32 | Quiero ser sincero

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Al día siguiente, Jughead fue por su hija a la escuela y luego a la casa de sus padres.

- Buenas tardes, señor Jones. Pasen adelante. -la ama de llaves les permitió, y ellos entraron.

- Buenos tardes Mary, ¿Donde se encuentra mi madre?

- Está en el patio trasero. -le explicó. - ¿Quieren que les lleve algo?

- Por favor, Valerie no ha almorzado. Yo la dejo y me iré.

Ella asintió. - Ok. Pasen.

Jughead caminó junto a su hija y salió de la casa, llegando al patio trasero donde se encontraba Gladys sentada en un sillón en un area techada, leyendo un libro.

- Hola mamá. -se acercó a la mujer.

Ella sonrió al mirarlos dejando sus lentes y el libro a un lado.

- Hola abuela. -Valerie rapidamente se acercó a abrazarla.

- Mi niña. -sonrió besando su cabeza. - ¿Como está la nieta mas linda?

- Bien abuela.

- Mamá, ¿Puedes llevarla al ballet? Por favor. -pidió. - Yo iré por ella luego.

Gladys asintió. - Claro, no tengo problema. ¿Pasa algo?

- No. -negó. - Solo necesito hacer algo. Ya me iré. -se acercó a su madre y besó su mejilla, para luego besar la frente de la niña en sus piernas.

- Adiós hijo, te veo luego.

- Si mamá, cuídense.

- Chau papi.

- Adiós princesa. -le sonrió y se fue de ahí, dejándolas solas.

Pidió sushi y dió la dirección del estudio de Betty y Veronica, y luego el se dirigió ahí.

Al llegar, entró y la campana sonó. Vió a una chica en la recepción y se acercó.

- Hola... Vine a ver a Betty Cooper. -explicó. Nunca había visto a esa chica ahí. Bueno, solo había ido una sola vez al estudio y ella no estaba.

- Ella ahora está bastante ocupada. -admitió con una mueca. - ¿Habló con ella antes?

- Si, yo-

En eso Betty apareció por una puerta y sonrió. - Jug. Déjalo, Amber.

- Ah, bueno. Lo siento. -se disculpó con el pelinegro y este sonrió levemente.

- Tranquila. -le restó importancia y se acercó a la rubia.

Betty lo dejó pasar a lo que era el estudio como tal y el vió maniquís, vestidos y bastante ropa alrededor. En medio de todo el gran salón habían varias mesas grandes, con rollos de tela extendidos en esta y por último al final, varias máquinas de coser.

Cuando cerró la puerta tras ella, dejó sus manos en su cuello y lo besó apasionadamente.

- Hola, nena. -el sonrió al separarse. - La comida llegará en un rato.

- Gracias a dios. -murmuró y el rió. - Muero de hambre.

- Que dramática, amor. -el se burló. Betty rodeó sus ojos, entrelazando sus manos y guiándolo a una oficina al final del lugar.

Cerró la puerta y se sentó en un sofá que había.

- ¿Y Veronica? -el le preguntó.

- Ahorita está atendiendo a un cliente fuera de aquí. -explicó. - Asi que estaré sola probablemente toda la tarde.

- ¿Sola? -enarcó una ceja. - ¿Y yo soy un mueble o que?

Betty rió. - No, Juggie. Digo sola haciendo el trabajo. -sonrió. Acarició su mejilla mirándolo a los ojos. - ¿Sobre que querías hablar?

El suspiró, bajando un poco su mirada. - Seré directo. -habló. - Quiero decirle ya a las niñas sobre nosotros.

La rubia se sorprendió pero luego sonrió levemente. - Ya lo imaginaba. -admitió. - Y siendo sincera también lo quiero, pero... ¿Por qué lo dices así tan repentinamente?

- Ayer Valerie llegó bastante triste a casa, y la noté rara.

- También lo noté.

- No me quería decir que le pasaba, pero al final me preguntó por qué le había comprado a Sarah la muñeca.

- Jug...

- Tranquila. -la interrumpió rapidamente. - Ella por alguna razón pensó que la dejaría de lado, o algo así. Le expliqué que sin importar cuantas personas lleguen a nuestra vida, nada cambiaría mi amor por ella.

Ella sonrió. - Eso es lindo, Jug. ¿Ella lo entendió?

- Si. Me dijo que no quiere dejar de ser mi princesa.

- Jug, aunque no lo hemos hablado y ellas no saben que estamos juntos, entiendo porqué se puso así. Tu y ella han pasado bastante tiempo solos, tú has pasado bastante tiempo solo. -explicó. - Y ahora de repente comenzamos a pasar tanto tiempo juntos...

- Bueno, solo eso quería pedirte. De verdad quiero ser sincero con mi hija. Y bueno, con Sarah. Quiero que sepan que estamos juntos.

- Está bien. -murmuró y se acercó a besar sus labios. 

- ¿Te parece si vamos juntos por ellas? -le preguntó. Ella asintió.

- Claro, pero tendrás que verme trabajar por al menos dos horas. -dijo divertida.

- Bueno, entonces te ayudo probandome los trajes.

La rubia soltó una carcajada y en eso la puerta del despachó sonó. - Adelante.

Amber abrió la puerta. - Betty, llegó esto para ti. -explicó y le tendió las bolsas. - Yo ya me iré a almorzar fuera...

- Está bien, Amber. Pasa llave al salir, por favor. -le pidió.

Esta asintió y se fué.

- Y esa es la comida. -Jughead dijo tomando la bolsa para sacar dos envases de plástico.

- Por fin. -Betty murmuró y el rió mirándola.

























Estoy escribiendo otro capítulo y hay ✨Drama✨

Ballerinas | Bughead | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora