31 | ¿Te digo un secreto?

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- Princesa... ¿Quieres ver películas conmigo? -le preguntó Jughead a su hija apareciendo en la puerta de su habitación luego de que llegaron.

- No. -ella dijo recostada en la cama. - Quiero dormir.

- Linda, aún no cenaste... -se acercó a la cama y se sentó junto a ella. - ¿Te sientes bien? ¿No tendrás fiebre de nuevo, o si? -le preguntó con preocupación tocando su frente.

- No, papá. Solo estoy cansada, ya te lo dije.

- Linda, siempre al llegar de compras no importa cuanto camines, me enseñas todo lo que compraste y te lo pones todo... Se que algo te pasa.

- ¿Por qué le compraste esa muñeca a Sarah? -preguntó con un puchero, y sus ojos se cristalizaron.

Jughead suspiró entendiendo que le pasaba y la tomó, para dejarla sentada en su regazo.

- Princesa, mírame... -le pidió. Ella levantó la mirada. - Te diré un secreto, ¿Me prometes que lo vas a guardar?

Ella asintió, limpiando una lagrima que resbaló de su ojo. - Te lo prometo, papá.

- Me gusta Betty. Mucho. Y la amo. -confesó.

La niña sonrió levemente. - ¿Entonces si te gusta? -el asintió. - Ella me cae bien, es linda.

Jughead rió levemente. - Y bueno, sabes que últimamente hemos pasado mucho tiempo con ellas... Con ambas. -especificó y ella asintió.

- ¿Y eso que tiene que ver?

- Que yo también he pasado tiempo con Sarah, y le he tomado cariño y aprecio. -admitió.

- Pero tu me dijiste que yo siempre sería tu princesa... -murmuró con desilusión.

- Si, amor. -asintió. - Que yo quiera a Sarah no significa que no te quiera a ti. A ti te amo, eres mi hija, mi bebé y mi princesa. Por tí aún sigo vivo. Que le compre una muñeca a Sarah, no quiere decir que deje de amarte.

- ¿Estás seguro? -le preguntó con un puchero. - Porque vi como la abrazaste...

- Si, la abracé porque como te dije, le he tomado aprecio. Además es tu mejor amiga, ¿O no? -ella asintió. - Y vives diciéndome que sea novio de Betty para que ustedes sean hermanas. -rió.

- Papi es que... No me molesta que la abraces. -suspiró. - Pero es que, no quiero que dejes de amarme a mí... -admitió.

- Y eso no pasará, mi vida. Creeme. -besó su frente. - No tienes porqué ponerte así. A ti siempre te amaré, sin importar qué.

- ¿Entonces si vas a ser novio de Betty? Si nos hacen hermanas prometo que no me voy a molestar ni me pondré triste si le compras algo o la abrazas. -prometió con seguridad. - Se que si somos hermanas también tienes que darle amor a ella y que tengo que compartir.

El rió. - No funciona exactamente así, bebé. -negó.

- Ah... Bueno. -Valerie se frotó un ojo y bostezó. - Tengo sueño, papi.

- Haré rápido la cena y luego duermes, ¿Si?

Ella asintió y Jughead bajó con ella para dirigirse a la cocina y preparar una comida rápida.

Rato despues, Jughead sonrió al ver a su hija profundamente dormida. Besó su frente y la arropó bien con la sábana, para luego apagar su lámpara y salir.

Cerró la puerta con cuidado y se fue a su habitación.

Se sentó en la orilla de su cama y marcó un número.

- Betts. -el dijo cuando la rubia respondió.

- Juggie, estaba por escribirte. Voy a dormir. -informó.

- ¿Mañana llevarás tu a Sarah a la academia? -le preguntó.

- No lo creo, probablemente la lleve Ronnie. ¿Por qué? -preguntó interesada.

- Quiero hablar contigo algo importante.

- No se si pueda mañana, Juggie... Lo siento. A menos que vayas al estudio.

- Entonces eso haré. Dejaré a Valerie con mi madre y luego iré a almorzar contigo, ¿Te parece?

- Claro, Jug. No hay problema. -dijo de acuerdo.

- Bien, entonces te veo mañana. -sonrió. Betty también lo hizo.

- ¿Irás a dormir también?

- Veré televisión un rato, tal vez me quede dormido.

- Bueno. Está bien. Te quiero, Jug. Descansa.

- Buenas noches nena, también te quiero.

El cortó la llamada y dejó su teléfono a un lado, para recostarse en su cama y encender la televisión.





















Valerie es una ternurita

Ballerinas | Bughead | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora