163 | Diferentes

355 49 60
                                    

7 años despues

Es muy común ver dos hermanas, tal vez gemelas, de la misma edad o con edades no tan distantes, que algunas veces pueden parecerse físicamente, aunque otras no.

Pero siempre van a tener distinta personalidad, distinta actitud, cada uno tendrá su toque característico.

Distintos gustos, pasiones, talentos y pasatiempos.

Así pasaba con Valerie y Sarah. Aunque no eran hermanas de sangre, las habían criado así, y ambas se sentían como hermanas.

Pero por supuesto, eran muy distintas.

Por un lado teníamos a la hermana... Rebelde. A la caótica, la extrovertida que siempre estaba hablando sin parar, la que era capaz de hacer amigos en un abrir y cerrar de ojos. Esa que era fan de salidas con sus amigos, de las fiestas y un poco del descontrol.

Y por el otro estaba la hermana más tranquila. La más serena, callada y ordenada. Esa que no era tímida, pero aún así no se le hacía tan fácil hacer amigos. Para ella el mejor plan era quedarse en su casa leyendo, pintando o viendo películas, o simplemente estar con su familia.

Pues... Al parecer estas hermanas si eran bastante... Diferentes entre sí.

Aunque si tenían una cosa en común; el amor hacia su familia. La manera en la que ambas daban todo por la otra, por su hermano más chico y por sus padres. Lo tanto que amaban compartir con ellos, y que sin importar sus edades, siempre estaba esa emoción de ver una película los cinco juntos, de salir a comer helados o simplemente de pasear a sus dos mascotas en el parque.

Ahora Valerie tenía 16 años, y Sarah 15, pero la más chica estaba a solo dos meses de su cumpleaños.

- ¡Valerie! -se quejó Marco corriendo tras su hermana, luego de que esta le quitó el control de su consola.

Marco. Ya lo conocen, el más chico de los Jones. Ahora tenía casi 8 años. El era bastante inteligente y curioso, o como sus hermanas lo llamaban para molestarlo: el nerd de la familia.

- ¡Eres muy lento! -ella se burló alejándose cada vez más de él.

Continuó corriendo por toda la casa, hasta que ella se cruzó con su padre y quedaron cara a cara. El estaba de brazos cruzados, mientras ella lo miraba con sus ojos abiertos como platos.

- ¡Dámelo! -Marco se acercó y le arrebato el control de su mano.

- ¿Podrías dejar de molestar a tu hermano? -el le pidió en un suspiro.

- Lo siento, papi... -murmuró sonriéndole de lado.

- Buenas buenas familia. -Betty entró a la casa junto a Sarah, con las bolsas de las compras en sus manos.

- Mamá. -Marco se acercó a la rubia. - Valerie me estaba molestando de nuevo.

- No consiento chisme entre hermanos. -Betty se encogió de hombros y se acercó a su esposo para besar sus labios. - Pero aún así, deja a tu hermano en paz, Valerie. -le dijo seria a la pelinegra.

Ella rió traviesa y Sarah abrazó a su padre luego de dejar un beso en su mejilla.

- Es que estoy aburrida, mamá. -se quejó Valerie.

- Puedes hacer otra cosa en lugar de molestar a tu hermano. -dijo obvia Betty mientras ella y su esposo sacaban las compras de las bolsas reutilizables.

Valerie negó con una mueca. - Aquí no hay nada divertido que hacer.

- ¿Como dices? -Jughead preguntó indignado.

Betty rió levemente. - Hay piscina, sala de cine, un patio gigante, están Sally y Simba, puedes hacer algo con tus hermanos o con nosotros. -le dió todas las opciones.

Oh... Y por poco y me olvido de Simba. Les mentí, el más chico de la familia Jones no es Marco, es Simba. Era un hermoso golden retriever que ya tenía dos años con ellos, y junto a Sally le daban ese otro toque de alegría a la casa Jones.

- Para que la piscina sea divertida hace falta mucha más gente, como mis amigos por ejemplo... -sonrió mirándolos. - Haciendo una fiesta, con música... Tal vez alcohol. -murmuró lo último mirando sus manos.

Jughead soltó una risa sin gracia. - Aja, claro. -dijo sarcástico. - No sueñes, la última vez que hiciste una "fiesta tranquila" aquí con tus amigos rompieron una ventana. -hizo comillas con sus dedos.

- Se les fue la pelota... -ella los defendió.

Sarah se sentó en la mesada y miró a su hermana. - ¿Por qué no sales a entretenerte y ya? -preguntó divertida.

Valerie le dió una mirada de pocos amigos. - Tonta. -se quejó cruzándose de brazos.

La rubia rió y se bajó de la silla para abrazar a su hermana. - Tu no eres la única que puede molestar a sus hermanos. -se burló dejando un beso en su mejilla.

- Mamá... ¿De verdad? ¿Ni al starbucks a dos calles? -se quejó Valerie a su mamá.

Betty negó. - Ni a la puerta de la entrada al terreno de la mansión. -negó seria. - No hasta que vea que tienes unas notas decentes, como para aprobar el año.

Valerie bufó y miró a su padre en busca de apoyo.

- A mi ni me mires, estoy de acuerdo con tu madre y prefiero no llevarle la contraria... -hizo una mueca y Betty rió.

- Y otra vez, Val, ya sabemos quién manda. -se burló Sarah divertida mirando a su hermana que también rió.

























Holi!

Se que no están muy contentas con los saltos de tiempo, pero ya era necesario y la verdad yo estaba muy ilusionada con escribir sobre ellas más grandes (como adolescentes). Desde el primer momento que comencé a escribir esta historia, comenzaron a llegar muchas ideas con ellas de la edad que tienen ahora.

Aún así, espero que les guste.

Tengan linda noche hermanas, bye! ✨

Ballerinas | Bughead | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora