169 | Matemáticas

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- ¿Y que tal tu primer día de trabajo? -Betty le preguntó algo burlona a su hija mayor, cuando todos se sentaron en la mesa a cenar.

Ella hizo un puchero. - Papá hizo que pasara cuatro horas lavando trastes y limpiando la cafetería. -se quejó señalando al mayor.

El soltó una risa y Sarah abrió sus ojos como platos. - ¿Yo tendré que hacer eso también? -cuestionó con temor. - Esperaba hacer cosas de oficina, como con lo que te ayudamos aquí a veces, pa. -dijo viendo al pelinegro.

Jughead negó. - Se lo dije a Val y te lo repito a tí, debo dejar de ser tan blando con ustedes. -se encogió de hombros. - No puedo permitir que sigan con esa actitud.

Ambas suspiraron para bajar la mirada sin decir nada, pues sabían muy bien que el en parte tenía razón.

Pero en ese instante, el que levantó su mirada con confusión fue Marco. - No entiendo, ¿Por qué las dejaste haciendo eso, papá?

- Porque ambas están castigadas, se metieron en problemas.

- ¿Que hicieron? -cuestionó.

Jughead buscó la mirada de su esposa, como preguntando si era buena idea decirle, pero ella fue la que habló al mirarlo.

- Valerie se escapó de casa y Sarah la cubrió. -le explicó. - Las castigamos y ahora tendrán que trabajar con tu padre todas las tardes despues de la escuela. Además de que Valerie no irá al ballet hasta mejorar sus calificaciones en la escuela.

Marco abrió sus ojos como platos con sorpresa y luego negó. - Yo nunca haría eso, mami... -dijo con temor mirando a su madre. - No me gustaría que me castiguen así.

Jughead sonrió. - Eso espero, pequeño. -dijo mirándolo.

- Y yo. -Valerie se burló.

- Valerie. -Betty la retó y ella rió por lo bajo al igual que su hermana.

- Vi al abuelo... -dijo Valerie con una sonrisa. - Quiere que vayamos a visitarlos más seguido porque el y la abuela nos extrañan. -explicó.

Betty asintió. - Deberíamos, ¿Que les parece el viernes? Hablaré con Gladys.

Jughead asintió. - Claro, iremos todos. -dijo de acuerdo.

- ¡Si! ¿Y podemos ir con Sally y Simba? Siempre les gusta jugar con Totto. -dijo Marco con emoción.

La rubia rió. - Puede ser. -se encogió de hombros.

Un rato despues, ya cada uno estaba en su habitación, y Marco cumpliendo su hora de dormir estaba profundamente dormido en su cama luego de cenar.

Mientras tanto, Sarah y Valerie haciendo sus tareas juntas en la mesa de la cocina.

Valerie bufó. - No entiendo. -se quejó. - ¿Como se supone que mejore mis calificaciones si no entiendo matemáticas? -se cruzó de brazos.

Sarah hizo una mueca. - Sabes que tampoco soy buena en matemáticas... Así que deberías pedir ayuda a otra persona.

- A papá, obvio.

Se levantó para subir las escaleras y al llegar a la puerta de la habitación de sus padres dejó dos toques.

- Pasa. -respondió Betty desde adentro.

Cuando abrió, vió que ambos estaban en la cama, Betty de espaldas a su esposo mientras este la abrazaba. Estaban mirando una película.

Jughead la pausó y miró a su hija. - ¿Que pasa, linda?

Ella hizo una mueca. - Papi... Necesito tu ayuda. -suspiró. - Se que quieren que suba mis calificaciones, y de verdad lo intento pero no entiendo para nada matemáticas.

El pelinegro suspiró. - ¿Debe ser ahora?

Valerie asintió.

Betty negó volteándose entre los brazos del pelinegro para apegarlo a ella con fuerza. - No. No te lo lleves. -pidió.

El rió. - Ya vuelvo, mi vida.

- Mamá. -Valerie rió. - Duermen abrazados todas las noches y se la pasan pegados cada vez que pueden.

- No es suficiente. -Betty negó.

Jughead miró a su hija. - Ve abajo, ya yo iré.

Ella asintió y cerró la puerta al salir.

El pelinegro dejó un mechón de cabello de su esposa tras su oreja y la miró a los ojos con una pequeña sonrisa.

- ¿Que pasa?

- Es que no me das atención y yo te extraño todo el día Juggie. -hizo un puchero.

El la miró con cierta tristeza y dejó un beso en su frente. - Ay, mi amor... Lo siento. Intentaré volver cada día más temprano de la empresa, y también puedo venir para que almorcemos juntos, ¿Te parece?

Betty asintió. - O también puedo ir yo a la empresa. -dio otra solución. - Y almorzamos juntos allá.

El asintió. - Eso también nena. -sonrió. - Te amo mucho, ¿Si?

Betty sonrió y lo besó. - Te amo muchísimo mi Juggie.

- Ya volveré, y podremos dormir juntos. -el dejó un último beso en su frente y se levantó, mirando a su esposa con ternura, que ahora estaba abrazando a una almohada mientras lo miraba irse, con ese brillo en sus ojos que aparecía cada vez que lo veía a él.

Cuando llegó abajo, miró a sus dos hijas en la mesa y sonrió.

- ¿Mamá lloró? -Sarah se burló cuando vió a su padre acercarse.

El rió levemente. - Casi, pero está todo bajo control. -dijo sentándose junto a Valerie.





















Buenos días <3

¿Como están?

Ballerinas | Bughead | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora