141 | Clases de italiano

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Cuando estuvieron cerca de la mesa donde estaban sus hijos y Gladys, fueron recibidos con abrazos de sus hijas.

- Papi. -Valerie se abrazó fuertemente a su padre, y Sarah a su madre.

- Hola mi amores. -Betty sonrió. - ¿Como están?

- Bien mami. -respondió Sarah sonriendo.

Se sentaron en la mesa y cuando Marco vió a Betty comenzó a mover sus brazos rapidamente. - ¡Ma! ¡Ma!

Ella rió y lo tomó besando su mejilla. - Mi chiquito.

- Mi chiquiti. -Jughead se burló rodeando sus ojos y ellas rieron.

- Jughead, es tu hijo. -sonrió.

- Pero se lleva todo tu cariño y atención. -hizo un puchero.

Ella rió y se inclinó para besar la mejilla de su esposo.

- ¿Y papá? -Jughead preguntó confundido mirando a Gladys.

- Se quedó durmiendo. -respondió ella.

- Si, dijo que no se sentía bien. -informó Valerie.

Gladys bajó la mirada y Jughead enarcó una ceja. - ¿Que no se sentía bien?

- Solo es porque bebió ayer, y eso... -Gladys le quitó importancia. - Ya se le pasará, yo estoy pendiente de él.

El asintió un tanto desconfiado y su madre volvió a hablar.

- ¿Entonces a donde irán primero? -cuestionó.

- Sicilia. -contestó el pelinegro. - Lia nos espera en la casa.

Gladys sonrió de lado y miró el anillo en su dedo. - Fp me propuso matrimonio en sicilia. -dijo con algo de nostalgia, que ambos notaron en su mirada.

Jughead y Betty se miraron sonriendo, y entrelazaron sus manos bajo la mesa, dejándolas en el muslo de la rubia.

El mesero llegó y les entregó las cartas para que vieran el menú, luego tomó una libreta de su bolsillo esperando para anotar su pedido.

- Voglio una colazione americana. -dijo Gladys mirando al chico.

Sarah y Betty cruzaron miradas, entonces Valerie se acercó más a su hermana para murmurarle. - Yo digo lo que tu quieres, Sari.

- Ah, bueno... -Sarah sonrió. - ¿Panqueques con fruta?

- Yo quiero lo mismo. -rió Val y miró al chico que anotaba sus pedidos. - Due frittelle con frutta.

- Juggie, no entiendo nada... -le dijo Betty a su esposo con un puchero.

- Tranquila mi vida. -rió. - ¿Que quieres?

- Lo que tú me recomiendes.

- Bueno, pediré lo mismo para ambos, se que te va a gustar. - Due croissant alla panna e un cappuccino, per favore.

Le sonrió y todos le entregaron sus menús, entonces Jughead miró a la rubia.

- Lo que nos pedí es el desayuno más tradicional aquí. -explicó. - Y aunque se que probablemente ya comiste croissants en el desayuno, creéme que los de aquí no se comparan con nada. -le guiñó un ojo.

- Papi yo quiero aprender a hablar Italiano como ustedes. -Sarah hizo un puchero.

- Yo te puedo enseñar Sari. -Valerie sonrió. - No es tan difícil como parece.

- Bueno Val, tendremos que enseñarle a Sarah y a su madre también. -señaló a Betty. - Las dos tienen que aprender.

- Es cierto. -Valerie asintió de acuerdo.

- Y no olviden a Marco. -Gladys señaló al bebé. - Si aprende desde niño le será mucho más facil.

- Esperaré mis clases de Italiano entonces. -Betty rió mirando a Jughead y se acercó a dejar un beso en sus labios.

- ¡Eso! -el niño celebró, como siempre que veía a sus padres besarse.

Todos en la mesa rieron y Jughead acarició el cabello negro de su hijo más chico. - Así es campeón, sigue celebrando para que tu madre me de muchos más besos.

- Iugh, no. -se quejó Valerie.

- Asco. -murmuró Sarah.

- ¡Eso, eso! -el niño repitió sonriente y entonces Jughead le robó otro rápido beso a su esposa, dejando sus mejillas sonrojadas al separarse.
























Yo los amo

Ballerinas | Bughead | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora