196 | Hoy, mañana y siempre

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Meses después

Era 6 de agosto, un día bastante importante para Betty y Jughead. Era su aniversario, estaban cumpliendo ocho años de matrimonio.

Habían decidido hacer una pequeña fiesta para celebrarlo junto a su familia y sus amigos más allegados, entre los que se encontraban también la familia Ferreira.

Estaban en una casa a las afueras de Los Ángeles, para ser más específica, en Santa Bárbara, a una hora y media en auto desde la ciudad. Era una casa pequeña de campo bastante acogedora, con solo tres habitaciones en el segundo piso y en la primera planta una sala grande y la cocina.

Tenía salida trasera a un patio que conectaba con un lago y tras este tenía la vista de un hermoso campo de flores de colores.

Ese había sido el regalo de Jughead para Betty, asegurando que esa sería su casa perfecta para cuando estuvieran viejitos y ya no soportaran la ruidosa ciudad, y en cambio, quisieran tranquilidad.

Todos estaban en el patio trasero, donde pusieron sillas para todos y había una mesa larga con varios puestos donde rato antes almorzaron, mientras los perros corrían por todo el campo junto a Marco, sus hermanas y los novios de ellas.

Cuando se cansaron de correrj, Valerie y Sarah se tiraron en el cesped entre risas y con la respiración agirada, entonces David y Manuel las miraron divertidos. Marco continuó divirtiéndose con Sally, Simba y Totto.

- Flojas. -se burló Manuel.

Valerie rió y Sarah hizo un puchero. - Bebé, se está burlando de mí, dile algo. -le dijo a David, señalando a su cuñado. - Defiéndeme.

- El no hará nada porque me ama más a mí que a tí. -Manuel se burló mostrándole la lengua a la rubia que se cruzó de brazos con molestia fingida. - Soy el amor de su vida. -dijo y cerró sus ojos, al igual que David, pero cuando sus caras se acercaron ambos se separaron entre carcajadas.

Las dos hermanas también rieron con ellos, entonces Valerie se levantó con ayuda de su novio y lo abrazó. - Tengo sed.

- ¿Te busco agua, preciosa? -le preguntó.

Ella negó. - Vamos. -entrelazó sus manos y lo guió de regreso a la casa donde estaban todos.

Sarah y David se quedaron solos y el se recostó junto a ella en el pasto, entrelazando sus manos, dejando su cara sobre su brazo para mirarla.

- Estás hermosa hoy, princesa. -le sonrió.

Ella se sonrojó levemente y el besó sus labios.

- Iugh. -se quejó Marco acercándose. - David, ¿Juegas a las carreras conmigo?

- Marco, vete y déjame con mi novio. -se quejó Sarah.

- No. -Marco se acercó y tomó la mano del rubio obligándolo a levantarse. - Si yo llego primero me debes 20$. -le explicó.

- ¿Y si yo llego primero? -preguntó el rubio.

- No te ganas nada. -se encogió de hombros, y luego de contar hasta tres los dos corrieron en dirección a la casa, hacia donde Sarah los siguió entre bufidos con Sally en sus brazos y Simba y Totto tras ella.

Cuando las dos hermanas volvieron con toda la gente, Jughead se acercó a ellas. - Vayan a prepararlo. -les pidió, los tres sabiendo perfectamente de que el hablaba.

Ellas asintieron y entraron a la casa para subir, Sarah entró a una habitación y Valerie a otra y abrieron las ventanas evitando que las vieran porque ambas daban al patio trasero.

Ballerinas | Bughead | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora