157 | Ansiedad

326 41 21
                                    

Al día siguiente, estaban de vuelta en el hospital.

Ya Fp había ingresado a la sala con los doctores, y probablemente ya estaban llevando a cabo la operación.

Mientras Jughead y sus hijos acompañaban a Gladys en la habitación que se le fue asignada a Fp, Betty charlaba por llamada fuera de esta.

- Si. -Betty asintió. - El doctor dice que son mínimo tres meses de recuperación, pero no en todas las personas es igual. El tiempo en el que Fp se recupere, es el tiempo que estará sin trabajar. -explicó.

- Realmente... Yo no tengo problema con irme a Italia por un tiempo, pero debo hablarlo con Cher, Betts. -la morena suspiró.

- Por favor hazlo. -Betty pidió. - No podría yo sola con los tres niños en Los Ángeles y Jug aquí...

- Hablaré con ella cuando vuelva, ¿Si? En cuanto tenga una respuesta te llamaré.

- Está bien. Gracias, Toni. -Betty sonrió levemente.

- No hay de qué, Betty. -la pelirrosa dijo en respuesta, y así cortaron la llamada.

Horas despues, el doctor entró a la habitación. Todos se levantaron inmediatamente, o al menos los adultos, ya que los tres niños estaban profundamente dormidos en la cama para acompañantes de la habitación.

- ¿Como está mi esposo, doctor? -cuestionó Gladys algo ansiosa.

- Salió todo bien. Ahora lo tendremos en observación en la unidad de cuidados intensivos. -explicó. - Pero necesito que se vayan todos, y que solamente se quede un acompañante, ya la hora de visitas acabó. -hizo una mueca.

Todos asintieron. - Se quedará mimadre de nuevo, doctor. -dijo el pelinegro.

- Perfecto. -el miró a los niños en la cama y sonrió de lado. - Los dejaré para que puedan despertarlos. -rió. - La mantendré informada, señora Jones.

- Gracias. -Gladys sonrió.

Cuando el doctor se fue, Jughead se apresuró a abrazar a su madre con emoción. Ambos cerraron sus ojos abrazándose con fuerza.

Todo salió bien. Las palabras del doctor no salían de sus mentes, y es que era de gran alivio para ellos escuchar eso.

Betty sonrió, y cuando ellos se separaron Jughead besó su mejilla.

- Te dije que todo iba a salir bien, Juggie. -ella sonrió y besó sus labios, para luego acercarse a la cama.

Jughead tomó en sus brazos a Marco con cuidado para que no despertara, y Betty se encargó de despertar a las dos niñas.

Ambas abrieron sus ojos lentamente y se levantaron con cansancio.

- Ya nos vamos, lindas. -Betty les informó.

- ¿Ya? -Valerie cuestionó frotando su ojo. - ¿Y el abuelo?

- El está bien. -Betty les informó. - Pero aún no vendrá porque los doctores aún tienen que hacerle chequeos. -explicó.

- Ah. -Valerie suspiró. - Bueno... ¿Y venimos mañana?

- No se si podamos verlo, pero vendran a despedirse de él antes de irnos a Los Ángeles. -explicó mirándolas y ellas asintieron.

Todos se despidieron de Gladys y salieron de ahí, Betty tomando a Sarah de la mano mientras que Jughead llevaba en su brazo a Marco que seguía dormido, y con su mano libre tomó la de Valerie.

Subieron a la camioneta azul del pelinegro, el le dejó al bebé que comenzaba a despertar a su esposa y encendió la camioneta.

- ¿Cinturones? -Jughead se volteó a sus hijas y notó que ambas los tenían, así que comenzó a conducir.

En el camino, los dos adultos estaban en silencio mientras que las niñas charlaban en los asientos traseros.

Un móvil comenzó a sonar y Betty notó que era el de ella así que respondió.

- Toni. -saludó.

- Ya hablé con Cher. -la morena informó. - Ella está dispuesta, pero no más de dos meses.

Betty sonrió y sintió que le quitaron un gran peso y una preocupación de encima en ese momento. Miró a Jughead y su sonrisa se agrandó más.

- Muchas gracias, Toni, en serio. -murmuró.

- No hay de qué, Betty. -Toni se escuchaba sincera. - Salimos en la mañana.

- Las veo aquí, de nuevo gracias. -murmuró con alegría.

- Cuídense. -Toni le pidió y luego cortó la llamada.

- ¿Por qué tan feliz? -Jughead rió mirando a su esposa por unos breves segundos antes de dejar su mirada en el camino de nuevo.

- Toni dijo que si, salen mañana. -confesó y tomó ambas manos de su hijo que la miraba, para moverlo de lado a lado haciéndolo reír. - Tu tía dijo que sí mi niño. -le dijo como si el entendiera y lo abrazó.

Jughead soltó una risa al ver su alegría y emoción, y negó divertido.

- ¿Las tías vienen mañana? -preguntó Valerie.

- Si. -asintió Betty y se volteó a mirarla.

- Veremos a las tías, Sari. -Valerie le dijo a su hermana y ella asintió con una sonrisa.

- Aún así nosotros nos iremos el viernes. -dijo Jughead.

- ¿Con las tías? -cuestionó Sarah.

- No. -Betty negó.

- Niñas, ellas se quedarán aquí para ayudar al abuelo con la empresa, y nosotros nos iremos porque sus vacaciones de la escuela y la academia terminan y yo debo encargarme de la empresa en Los Ángeles. -les explicó.

- Entonces no veremos más a los abuelos o a las tías por mucho tiempo. -se quejó Valerie sonando algo desilusionada.

Betty suspiró. - Serán solo algunas semanas, linda. -le sonrió levemente. - Pasará rápido y luego todo volverá a la normalidad.

Ella asintió, y nadie dijo más nada.

Ballerinas | Bughead | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora