75 | Mimado

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- Mi madre nos invitó a cenar hoy. -informó Jughead, cuando todos estaban comiendo en la mesa.

- Oh, claro. Dile que ahí estaremos. -Betty sonrió mirando a su novio. - Iré a llevar a las niñas a la academia y volveremos para arreglarnos, y tú te quedarás aquí, descansando, ¿Ok? No quiero ver ningún avance en ninguna habitación al volver. -lo amenazó con su tenedor.

El bajó la mirada y las niñas miraron la escena aguantando la risa.

- Ay, papi. Es mejor que le hagas caso a Betty o estarás en problemas... -admitió Valerie, al ver la seriedad de la rubia mayor.

- Mhm. -Sarah asintió bebiendo gaseosa de su vaso. - Y no te gustará verla molesta. -puso una mano en su cara para que Betty no mirara lo que le iba a decir al pelinegro. - Y da miedo. -admitió en un murmuro.

- Te escuché. -Betty dijo en voz alta mirando a su hija y ella se sonrojó bajando la mirada.

Jughead y Valerie rieron levemente mirándose.

- Bueno, niñas. -Betty comenzó a levantar la mesa. - Terminen de alistarse para la clase, mientras tanto, estaré en la habitación con Jughead. -les informó.

Jughead la miró sonriendo, cuando ella levantó todo de la mesa y lo dejó en la cocina. Luego se fue a la habitación, sin esperarlo.

Los tres se levantaron de la mesa, las niñas se fueron a la habitación de Valerie, y Jughead, por su parte, se fue a la suya.

Cerró la puerta tras el y vió a la rubia salir del baño, luego de ducharse.

- Siéntate. -ella le pidió, señalando la cama.

Jughead enarcó una ceja, pero lo hizo. - Estás muy mandona hoy. -el admitió, de espaldas a ella sentado en la cama.

Sintió las manos de su novia en sus hombros, y ella comenzó a masajear.

- Bueno, si... Considerando que no has descansado bien esta semana.

- Quiero terminar todo rápido y que puedan mudarse aquí ya. -el admitió.

- Lo sé, yo igual. Pero no duermes bien, Jug. Y tus ojeras son bastante notables. -murmuró.

Continuó dándole un relajante masaje y luego se inclinó a él abrazándolo, para luego besar su mejilla.

- Ahora, iré a vestirme para llevar a las niñas, y tú puedes dormir mientras tanto.

- Mentiría si digo que no tengo sueño. -el aceptó, recostándose en la cama. - ¿Me das un beso? -le preguntó al cubrirse con las mantas.

Ella rió, acercándose a él para besar sus labios de forma lenta. Al separarse, el besó su frente.

- Te amo Juggie.

- Te amo, amor. -Jughead murmuró.

Cuando Betty estaba lista para salir con las niñas, mientras tomaba sus cosas, Jughead ya estaba profundamente dormido.

Sonrió al verlo, y cerró las persianas de la habitación para que no le molestara la luz.

Salió de la habitación y se dirigió a la de Valerie. - ¿Listas?

Vió que ambas tenían sus mallas y tutús, lo que usaban normalmente para sus clases. Valerie metió sus zapatillas en su bolso y asintieron.

- Sip. -dijo Sarah.

Betty sonrió. - Entonces vamos. -movió su cabeza en señal de que la siguieran y ambas salieron tras ella.

Al atardecer, la clase de Ballet de las niñas culminó, y de nuevo las tres chicas volvieron juntas a la casa, donde debían arreglarse para la cena en la mansión Jones.

Betty abrió la puerta y ambas niñas entraron.

- Niñas, vayan a ducharse, debieron haber sudado en el ensayo. -les sonrió.

- Betty... ¿Luego me ayudas a escoger que puedo usar para la cena? -Valerie le preguntó a la rubia algo tímida.

- Claro, linda. -ella asintió.

- Y a mí, mami. -Sarah pidió y ambas subieron las escaleras juntoas.

Betty rió y se dirigió a la cocina a beber un vaso de agua.

Entre algunas de las cajas con sus cosas que ya estaban en la casa, Betty rebuscó la que tenía algunas prendas de ropa de ella y de su hija, para buscar algo decente para la cena.

Ella sabía que había empacado un vestido color vino y ese le parecía bastante adecuado, pues sabía cuan elegante era Gladys Jones y las cenas que organizaba.

Sonrió al encontrarlo y también se dedicó a buscar algo adecuado para que su hija usara.

Cuando terminó, subió a la habitación donde suponía que Jughead seguía dormido, y al entrar, lo confirmó.

Se sentó junto a él en la cama y acarició su cabello y mejilla. - Juggie. -murmuró. - Jug, despierta.

- ¿Betts? -el abrió sus ojos lentamente. - ¿No se han ido?

Ella rió. - Ya la clase de las niñas acabó, volvimos hace unos minutos... -admitió.

- Oh... -murmuró, dejando su mano sobre la de su novia.

- Levántate, debes ducharte y alistarte si no quieres llegar tarde a la cena de tu madre, sabes lo puntual que ella es. -rió.

- Lo sé. -asintió. - ¿Que usarás?

- El vestido de ahí. -señaló la prenda que dejó en un gancho, en el pomo de la puerta del closet.

- Seguro se te ve espectacular. -sonrió de lado. - Ya me voy a levantar.

- Bueno, yo me cambiaré de una vez, y comenzaré a alistarme. -se levantó.

El enarcó una ceja. - Betts.

- ¿Si? -se volteó hacia él.

- Dame un beso. -le pidió con un puchero.

La rubia rió y se acercó a besar sus labios. - Te amo Juggie, aunque a veces seas un mimado... -se burló.

El rodeó sus ojos con diversión. - A veces eres igual. -la señaló. - Pero también te amo.

























ULTIMO DE HOY

Ballerinas | Bughead | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora