128 | No es la manera

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Cuando la mujer se fue, Betty se abrazó al pelinegro intentando calmar sus lágrimas.

- Ella solo llegó aquí luego de que le envié nuestras fotos para el artículo... -Fp explicó. - Supongo que no sabía que era tu esposa antes, pero la reconoció al verla.

- ¿Que te estaba pidiendo? -preguntó Jughead.

- La dirección o el contacto de Betty para verla, pero yo no sabía si Betty quería eso, igual no le iba a dar ningún tipo de información...

- Gracias Fp. -murmuró la rubia limpiando sus lágrimas.

Este le dedicó una pequeña sonrisa. Jughead suspiró y la miró.

- Vamos, nena. -le pidió tomándola de la cintura.

Le dió a su padre la carpeta y luego se fueron juntos de ahí. De camino al auto solo estuvieron en silencio, pero al subir a este Jughead le habló.

- Nena... ¿Quieres hablar? -le preguntó acariciando su mano.

- No. -Betty negó y lo miró, tomándolo del cuello. - Bésame. -le pidió cuando acercaron sus caras.

Ella unió sus labios y comenzó a mover sus labios de forma lenta, a lo que el le siguió el beso. Pero cuando ella lo volvió más apasionado y comenzó a abrir los botones de su camisa, Jughead se separó.

- No. -negó alejando las manos de su esposa de su camisa. - Se que estás sintiendo muchas cosas ahora y que quieres desahogarte, pero esta no es la manera. -dijo un tanto serio.

- Pero Jug-

Jughead la interrumpió. - No es la manera. -repitió. - Habla conmigo, amor, dime como te sientes. -le pidió, acariciando su mano.

Los ojos de Betty se cristalizaron de nuevo. - Me molesta. -murmuró mirándolo. - Me molesta que aparezca ahora y quiera "arreglar las cosas" y recuperarme, a mi y a mi hija, como que si nunca me echó de casa teniendo 16 años... Como que si siempre estuvo para mí. No es justo.

El acarició sus manos lentamente mirándola, esperando que continuara.

- Cree que con disculparse una vez ya está todo resuelto, y las cosas no son así. No quiero verla nunca más, no quiero que se acerque a mi familia y mucho menos a Sarah. Ella no merece conocerla siquiera.

- No, no lo merece. Ni a ti. -negó. - Esto era lo que quería. No evites tus emociones, mi amor. Si necesitas desahogarte, hazlo conmigo. -le pidió limpiando delicadamente sus lágrimas. - Sabes que siempre puedes confiar en mí.

- Gracias Juggie. -murmuró. - ¿Vamos a casa?

- Vamos. -el asintió y se separó de ella para encender el auto. - Y que las niñas no sepan que dejamos a Sally sola más de una hora...

Ella rió levemente y su esposo le dedicó una sonrisa.

Al llegar, Jughead guió a la rubia a la cocina y la dejó sobre la mesada metiéndose entre sus piernas.

Metió su mano bajo su camiseta para acariciar su abdomen y besar levemente su cuello.

- ¿Quieres que te prepare algo? -le preguntó en un murmuro. - Necesitas relajarte.

Ella suspiró abrazándose a él, dejando su cabeza sobre la del pelinegro escondiéndolo en su pecho. - ¿Vamos a la piscina un rato?

El sonrió y besó sus labios para alejarse. - Vamos.

Luego de cambiarse ambos entraron al agua y ella se abrazó a él, dejando sus piernas alrededor de su cintura.

- Gracias por estar conmigo y apoyarme siempre. -murmuró con su cabeza sobre su hombro. - Te amo Juggie.

Jughead acarició su cabello y dejó un beso en su frente. - Solo es lo mínimo, mi vida. -sonrió. - Te amo.

Ella sonrió levantando su cabeza y besó sus labios lentamente. Pasaron así unos minutos, hasta que el separó sus labios.

- Aunque me gustaría continuar... -dijo algo divertido y ella soltó una risa. - Vamos a tardar, y en un rato debemos ir por las niñas.

- Aburrido. -ella se quejó. - Deberíamos aprovechar la casa sola...

El soltó una risa. - La casa no debe estar sola precisamente... -dijo algo divertido.























Holi aparecí.

Intentaré escribir más hoy :)

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