28 | Provocar

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Al llegar a su casa el pelinegro como siempre le envió un mensaje a Betty.

Acompañó a su hija a dormir para leerle un cuento y cuando se durmió el se fue a su habitación, para volver a escribirle a la rubia.

Betty Cooper

Betts, algunas veces
odio que las niñas no sepan
de lo nuestro.

Quiero besarte, no pude
hacerlo al despedirme :(

Ay, Juggie.

Pronto les diremos.

También quiero hacerlo.

Está bien.

Te quiero mucho, nena.

También te quiero, Jug.

Una foto apareció en el chat y sus ojos se abrieron como platos con sorpresa. La rubia en ropa interior frente al espejo.

Oye

¿Así como esperas que duerma
tranquilo?

Estoy a punto de entrar a
la ducha...

Betts...

Una llamada entró en su celular. Era Betty.

El sabía muy bien que lo estaba provocando. Y si que lo logró, se dijo a si mismo mentalmente al ver el bulto que comenzaba a formarse bajo su pantalón.

- Hola Juggie... -Betty le habló en voz baja, intentando sonar tierna pero el gruñó.

- ¿Que intentas, Elizabeth?

- Nada. -ella sonrió aunque no pudiese verla. - Solo es una inocente foto.

El soltó una risa sin gracia. - Aja, claro. Y el dato de que estás a punto de ducharte fue solo porque si, supongo.

- Siempre te digo que me voy a duchar.

- Si, pero se que esta vez quieres provocarme. -murmuró.

- ¿Lo logré? -preguntó en un sexy susurro.

- Si. -dijo con voz ronca. - Así que deberías encargarte.

- Ay, Jug. -dijo con tristeza falsa. - Que lástima que no estoy contigo en este momento. No puedo ayudarte.

- Betty...

Ella lo interrumpió. - Ya iré a ducharme. Te hablo luego, bye.

Y antes de que el pudiera responder, la rubia cortó la llamada.

Betty Cooper

No hagas eso de nuevo, ¿Ok?

Ahora tendré que ducharme yo.

Su mensaje apareció como leído pero Betty no respondió. Jughead bufó para quitarse la ropa y entró al baño, envolviendo su erección con su mano, para comenzar a moverla rapidamente.

Al día siguiente, Jughead se desocupó bastante temprano en la empresa. A media mañana para ser exactos.

Por supuesto, aun no era tiempo de ir por Valerie a la escuela y Betty estaba... Espera. Una idea pasó por su cabeza.

Betty le dijo que se iba a tomar el día libre. Y aunque habían acordado encontrarse en el centro comercial luego de ir por las niñas a la escuela, el podía ir a la casa de Betty en ese momento.

Se fue de la empresa en su auto y condujo un par de kilómetros hasta la casa de su novia. Al llegar, tocó el timbre y la vió abrir en pijama, frotando su ojo derecho unos segundos despues.

- ¿Jug?

El entró sin decirle nada y Betty cerró la puerta.

- ¿Acabas de despertar? -le preguntó.

Ella asintió. - Bueno, desperté hace un rato. Acabo de desayunar. ¿Que haces aquí? -preguntó confundida. - Pensé que estabas en la empresa.

- Estaba. -el repitió. - Me desocupé bastante rápido y recordé que tu no irías hoy al estudio asi que vine. -se encogió de hombros.

- ¿Por qué te noto tan serio conmigo? -ella entrecerró sus ojos, mirándolo confundida intentando decifrar la razón de su actitud.

El enarcó una ceja mirándola con obviedad, como que si ella supiera la razón. - Tú. -la señaló con un dedo. - Me debes algo. -dijo amenazador.

- ¿Yo? -se señaló a ella misma. - Jug, no entiendo. -se quejó.

Jughead se acercó a ella, haciendo que caminara hacia atras hasta que chocó con la puerta.

- Anoches hiciste algo muy malo. -murmuró contra sus labios. - ¿Ahora sabes de lo que te hablo?

Ella comenzó a ponerse nerviosa y el lo notó bastante rápido.

Jughead rió con cinismo. - Al parecer por mensaje tienes bastante valor para provocarme, pero no en persona, eh.

- Jug... -ella negó. - Mi período.

El rió sin gracia de nuevo. - Eso es lo que menos me importa. -admitió. - Quiero terminar lo que tu iniciaste anoche.

La miró de forma seria y la tomó del brazo, guiándola escaleras arriba hasta su habitación. Entró al baño y comenzó a quitarse la ropa.

Betty se quedó de pie en la puerta de este, mirándolo.

- No se que haces ahí. -el murmuró serio. - Desnúdate, ahora. -ordenó.

La rubia mordió su labio, comenzando a quitarse la ropa. Al estar desnuda, Jughead se metió con ella en la ducha y de nuevo la acorraló contra la pared.

- No quiero que vuelvas a hacer algo como lo de anoche, ¿Me oyes? -ella asintió. - Arrodíllate. -le ordenó. - Termina lo que comenzaste.

- No. -negó. - Fóllame. -exigió.

El sonrió y negó. - No tengo condones, y podría ser un desastre si los tuviera. -se encogió de hombros.

- Jug, yo estoy en la píldora. -explicó. - No es necesario el condón ahora.

- Como sea, Betty. -el le quitó importancia, poniéndose serio de nuevo. - Te pedí algo.

Betty asintió, bajando para ponerse sobre sus rodillas, quedando justo frente a la erección de su novio, el cuál tomó su cabello con sus manos.

Subió su mirada para verlo, y sin esperar mucho más, abrió su boca recibiéndolo todo.





Ballerinas | Bughead | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora