Capítulo 71 "Jugando al Chapulín Colorado"

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DUL


Annie y Ximena se habían puesto a comentar los modelitos que había en la fiesta, un segundo después de que Karla dijese que iría merodear cerca de la puerta, para saber cuando Poncho estaría disponible. Miré con preocupación hacia aquella dirección. ¿Qué querría decirle Aarón a Poncho? Deseaba que no se hubiera puesto a echarle un sermón por lo que había pasado en el baño. Yo no le había dicho nada, pero tenía la desagradable sensación de que Aarón sabía el motivo exacto por el que había estado llorando. Pinche musculoso, quien iba a pensar que podría ser tan perceptivo.

Miré de nuevo hacia Annie y Ximena, que atacaban sin piedad el modelito color verde lima de la Ramona. La verdad no me interesaba demasiado el tema, a pesar de lo mucho que me gustaba molestar a Ramona cara de monda, y menos aun toleraba estar tan cerca de Ximena, pero lo que definitivamente terminó de convencerme para que me fuera de allí, fue sin duda la inminente llegada de Ucker, quien se había desecho de Angelique otra vez. Balbuceando alguna excusa para Annie, pues me daba bastante igual si a Ximena le importaba si me iba o no, me escabullí rápidamente. Nada más dar dos pasos, pude ver a Hugo hablando con Allison más cerca de lo necesario, aun con el volumen exagerado de la música. Decidí no tentar a la suerte, así que, solo por si acaso, desvié mi trayectoria, para no darle alas a la tentación.

Casi me echo a reír por no llorar. Como tuviera que pasarme el resto de la fiesta así, esquivando a todo el mundo... Y a pesar de que parecía haber desarrollado una capacidad especial que me permitía detectar a la gente y marcharme para evitar encuentros desagradables, un individuo traspasó mis barreras. Derrick. Se me aventó encima, literalmente. De no haberme agarrado por los brazos, me habría ido al piso sin remedio. Y eso no me convenía nada, teniendo en cuenta el lamentable estado de mis posaderas luego del tremendo golpe del día anterior en el baño. Temblaba solo de recordarlo.

- Que bueno que nos encontramos María, tengo que hablar contigo – dijo con esa sonrisa burlona tan típica suya, mientras yo me sacudía bruscamente sus manos de mis brazos.

- Que malo que nos encontremos Derrick, y yo no tengo nada que hablar contigo – repliqué ácidamente, echando a andar.

Como era de esperar, no se conformó con mi elocuente respuesta. Me retuvo por un brazo y me obligó a voltear, encontrándome con esa expresión de indulgencia y desdén que me dedicaba tantas veces, como si yo fuera una escuincla. Me enfurecí al instante.

- Muy ingeniosa – se mofó -. Ahora que ya hiciste tu berrinche y ya dejaste claro cuanto me detestas, ¿me concederás el honor de tu atención? - preguntó con cierta irritación, o por lo menos eso me pareció percibir.

- No estoy haciendo ningún berrinche, simplemente no quiero hablar contigo y no puedes obligarme a hacerlo – insistí, obstinada.

- Ok, ¿ni siquiera puedes hacer un esfuerzo por tu amiga Maite? - resopló, en apariencia harto.

Entonces entendí. Derrick era uno de los miembros de la banda, era lógico que estuviera enterado. Recordé que Diego me había dicho que hablara con él o con Aarón, pero en ese momento creí que solo se trataba de una excusa pobre para que le dejase cierta intimidad con mi amiga. Tomé aire. Sabía aceptar la derrota cuando era tan evidente.

- Está bien, hablemos – accedí con desánimo.

- Aquí no, salgamos fuera – propuso, volteando sin esperar respuesta.

Lo seguí a regañadientes, solo porque no estaba muy por la labor de pasarme los siguientes quince minutos gritando para hacerme entender en medio de aquel barullo. Al acercarme a la puerta, pude observar, no sin cierta sorpresa, a Aarón bailando con Karla. Ella no me vio, pero él si se dio cuenta de que lo miraba. Alzó la vista en señal de exasperación y me dedicó una media sonrisa. El día que realmente sentara cabeza, haría muy afortunada a una mujer.

Un Verano para RecordarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora