- Mi padre compró esta casa cuando yo era niño. -le informó Jughead a su esposa mientras bajaban del auto tomados de manos. - Y desde entonces ha mantenido este viñedo, solíamos venir a vacacionar aquí.
- Es hermoso Juggie. -la rubia miró todo con emoción. - Siempre quise conocer un viñedo.
- Cuando quieras podemos pasearlo todo montando a caballo, es muy grande y sería muy cansado caminar. -admitió.
- ¿En caballo? -sus ojos brillaron. - ¡Si quiero Juggie!
El rió y dejó un beso en su mejilla, y comenzaron a subir unos escalones que daban a la puerta principal de la casa.
Al llegar, vieron a una mujer algo mayor, junto a un hombre vestido de traje.
- Dios mío, eres todo un hombrecito. -la mujer dijo con los ojos cristalizados y se acercó a abrazar al pelinegro, quien aceptó el abrazo gustoso.
- Hola, Lia. -el sonrió. - Todo sigue igual.
- Me he encargado de mantener esta casa intacta, y me agrada poder recibirte aquí de nuevo junto a tu esposa... -sonrió mirando a la rubia, quien estaba un tanto sonrojada.
Jughead sonrió y se acercó para tomarla de la cintura. - Betts, ella es Lia. -presentó a la mujer y ambas estrecharon sus manos. - Como no vivíamos aquí, ella siempre se encargó de mantener esta casa.
- ¿Soy invisible acaso? -el hombre enarcó una ceja.
- Por supuesto que no. -Jughead rió y se acercó a abrazarlo también. - Amor, el es Enzo, esposo de Lia y el encargado del viñedo.
- Es un gusto. -la rubia también estrecho su mano con la del hombre.
- Lo mismo digo. -Enzo le sonrió amable.
- Bueno, pasen a instalarse, les preparé tu habitación, Jughead. -informó la mujer mientras entraban a la casa.
- Muchas gracias, Lia. En un rato iremos en caballo, ¿Podrías prepararlos, por favor?
- Por supuesto, le diré a Enzo. -sonrió. - ¿Quieren algo para beber, para comer? -cuestionó.
Betty negó y Jughead igual. - Por ahora nada, gracias. -la rubia sonrió.
- Bien, si necesitan algo más solo llámenme. -fue lo último que dijo la mujer antes de alejarse.
Jughead guió a su esposa por las escaleras hasta una de las habitaciones.
- Es hermosa la casa. -Betty admitió cuando entraron.
- Todo sigue igual, estoy asombrado. -el admitió, mirando su colección de libros viejos en un estante.
Betty sonrió mirándolo y se acercó para abrazarlo por la espalda.
- Me alegra conocer todo esto... Que formó gran parte de tu infancia. -admitió ella.
- A mi igual, mi amor. -sonrió dándose vuelta entre sus brazos para mirarla a los ojos. - Realmente estoy muy agradecido de compartir contigo todo esto...
Ella besó sus labios lentamente y se abrazó a él. - Te amo Juggie... Mucho mucho.
El sonrió al escucharla, cerrando sus ojos con paz al tenerla entre ssus brazos. - También te amo mucho mucho, mi nena. -murmuró con sinceridad, y una boba sonrisa en su cara.
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SON DEMASIADO TIERNOS, BASTA
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Ballerinas | Bughead | +18
FanfictionEl destino se encarga de juntar a una hermosa pareja a través de sus hijas y tal vez un inconveniente sea solo el principio de una hermosa vida juntos. ¿Quién sabe? Jughead Jones y Elizabeth Cooper pueden ser unidos por el amor, y también... Por do...