya vuelvo. -dijo antes de tomar su billetera y su móvil y luego se fue.

Al volver a la casa, ya junto a las niñas, Sarah corrió hasta la cocina a saludar a su madre.

- Hola mami. -la abrazó.

- Sarah, ven aquí. Val y yo queremos enseñarte algo... -Jughead sonrió, al igual que Valerie, la cual se notaba bastante emocionada.

- ¿Que? -preguntó confundida.

Valerie se apresuró a tomar su mano y guiarla escaleras arriba siguiendo al pelinegro, y pararon justo frente a la puerta de una habitación.

- ¿Que hay adentro? -Sarah preguntó. - Me dijeron que aún le faltaba mucho y que tendría que dormir un tiempo con Val...

- Bueno, eso no era cierto. -Jughead admitió y sonrió al ver que Betty también apareció en el pasillo, antes de que el abriera la puerta.

Al hacerlo, Sarah cubrió su boca sorprendida y entró a pasos lentos, poniéndole atención hasta al más mínimo detalle de la habitación.

- Es hermosa... -murmuró y volteó hacia los tres, quienes la miraban sonrientes. Miró a Jughead y se apresuró a abrazarlo. - Gracias, Jug...

- No hay de qué, pequeña. -el acarició su cabello.

La niña luego abrazó a su madre y a Val, agradeciéndoles también.

- ¿De verdad es mía? -preguntó incrédula.

- ¡Obvio, Sari! -Valerie asintió y entró junto a ella, señalando el cuadro sobre la cama, el cual era de una bailarina. - Mira, lo elegí yo. -dijo un tanto egocéntrica. - Sabía que te iba a gustar.

- ¡Me encanta, Val! -admitió, y sus ojos brillaron de nuevo al ver toda la habitación.





















Imaginemos que el cuadro de la foto tiene una bailarina. :)

Bueno, ver a Jughead muerto (aunque era mentira) aún me duele porque si me lo creí la primera vez que vi el 14x4 😭

Ballerinas | Bughead | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora