108 | Secreto

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En la tarde, Betty continuaba trabajando, pero esta vez estaba sola en casa con su bebé, el cual estaba junto a ella en la carriola.

Betty se levantó, buscando una cinta que necesitaba entre las cosas de Jughead ya que ella la tenía pero el pelinegro la había tomado.

Estaba buscando hasta que en vez de encontrar la cinta, miró unos papeles.

Eran transacciones hechas a una cuenta en Italia. Leyó y no era nada asociado a la empresa, ni a su padre, ni a nadie que ella conociera que fuera socio de Jughead y viviera en Italia.

Frunció el ceño sentándose en la silla. Leyó todos los datos. Era una cuenta de él, pero no comprendía porqué estaba depositando sumas tan grandes de dinero para una cuenta del exterior que el no usaría.

¿Para que necesitaría más un millón de dólares en una cuents de otro país, que el no usaría?

Tomó foto a los papeles con su móvil y luego los dejó donde los encontró, y continuó buscando la cinta, intentando decifrar para que era aquél dinero.

Cuando su hijo comenzó a llorar ella suspiró y se acercó a tomarlo.

- Bebé. -Betty hizo una mueca de asco. - Creo que alguien tiene popó... -sonrió divertida y fue con él hasta su habitación para cambiar su ropa.

Mientras lo cambiaba y limpiaba sonrió mirándolo.

- Yo soy un bebé muy hermoso. -le dijo sonriente y se acercó a besar la frente de su bebé haciéndolo reír. - Si mi amor.

El sonrió mirando a su madre y levantó sus brazos, jugando con un mechón de pelo de ella que caía mientras estaba inclinada hacia el limpiándolo.

- ¿Te gusta el pelo de mami? -preguntó terminando de cambiarlo y lo volvió a cargar en sus brazos. - Ahora voy a seguir trabajando y tu me vas a acompañar campeón. -dejó un toque en su naríz y volvió con él al despacho.

En la noche, Jughead volvió con las niñas despues de su clase de Ballet.

Betty las miró con una ceja enarcada. - Se ven cansadas.

- Lo estamos, mamá. -Sarah admitió.

- Si. Hicimos ejercicio y un baile muy difícil. -explicó Valerie. - ¿Y Marco?

- Está dormido en su habitación, por favor no hagan ruido. -les pidió. - Lloró bastante.

Ambas asintieron y Jughead se acercó a su esposa para besar su mejilla, notándola extraña.

- ¿Pasa algo?

- Tu y yo tenemos que hablar. -dijo de forma seria, mientras servía en un plato la cena. - Niñas, vayan a lavar sus manos.

- Bueno. -el dijo algo confundido, ayudándola a llevar todo a la mesa para cenar juntos los cuatro.

Rato despues, ya los tres niños dormían. Betty estaba en su cama leyendo un libro y Jughead salió del baño luego de tomar una rápida ducha.

- Betts... ¿Sobre que querías hablar?

Ella se levantó. - Ya vuelvo.

Al regresar, cerró la puerta tras ella con traba y dejó los papeles sobre la cama.

- Quiero que me expliques lo que eso significa. -pidió. - No es nada de la empresa, ¿Por qué necesitas tanto dinero en una cuenta de otro país?

El suspiró leyendo todo y entendiendo.

- Esto es un fondo para las niñas. -el explicó. - ¿Recuerdas que Val una vez dijo que de grande quería su propia academia de Ballet y a Sarah le gustó la idea? Bueno, es para eso. -confesó.

Ella lo miró confundida. - ¿Por qué no me habías dicho?

- No sé, lo olvidé. -el rascó su nuca.

Betty rió sin gracia. - ¿Ves? -lo señaló. - No entiendo que te sucede ultimamente, pensé que las decisiones eran de ambos y está bien que hagas esto, es por nuestras hijas, pero al menos pudiste decírmelo. -se quejó. - No mantenerlo en secreto.

- Pensé en decírtelo y no lo hice porque sabía que también ibas a querer meter dinero. -explicó. - Y luego lo olvidé.

- Obviamente voy a querer poner de mi dinero también. -dijo obvia. - Son nuestras hijas.

- Pero yo puedo hacerlo solo.

- Jughead... Te dije hace unos días como me siento y aún me siento así. -ella comenzó a explicar. - Y no, aún no logras que te perdone, porque a pesar de que he visto cambios y estaba comenzando a valorarlo, ahora me entero de esto. -señaló las hojas sobre la cama. - No quiero un solo secreto entre nosotros. No quiero que seamos otro matrimonio que poco a poco se rompe.

El suspiró. - Lo siento. -murmuró. - Se que me veo estúpido porque parece ser lo único que te digo últimamente, pero tienes razón. -asintió. - Realmente cuando lo hice no pensé que fuera necesario decírtelo, pero ahora que me explicas las cosas entiendo que si.

Betty tomó los papeles y los dejó en su mesita junto a la cama.

- Quiero todos los datos de esa cuenta, comenzaré a enviar dinero yo también. -dijo de forma seria, tomando las sábanas de la cama para cubrirse luego de que se recostó.

- Betty en serio no es necesario.

- No está en discusión. -negó, cerrando sus ojos. - Apaga la luz, quiero dormir. -le pidió.
























Holi

Chau


Ballerinas | Bughead | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora