Veronica se encontraba de nuevo con Betty y Sarah en su casa, ayudando a la rubia a elegir algo para usar en su cita con el pelinegro.
- Elegante pero fresco. -la pelinegra repitió. - ¿A donde te llevará? ¿Playa, tal vez?
- No sé. -se encogió de hombros Betty.
- Bueno, tienes un vestido blanco perfecto para eso. -sonrió. - ¿Lo recuerdas?
Betty sonrió. - El que usé cuando abrimos nuestra primera tienda. -asintió.
- Exacto, búscalo.
Ella asintió y se levantó entrando a su vestidor para comenzar a buscar aquel vestido. Al encontrarlo, sonrió y lo tomó.
Se lo enseñó a Veronica y esta juntó sus manos. - ¡Es perfecto! -celebró. - Puedes usarlo con unas sandalias bajas... Y accesorios dorados.
- Y mi bolso de mano dorado.
- Exacto. -le guiñó un ojo.
La puerta se abrió y por esta entró Sarah frotando su ojo derecho.
- Mami, tengo sueño.
- Ay, amor. ¿Quieres que te acompañe hasta que te duermas? -Betty le preguntó, dejando el vestido a un lado.
Ella negó. - No, tu debes arreglarte. -ladeó su cabeza. - ¿Me acompañas, tía Ronnie?
Veronica sonrió con ternura y asintió, guiando a la niña a su habitación.
La rubia se metió al baño para darse una ducha rápida. Al salir, ató su cabello en una cola desordenada para ponerse el vestido y se sentó frente a su tocador, para hidratarse y maquillarse el rostro.
Mientras lo hacía, Veronica entró de nuevo a la habitación, sola.
- Ya se durmió.
Betty sonrió.
- ¿Quieres que te haga ondas? -le preguntó, tras ella. Betty asintió.
- Sip.
Veronica asintió, tomando la rizadora. La conectó y encendió, esperando que calentara para comenzar a hacerle ondas en el cabello rubio de Betty.
Al terminar, sonrió al mirarla. - Tienes que pintarte la boca de rojo. Que sea mate, por favor. No queremos que con tantos besos le quede a él la cara roja.
- Dios, Veronica. -ella se sonrojó. - Cállate. -le pidió. La pelinegra soltó una carcajada y se sentó en la orilla de la cama.
Pero luego se levantó para entrar al vestidor y salió de nuevo con las sandalias blancas y el bolso dorado en sus manos.
- ¿Que aretes uso? -le enseñó dos opciones.
- Los largos. Y usa un collar delicado. -Betty asintió mientras se ponía los aretes.
Cuando estaba lista, sonrió al mirarse al espejo.
Su teléfono vibró sobre su tocador y Veronica se acercó, mirándola coqueta.
- "Jughead Jones" -se burló. - Pero que seria. -rió.
Betty rodeó sus ojos para tomarlo y ver el mensaje.
Jughead Jones
En camino a tu casa, Betts.
Oki, estoy lista.
Dejó el teléfono de nuevo y suspiró.
- No entiendo por qué te pones tan nerviosa. -Veronica rió.
- Ni yo. -ella admitió, tomando una pronfunda respiración intentando controlar sus nervios.
Veronica dejó sus manos sobre los hombros de la rubia. - Respira conmigo.
Ambas comenzaron a inhalar y exhalar juntas, hasta que Betty se relajó.
- Todo irá bien, ¿Si? Debes relajarte.
- ¿Y dejar que todo fluya? -preguntó sonriendo.
- Exacto. -la pelinegra asintió.
Un rato despues, Betty abrió la puerta cuando el timbre de la casa sonó.
- Buenas noches, señorita. -sonrió el pelinegro mirándola, tendiéndole un ramo de flores rosadas y blancas.
- Son hermosas, Jug. -sonrió tomándolas. - Ven, las dejaré en un florero.
Ella tomó un jarrón, lo llenó con un poco de agua y luego metió las flores, para acercarse de nuevo al pelinegro que iba de traje de color gris esta vez.
Jughead la tomó de la cintura y dejó un beso en su mejilla.
- Hoy luces preciosa, Betts. -le sonrió. - Como siempre.
La nombrada se sonrojó levemente mirándola a los ojos.
Sus miradas estaban conectadas y cualquiera que los viera desde afuera pensaría lo mismo: esa era una mirada enamorada. La de ambos.
- Tu estás muy guapo. -ella murmuró, y dejó un casto beso en sus labios poniéndose de puntitas para llegar.
- ¿Vamos? -preguntó.
Ella asintió y Jughead la tomó de la cintura. - Vamos. -ella afirmó.
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¿Para cuando me envían a mi Jug?
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Ballerinas | Bughead | +18
FanfictionEl destino se encarga de juntar a una hermosa pareja a través de sus hijas y tal vez un inconveniente sea solo el principio de una hermosa vida juntos. ¿Quién sabe? Jughead Jones y Elizabeth Cooper pueden ser unidos por el amor, y también... Por do...