71 | Una sola familia

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Maratón 3/3 ✨

Al día siguiente, ambos tenían rato despiertos, pero seguían sin levantarse.

Solo se estaban dando caricias, besándose lentamente y discutiendo quién sería el primero en levantarse a preparar el desayuno.

- Yo no. -Betty se apresuró a negar.

- ¿Sabes que? Pediré que nos traigan el desayuno hecho. Tortilla y tostadas.

Betty rió y asintió. Jughead estiró su brazo para tomar su móvil de la mesita y le envió un mensaje al chef para que les llevara su desayuno lo más rapido posible.

Luego, marcó el número de su madre.

- Mamá, buenos días. -sonrió, acariciando la cintura de Betty y esta lo miró.

- Buenos días hijo. -Betty escuchó la voz de Gladys, cuando el dejó la llamada en altavoz.

- ¿Como está todo por allá? ¿Ya las niñas despertaron? -cuestionó.

- Bueno, ayer las llevé al parque y jugaron bastante con Totto y si siguen durmiendo, supongo que están cansadas. -admitió.

- Ah, queríamos hablar con ellas. -Jughead murmuró.

- Dile a Betty que se quede tranquila, Sarah se está comportando muy bien. Cuando despierten te llamaré.

- Ella te está escuchando. -Jughead rió.

- Ah, hola Betty.

- Hola señora Jones. -la rubia respondió en una risita.

- Te hablo luego, mamá. Te amo.

- Y yo a ti, hijo. Adiós Betty. Cuídense.

Jughead cortó la llamada y ella soltó una risa.

- ¿Que? -el cuestionó.

- ¿Ese cuídate era en doble sentido? -enarcó una ceja con diversión.

Jughead rodeó sus ojos también divertido y negó. - No lo creo.

Los volteó en la cama dejándola debajo de él y besó sus labios.

- ¿Nos duchamos mientras traen la comida? -le preguntó.

Ella entrecerró sus ojos. - Solo una ducha. Estoy cansada por ayer... -admitió.

El rió. - Claro, amor. -sonrió, levantándose de la cama y extendiéndole su mano derecha.

Betty la tomó y también se levantó, y así entraron juntos a la ducha.

- ¿Te parece si vamos a la playa luego de desayunar? -el le preguntó, pasando sus manos llenas de jabón por el cuerpo de la rubia con delicadeza.

Ella asintió. - Si, Jug. Igual está saliendo del patio trasero. -dijo algo divertida y el rió también.

La dió vuelta y sus ojos se abrieron como platos al ver su trasero cubierto de un color rojizo y algunos pequeños moretones.

- Nena... -pasó su mano sobre ellos y tragó en seco al ver como ella se alejó. - ¿Te duele?

- Un poco. -admitió.

- Dios. -murmuró. - Lo siento. -besó su hombro. - No pasará otra vez.

- Bueno... Llámame masoquista, pero me gusta que lo hagas. Solo son moretones, se irán en unos días. -se encogió de hombros.

- Te guste o no, me controlaré más, no pienso permitir que esto suceda de nuevo. -dijo serio.

- Bueno. -ella suspiró y se volteó hacia él. - No te sientas culpable por algo que yo te di mi consentimiento de hacer. -negó, tomándolo de las mejillas y besó sus labios lentamente. - Te amo.

- Te amo. -el murmuró, abrazándola contra su pecho, justo bajo el agua que caía del grifo.

Luego de su desayuno, ambos se vistieron de forma bastante fresca. Ella con un vestido blanco sobre las rodillas y el con unos shorts y una camisa con los primeros botones abiertos.

Ambos iban descalzos, con sus pies en contacto con la arena.

Betty rió, metiendo sus pies en el agua y soltó una risa cuando la ola chocó en la orilla y mojó sobre sus rodillas y parte de su vestido.

- Jug. -se quejó apenada cuando vió que el pelinegro tenía su teléfono, y probablemente la estaba grabando o captando fotos del momento.

- Es que estás linda. -admitió.

Ella se sonrojó, y en eso, una llamada entró en el teléfono del pelinegro.

- Hola papi. -Valerie saludó y este soltó una risa.

- Hola, linda. Saluda a Betty, te está escuchando. -le pidió, dejando la llamada en altavoz de nuevo.

- Hola Betty. -Valerie saludó.

- ¿Mi mamá? -ambos escucharon a Sarah de fondo. - ¡Mami! Hola.

- Hola lindas. -Betty rió, saludando a ambas. - ¿Que hacen?

- Estábamos desayunando. -informó Valerie.

- Nos levantamos tarde. -la rubia más chica admitió y los adultos rieron.

- ¿Y qué harán ahora? -Jughead preguntó.

- Oh, hola Jug. -Sarah dijo. - Bueno, iremos a la piscina. Gladys nos dijo que a Totto le gusta entrar a la piscina.

- Y lo bañaremos. -culminó Valerie.

Escucharon la risa de Gladys de fondo.

- Mamá, no estés usando a nuestras hijas para hacer los quehaceres de la casa. -Jughead le pidió serio pero algo divertido a su madre, pues sabía que ella lo escuchaba.

- Yo no uso a nadie. -Gladys habló, acercándose cada vez más al teléfono, porque su voz se escuchaba mejor. - Ellas lo hacen por gusto.

- Es verdad, papá. -Valerie le dió la razón a su abuela. - Es que Totto es lindo, ¿Ves por qué deberías darme un perro? Ya se bañar perros.

- Ay, Val, ya. -Jughead pidió con fastidio. - No volvamos a ese tema.

Betty rió ante las quejas de su novio, quién caminaba junto a ella de la mano.

- ¿Y que hacen? -Sarah preguntó.

- Bueno, estamos en la playa... -Betty admitió. - Solo caminando.

- ¡Que romántico! -Gladys gritó desde lejos y ambas niñas rieron mirándose de forma traviesa.

La pareja se miró y ambos soltaron una risa.

- ¿Y cuando iremos con ustedes a la playa? -Valerie preguntó confundida.

- En las vacaciones. -Jughead informó. - Nos quedaremos aquí.

- Yo no estaba al tanto de eso. -Betty se quejó mirándolo con una ceja enarcada.

- Mami pero no digas que no, yo quiero ir a la playa. -su hija le pidió.

- Y yo. -admitió Valerie.

- Bueno, niñas, luego les hablamos. -Jughead dijo. - Cuídense.

- Chau papi y Betty.

- Byee. -Sarah dijo. - Los quiero Jug y mami.

La pareja cruzó miradas y el pelinegro suspiró.

- Nosotros a tí. -admitió. - Y te quiero a tí, princesa. -dijo refiriéndose a Valerie.

- Y yo a ti, papi. -dijo con alegría, asi que al parecer no le había importado lo que anteriormente el le dijo a la otra niña.

El pelinegro cortó la llamada y abrazó a su novia, contra su pecho.

Ambos pensaban lo mismo.

Tal vez... Con las niñas las cosas no serían tan difíciles y a futuro, podrían formar una sola familia.

Ballerinas | Bughead | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora