37 | Amor

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- ¿Por qué quisiste irte así? -el preguntó, algo ansioso. - Entiendo si sientes que fui muy apresurado al decirte lo que te dije, pero-

Ella rapidamente lo interrumpió. - Primero déjame disculparme. -le pidió. - No debí pedirte que me llevaras a mi casa sin antes explicarte. Pasé una noche de mierda porque lo único que pensé fue en lo que pude herirte por irme así, aunque no te dije ni una palabra.

- Tampoco pasé la mejor noche. -le dió una triste sonrisa. - Y debo admitir que si me sentí muy mal.

- Lo siento. De verdad. -murmuró mirándolo a los ojos. - Ahora quiero que entiendas porqué reaccioné así...

- Te escucho. -le permitió hablar.

- Te lo he dicho muchas veces y sabes por todo lo que pasé. Desde que estamos juntos, el primer día te dije que tenía miedo... Realmente no quiero que me pase lo mismo otra vez.

- Betty, muchas veces te dije que no quiero eso. Esa no es mi inteción contigo. ¿No me crees?

- Lo hago. -asintió. - Pero... En el momento en que lo dijiste miles de recuerdos me golpearon. -lo miró con los ojos algo cristalizados. - Cuando el padre de Sarah me dijo que me amaba, y yo le creí... Y luego al embarazarme me abandonó. Eso me ha atormentado por mucho tiempo, Jug. -una lágrima cayó de su ojo. - Y se que tú no eres él, y tampoco puedo compararlos. Eres increíble, un excelente padre y novio. -admitió. - Pero no pude controlarme y dejé que mis inseguridades se apoderaran de mí, haciendome tener esa reacción.

El suspiró y tomó sus manos. - Lo entiendo. Entiendo todo, ¿Ok? Pero aún así, yo solo dije lo que sentía. Si tu no te sientes preparada para decirlo también, yo lo entiendo. -le sonrió de lado. - No quiero presionarte, y lo siento si te puse en un aprieto al decírtelo, no debí. -negó.

Ella sonrió de lado y se apresuró a negar con su cabeza. - No, Jug. -murmuró, levantandose para sentarse en su regazo y lo miró a los ojos. - Reaccioné así por malos recuerdos del pasado, no porque no te ame. -acarició su mejilla. - Yo también te amo, Jug.

Jughead relamió sus labios y sonrió. Un brillo apareció en sus ojos al escuchar aquellas palabras de la rubia.

La acercó del cuello y Betty inclinó su cabeza hacia adelante para unir sus labios en un beso lleno de amor.

Amor...

Que bien se siente decirle a la persona que amas lo que sientes y ser correspondido.

Se separaron con la respiración algo agitada por aquel beso y ella le sonrió.

- Lo siento. -repitió una vez más. - Prometo que comenzaré a trabajar en mis inseguridades, porque tu no eres culpable de ellas, y no tienes que pasar malos ratos por mi culpa.

El dejó un mechón de cabello tras la oreja de la rubia. - Si estamos juntos, es en todo. Para apoyarnos mutuamente y mejorar ambos. -especificó. - Así que yo no te dejaré sola superando tus inseguridades. -negó. - Y estaré nuy feliz cuando lo logres, y miraré orgulloso como dejas el pasado atrás para dejar de vivir con miedo.

La rubia insonscientemente hizo un puchero con sus labios, con los ojos cristalizados.

- Te amo tanto... -admitió, besando sus labios de nuevo.

Hicieron de ese beso uno más agitado, demostrando pasión y necesidad.

Jughead la acercó de la cintura, metiendo sus manos bajo su camiseta y abrieron sus bocas dando paso a sus lenguas.

El pelinegro se levantó con ella aún en brazos y sin separar sus labios caminó hasta las escaleras.

Al llegar, la bajó y ambos subieron rapidamente. Entraron a la habitación del pelinegro de nuevo entre apasionados besos, hasta que cayeron en la cama.

Comenzaron a quitarse la ropa apresurados, sin nada de paciencia, hasta que ambos estaban completamente desnudos y sus pieles totalmente apegadas.

Jughead besaba el cuello y pechos de la rubia, cuando ella tomó el condón que el le tendió segundos antes y lo abrió cuidadosamente.

Le puso el preservativo cubriendo su miembro erecto y el la dejó caer de nuevo en la cama para besarla con pasión.

Se separó levemente y se miraron fijamente.

- Te amo. -el murmuró con la voz ronca, guiando su miembro a la entrada de la rubia.

Cuando estuvo completamente dentro, ella dejó sus piernas en su cintura para acercarlo lo más posible y mordió su labio. - Te amo, Jug.

El comenzó a mover su pelvis, dando fuertes estocadas dentro de ella, haciendola jadear y gemir complacida.

Sus manos estaban entrelazadas, mientras se besaban con pasión y conectaban sus miradas llenas de deseo.

Cuando ambos obtuvieron el orgasmo, Jughead se dejó caer en la cama y la dejó sobre él.

- ¿Esta vez si vas a dormir conmigo? -el preguntó un tanto divertido, acariciando su mejilla.

Betty rió con las mejillas sonrojadas. - Por supuesto, Juggie. -aceptó.

Dejó un último beso en sus labios, para recostar su cabeza en el pecho del pelinegro y así, ambos abrazados totalmente desnudos bajo las sabanas, cayeron profundamente dormidos.


Ballerinas | Bughead | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora